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domingo, 4 de marzo de 2018

Lo que los grandes medios no te cuentan sobre Guta Oriental


Muchos medios de comunicación hacen sonar las alarmas y comparan el asedio de Guta Oriental con la matanza de Srebrenica de 1995. Sin embargo, se les olvida mencionar que el área está dominada por dos facciones islamistas que las fuerzas del Gobierno sirio han estado combatiendo desde el 18 de febrero.

SPUTNIK NEWS
24 febrero 2018

El suburbio de Guta Oriental, al este de la capital siria, ocupó las primeras páginas hace cuatro días cuando el Ejército Árabe Sirio lanzó una ofensiva militar denominada Acero de Damasco, en un intento de limpiar la región de los grupos islamistas, principalmente de Yeish al-Islam, pero también de Frente al-Nusra, Ahrar al-Sham y Failaq al-Rahman.

«La situación humanitaria y socioeconómica en Guta Oriental se vuelve crítica. Los llamamientos del Centro Ruso para la Reconciliación a los grupos armados ilegales para que pongan fin a su resistencia y entreguen sus armas no han dado resultados. Las negociaciones para la solución pacífica del conflicto en Guta Oriental se han descarrilado», señaló Yuri Evtushenko, portavoz del centro.

Mientras tanto, la situación humanitaria en la región se ha deteriorado drásticamente, lo que llevó al embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, a convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad para que todas las partes involucradas «presenten su visión y entendimiento de la situación y encuentren formas de solucionarlo».

Campaña para desacreditar a Asad

Los medios vuelven a acusar a Asad de crímenes de lesa humanidad y exponen la posición de los países occidentales, mientras que se niegan a tomar en cuenta los argumentos del mismo Gobierno sirio y a reconocer la complejidad de la situación.

«Hay terroristas allí contra los que el Ejército sirio está luchando y los terroristas están bombardeando Damasco, y eso se ha descuidado. Es una situación compleja», señaló el embajador ruso.

Damasco ha sido acusado hasta ahora de bombardear civiles en la región y de matar a unas 300 personas. Sin embargo, los datos de las acusaciones provienen de los informes de los Cascos Blancos, que en repetidas ocasiones han falsificado información y organizado provocaciones de 'bandera falsa'.

Los medios de comunicación occidentales y Al-Yazira, con sede en Qatar, han lanzado una nueva campaña de desinformación contra Bashar al-Asad en una última apuesta por desacreditar los esfuerzos de su Gobierno para restablecer la paz en el país.

The New York Times: 'Fuerzas bárbaras' vs. terrorismo

En el artículo de The New York Times (NYT) titulado «El bombardeo sirio causa el mayor número de víctimas mortales en años» los autores citan al líder de las Fuerzas Tigre del Gobierno, general Suheil Hasan, quien anunció los planes de eliminar a los rebeldes en la región.

«Prometo que les daré una lección, en combate y en fuego», declaró Hasan en un vídeo compartido por las cuentas de redes sociales progubernamentales.

Tras destacar la «barbarie» de las fuerzas pro-Asad, el medio no mencionó que los militares estaban allí no para luchar contra civiles, sino para expulsar y eliminar a los terroristas que han estado cada vez más activos en la región, utilizando el enclave como plataforma para bombardear Damasco.

De hecho, el NYT confía en los datos proporcionados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que el medio ha elogiado anteriormente por su contribución al recuento de víctimas. Pero ¿qué se sabe sobre el observatorio? Su oficina se encuentra en el Reino Unido y su fundador, Osama Suleiman (cuyo seudónimo es Rami Abdulrahman), vive en Coventry y dirige las actividades del observatorio desde su casa prácticamente él solo. Los datos proporcionados por su 'proyecto favorito' son bastante cuestionables, dado su clara tendencia anti-Asad.

El NYT también cita a un residente local que afirmó que «a los civiles nunca se les permitió irse». Esto desestima todo el esfuerzo diplomático realizado por Siria y Rusia para este fin que, aunque en este caso fracasó, demostró su eficacia en Alepo.


The Guardian: «Otro Srebrenica»

El medio de comunicación británico eligió una forma más sofisticada para abordar la situación en Guta Oriental: la comparó con el genocidio de Srebrenica en Bosnia Herzegovina.

En su artículo, The Guardian hace ver como si las fuerzas sirias y los «partidarios rusos» atacaran deliberadamente a civiles después de que las conversaciones de paz fracasaron, pero no menciona que mientras Damasco y Moscú han estado presionando para lograr un acuerdo de paz, parecido al de Alepo, con evacuaciones de personas y un éxodo masivo de terroristas de la ciudad, los islamistas bombardeaban la capital desde Guta Oriental. El artículo da la impresión de que las partes no han hecho nada para proteger a la población.

El 'implacable bombardeo' de Al-Yazira

La emisora qatarí se ha unido a la campaña de desinformación, al afirmar que las fuerzas sirias respaldadas por los cazas rusos atacaron el enclave, matando a cientos de personas. Mientras que el NYT confió en los datos obtenidos del observatorio, Al-Yazira ha optado por los 'más confiables' Cascos Blancos, entusiastas en la falsificación de la información.

Anteriormente, los voluntarios de la Defensa Civil siria fueron acusados de escenificar operaciones de rescate, así como de planear un falso ataque químico en Guta Oriental. Según un residente local, el grupo distribuyó máscaras en la región para proteger a los civiles de un ataque químico.

¿Proceso de paz?

Los diplomáticos rusos han estado mediando el proceso de paz a lo largo del conflicto, trabajando duro para evitar que el caos se extienda aún más. Sin embargo, sus esfuerzos se han visto constantemente socavados por el doble rasero de EEUU hacia Siria.

Recientemente, el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, destacó ante la comunidad internacional que Washington estaba tratando los asuntos «de modo selectivo».

Según el Departamento de Estado de EEUU, las Fuerzas Aéreas de Damasco realizaron ataques indiscriminados contra Guta Oriental, atacando hospitales y centros médicos y matando a 100 civiles en las primeras 48 horas de la Operación Acero de Damasco. Tras esta declaración, emitida por la portavoz Heather Nauert, el Departamento de Estado pidió a Rusia que deje de apoyar al presidente Asad en vista de la «escalada de violencia en Guta Oriental».

En respuesta, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó las acusaciones contra Rusia y señaló que los informes sobre la muerte de civiles en bombardeos eran «infundados».

Tanto Siria como Rusia han instado a una solución pacífica de la crisis en la zona de distensión creada durante las Conversaciones de Astaná sobre la reconciliación siria. Sin embargo, los rebeldes han ignorado los llamados a cesar la resistencia y a comenzar la evacuación de civiles, así como la retirada de los terroristas del área.

jueves, 24 de marzo de 2016

Un miembro del clan Kennedy revela el oculto motivo de la guerra en Siria


La guerra contra Bashar al Assad no habría comenzado por las protestas civiles de la Primavera Árabe en 2011 sino como consecuencia de un proyecto de oleoducto qatarí

26 de febrero de 2016

La decisión de Estados Unidos de organizar una campaña para derrocar al presidente de Siria, Bashar al Assad, en gran parte se basó en la negativa de este mandatario a permitir el paso por su país de un gasoducto desde Qatar hacia Europa, asegura el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy, en un artículo para la revista Politico. «Nuestra guerra contra Bashar al Assad no comenzó por las protestas civiles pacíficas de la Primavera Árabe en 2011, sino en 2000, cuando Qatar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía», señala Kennedy.

Esa infraestructura hubiera garantizado que los reinos suníes del golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y hubiese fortalecido a Qatar, que es el aliado más cercano que Estados Unidos posee en la región, según destaca el autor, quien hace hincapié en que allí se encuentran dos de las principales bases militares norteamericanas y la sede del Mando Central de Estados Unidos en Oriente Medio.

Según se hace eco RT, este columnista indica que, para defender los intereses de Rusia, el presidente sirio se negó a firmar ese acuerdo y optó por otro gasoducto, que se hubiera extendido desde Irán a Líbano y hubiese convertido a los iraníes en los mayores proveedores de gas a Europa, lo cual iba en contra de los intereses de los árabes de mayoría sunita

Inmediatamente después de la negativa al proyecto inicial, las agencias de inteligencia de EEUU, Qatar, Arabia Saudita e Israel comenzaron a financiar a la oposición de Siria y a preparar una revuelta para derrocar al régimen de Assad, según los datos de diversos informes secretos a los que ha tenido acceso Kennedy, quien detalla que la CIA transfirió seis millones de dólares a la cadena de televisión británica Barada para que elaborara reportajes en favor del derrocamiento del mandatario sirio.

Sin embargo, Robert Kennedy júnior subraya que las decisiones de Washington obviaron el hecho de que el Gobierno de Siria era mucho más moderado que las monarquías suníes, gracias a que el país era secular y poseía una élite pluralista. Además, Assad abogaba por la liberalización y, entre otras cosas, aportó a la CIA toda la información después de los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York.

Intereses

El autor recuerda que la inteligencia norteamericana ha utilizado a los yihadistas para proteger los intereses relacionados con los hidrocarburos de Estados Unidos y derrocar a regímenes en Oriente Medio desde mediados del siglo XX, debido a que consideraba que las fuerzas religiosas radicales eran un contrapeso fiable a la influencia de la Unión Soviética en la zona.

Ya en 1957, EEUU trató en vano de provocar una revolución en Siria y derrocar al gobierno secular democráticamente elegido. Sin embargo, no se detuvo ahí, sino que la aparición de «el grupo criminal petrolero» Estado Islámico es el resultado de una larga historia de intervención de Estados Unidos en la región, finaliza el jurista.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Sobre los últimos atentados de París


Hay un refrán que dice: «¡Quien siembra vientos recoge tempestades!». ¡Exacto!, esto es lo que ha pasado. Occidente, Francia incluida, se ha valido de los islamistas radicales en su provecho, por lo menos, desde la invasión soviética de Afganistán (incluso antes en la Indonesia de Sukarno). Ha creado, mejor dicho, alimentado un 'monstruo' que se ha vuelto varias veces en su contra (recordemos el 11-S o los atentados de Atocha, por ejemplo, y no aprendemos —no aprenden nuestros gobernantes—, después de estos atentados se les volvió a apoyar en Libia y luego en Siria). Y volvemos a empezar.

Llevamos 14 años en una supuesta 'Guerra contra el Terrorismo' que no ha hecho más que incrementarlo. Y encima se cuelgan medallas nuestros ineptos dirigentes mundiales. En vez de apagar el fuego lo han dispersado más. Y lo peor es que quienes pagan las consecuencias son los de siempre, los de a pie. Que no tomamos ninguna decisión pero corremos el riesgo. Porque los sacrificados de esta absurda guerra son los más débiles, tanto las víctimas de los atentados terroristas como las de los bombardeos de nuestro democrático Occidente.

La guerra civil siria no se hubiese llevado a cabo si otros países no hubiesen metido su hocico. Cuando cayó el Muro de Berlín (allá por 1989) y se desintegró la URSS (1991), algunos nos dijeron que iba el mundo a cambiar a mejor. La Guerra Fría acababa (con el triunfo occidental) y con ella la política de bloques. ¡Qué ingenuos éramos! Fue todo a peor.

Desde principios de los años 90 del siglo pasado, las guerras no han decrecido sino aumentado. La OTAN no desapareció, sino se convirtió en el organismo internacional más agresivo de la historia de la humanidad. Intervenciones militares y más guerras en nombre de nuestras «libertad y democracia». ¿Quién diría que la ausencia de principios e ideas es lo peor? En nombre de tales principios se ha matado mucho más.

Y vuelvo a repetirme, ¡las decisiones de unos las pagan otros, los más débiles y sencillos! Todo acto institucional a favor de las víctimas y contra el terrorismo, me repugna.

KRATES


Fuente:
 

lunes, 28 de septiembre de 2015

La crisis humanitaria desembarca en Europa


15 septiembre 2015

«¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?»
(El niño yuntero, MIGUEL HERNÁNDEZ.)

Se me empañan los ojos cada vez que veo la foto del cuerpo sin vida de Aylan Kurdi, el pequeño ahogado en las aguas del Egeo cuando su familia intentaba llegar a Grecia desde Turquía. En sus facciones, borrosas en la imagen, desdibujadas sobre la arena, no puedo evitar ver las de mi propia hija, apenas medio año menor que ese minúsculo niño. Afortunadamente, ella juega ahora alegre en la terraza. En cambio, el otro ha perecido sepultado por las olas de la guerra, que persiguen implacablemente a sus víctimas más allá de las fronteras y a través de los continentes. Sin culpa alguna, su frágil inocencia inerme se ha convertido en icono de los miles y miles de pequeños masacrados en una, muchas, guerras inhumanas, cuyos padecimientos no han alcanzado tanta repercusión mediática, vaya a saber por qué. No por falta de merecerla, desde luego. En este diminuto cuerpo exangüe habitan todos los bebés decapitados por las bombas de barril o las niñas que agonizan entre convulsiones por el gas mostaza. También los subsaharianos desaparecidos entre las olas en la costa de Libia, las adolescentes esclavizadas por los yihadistas del DAESH (Estado Islámico) y los jóvenes afganos sin futuro en un país arrasado. No es de extrañar que tan pesada carga asfixiase tan pequeña vida.

Entre lágrimas, casi sin poder hablar, el padre del pequeño que pereció junto a su hermano mayor y la madre de ambos, dijo que esperaba que por lo menos este terrible suceso sirviese para remover conciencias. Es un triste consuelo haberlo conseguido. Porque lo cierto es que no ha sido hasta que los cadáveres han empezado a llegar a las costas europeas, entre las balsas hinchables de refugiados con mejor fortuna, que se ha empezado a hablar de crisis humanitaria, a pesar de que ésta llevaba ya casi un lustro instalada en los campos de desplazados. Según datos de ACNUR (la agencia de la ONU para la atención a los refugiados) más de cuatro millones de sirios han huido de la guerra a Líbano, Jordania, Turquía y otros países limítrofes. Y eso sin contar los, al menos, 7.600.000 desplazados internos. El caso del Líbano, que con menos de cuatro millones y medio de habitantes, acoge a más de un millón de refugiados, debería ser suficiente para sacar los colores a tanto político europeo afanado en reducir la cuota que le corresponde a su país.

Lo que es peor, diversas agencias humanitarias pasaron meses avisando de que sus reservas para atender a esta marea humana se estaban agotando. Hasta que al final, ante la escasez de donaciones, gubernamentales y privadas, tuvieron que suspender de manera gradual desde principios de año la asistencia alimentaria a los desplazados. Este empeoramiento de las ya de por sí precarias condiciones en los campos de refugiados, ha puesto en marcha el éxodo que ahora llega a las costas europeas.

Pero aunque señalar con un dedo acusador a los políticos y ciudadanos occidentales pueda ser tentador (y sencillo), lo cierto es que estos no son sino una parte más de una ecuación muy compleja. En lo medios y en las redes sociales árabes se ha criticado mucho el significativo rechazo de los países del Golfo a recibir refugiados, a pesar del destacado papel que sus gobiernos han tenido en la guerra, apoyando cada uno a su facción armada islamista favorita. A pesar de que su desahogada economía les permitiría acoger a decenas de miles de sirios en condiciones más que dignas, se han negado a hacerlo, poniendo todo tipo de impedimentos a su entrada y asentamiento.

Por otra parte, si el régimen de El-Assad no ha colapsado todavía, en el frente militar y en el diplomático internacional, es gracias a sus aliados: Rusia e Irán, éste último a través de la milicia libanesa, Hezbolá. Es indudable que esta actuación prolonga la guerra, por ejemplo cuando el gobierno ruso aumenta su apoyo militar al régimen en vista de sus reveses de los últimos meses. Cuando se habla de intervención extranjera en Siria se pasa por alto que ésta existe desde hace mucho.

Sí, desde luego los países occidentales tienen su responsabilidad en la situación de Oriente Medio, pero el discurso antiimperialista monotemático de una parte de la izquierda está tan acabado como la guerra fría que le daba sentido. Las olas que hundieron el bote del pequeño Aylan no venían sólo del oeste.

No cabe duda de que la magnitud de la crisis y la tragedia nos obliga a replantearnos muchas certezas que han dado forma a los discursos en los países europeos, tanto el oficial como el crítico. Políticos y medios de comunicación se han esforzado siempre por introducir una falaz distinción entre inmigrantes económicos y refugiados. Esta puede parecer especialmente relevante en este caso, pero precisamente lo que hace el éxodo sirio es derribar sus premisas. La mayoría de los refugiados que llegan ahora a Europa no huyen directamente de las zonas de combate (eso ya lo hicieron hace años), sino de campos de desplazados o de países vecinos en los que las condiciones de vida se han vuelto insoportables. Y lo hacen en compañía de afganos e iraquíes en la ruta del este y de subsaharianos en la del centro del Mediterráneo, desde Libia. Todos ellos dejan detrás de sí continentes arrasados por conflictos interminables y por la miseria más absoluta, factores que se alimentan siempre entre sí y que no se pueden separar del modo nítido que querrían los oficiales de inmigración. Considerar a unos refugiados y a otros inmigrantes económicos ilegales carece de todo fundamento.

Pero también la noción de derechos humanos sobre la que se ha construido el discurso crítico, liberal o de izquierdas, hace aguas. De la manera más evidente, porque estos parecían no existir antes de que los refugiados llegaran a millares, derribando las barreras en las fronteras y consiguiendo con los cadáveres de sus hijos un triste e indeseado hueco en los medios de comunicación. Pero esto lo que pone en evidencia es la falsedad de la noción en sí. Los derechos humanos, tan caros a los liberales y a la izquierda bienpensante, no existen más que como cristalizaciones momentáneas de la lucha de los desposeídos por el reconocimiento y la supervivencia, por abolir las injusticias y las discriminaciones de que son víctimas. Los derechos no existen hasta que se conquistan.

Por eso la cadena de los miles de niños yunteros que se ahogan en nuestras costas o malviven en campos de refugiados sólo se puede romper con el martillo del corazón de quienes también hemos sido niños yunteros. De todas nosotras. No sólo porque en el caso más concreto español se tenga relativamente reciente la desoladora experiencia de la Guerra Civil y el exilio, con el legado de desarraigo y honda tristeza que comparten todos los derrotados del mundo. Sino porque la lucha de los refugiados es una barricada en la que podemos converger todos. En los países europeos somos millones de desposeídos, trabajadoras afectadas por reformas laborales, por los recortes, por las políticas de austeridad. Cuando nos defendemos de la agresiones de la case política y de los dirigentes económicos, luchando para conquistar de nuevo los derechos perdidos en el naufragio de la crisis, son también los de los refugiados los que ganamos, como futuros compañeros de tajo. Cuando la movilización en la calle derrota al racismo y a la xenofobia, cuando obliga a los gobiernos a abrir las fronteras y a recibir desplazados, son nuestros derechos los que defendemos, al afirmar nuestra libertad colectiva frente al estado y los fascismos de nuevo cuño.

El director de ACNUR ha dicho que esta crisis humanitaria no se puede resolver con medidas humanitarias (es decir, más ayudas), sino políticas. Tiene razón. Porque política es la lucha por la paz, la libertad y la igualdad, mediante movilización, acción directa y solidaridad. Cuando los dirigentes de todo el planeta participan en la masacre de los desposeídos, sea con bombas o ahogándolos en las olas del mar, es el momento de unirnos para evitarlo. Tal vez así encontremos salida a este atroz sinsentido. Tal vez así germine este pequeño grano de avena sembrado en una playa turca.

Miguel Pérez
Secretaría de Acción Social/Exteriores.

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Es Bashar al-Assad el objetivo principal de la lucha de EEUU contra el Estado Islámico?



EEUU utiliza la lucha contra el Estado Islámico como excusa para poner fin al régimen de Bashar al-Assad en Siria, afirma el presidente del Instituto de Oriente Medio de Rusia, Yevgeny Satanovsky.

El plan de EEUU de realizar ataques aéreos contra los militantes del Estado Islámico es un intento de usar la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 15 de agosto contra Siria como Estado soberano, informa Itar-Tass.

Según el experto, EEUU no oculta el hecho de que utiliza la resolución del Consejo de Seguridad como un pretexto para esconder su verdadero objetivo: acabar con Bashar al-Assad. Según el experto, el «contrato» con Turquía, Qatar y Arabia Saudita para derrocar al presidente sirio sigue en vigor.

«El presidente y el secretario de Estado de EEUU han instado la comunidad internacional a luchar contra el Estado Islámico y, al mismo tiempo, han pedido a sus aliados que apoyen a la oposición siria», continúa Satanovsky. «Es una prueba clara de que la verdadera intención de EEUU es conseguir que la oposición se haga con el poder en Damasco», remata el experto.

«No existe tal oposición siria moderada. Los antiguos miembros del llamado Ejército Sirio Libre se están uniendo a las filas terroristas. Qatar abiertamente apoya y financia el grupo denominado Estado Islámico. Son las políticas estadounidenses las que siguen alimentando el despliegue del terrorismo en Oriente Medio», concluye Satanovsky.

viernes, 28 de marzo de 2014

Turquía planeaba autobombardearse para justificar un ataque a Siria

 

El Gobierno de Erdogan decide bloquear el acceso a YouTube tras la filtración de la conversación que revela el plan

27-marzo-2014

Estambul (Efe).- Las autoridades turcas han bloqueado hoy el acceso al canal de vídeos YouTube, informa el diario turco Hürriyet en su edición digital. La Dirección de Telecomunicaciones ha comunicado esa decisión a las empresas proveedoras de internet y el bloqueo ya es efectivo, según pudo comprobar Efe.

Erdogan toma esta medida después de que la campaña para las elecciones locales del domingo en Turquía se haya calentado con la filtración de una conversación en la que parece escucharse a altos cargos políticos y militares turcos debatir un plan para fingir un ataque sirio a suelo turco y justificar así una intervención militar en el país árabe.

En la charla, subida al canal de vídeo YouTube, se escucha supuestamente al ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, discutir con jefes de las fuerzas de seguridad cómo escenificar un ataque a la tumba del sultán Solimán Sah, un minúsculo enclave turco en el norte de Siria.

Aunque no está confirmada la autenticidad de la grabación, una de las muchas filtradas en las últimas semanas, el presidente turco, Abdullah Gül, ha convocado a uno de los supuestos participantes en la charla, el subsecretario de Exteriores, Feridun Sinirlioglu, informó Hürriyet. Los otros participantes serían el jefe de los servicios secretos, Hakan Fidan, y el «número dos» del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Yasar Gürel.

Hace dos semanas, Davutoglu aseguró que Ankara no vacilaría «en tomar todas las medidas necesarias para proteger su territorio», después de que varios medios publicaran que el enclave estaba amenazado por grupos yihadistas que luchan contra el Gobierno sirio. El líder de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, ha advertido en los últimos días de que el Gobierno podría tener interés en provocar un conflicto con Siria para desviar la atención de los comicios, en un momento en que se ve sometido a presiones por un escándalo de corrupción.

martes, 1 de octubre de 2013

La FAI contra la guerra en Siria

(Septiembre 2013)

Desde la Federación Anarquista Ibérica (FAI) nos oponemos y condenamos de forma tajante la intervención militar en Siria, así como cualquier tipo de intervención militar que se realice en el mundo.

El pueblo sirio tomó parte en las revueltas de la denominada Primavera Árabe, levantándose contra la dictadura y la opresión del régimen. Las luchas intestinas por el control político, religioso y económico de la zona entre Arabia Saudí e Irán, así como de EEUU-Israel y Rusia, han llevado a una guerra totalmente sectaria y sin cuartel, en la que la víctima directa de este genocidio es el pueblo.

Condenamos la estrategia de EEUU de crear confusión, manipular a través de todos los medios de comunicación a su servicio, y mentir para legitimar la intervención imperialista, tal y como hizo en su día en Afganistán, Iraq o Vietnam, y hará en un futuro.

Además, mostramos todo nuestro asco y repulsión hacia todos los partidos y sindicatos españoles que, declarándose de izquierdas, apoyan los genocidios como los existentes actualmente en Siria (por su Gobierno o por la intervención imperialista), así como cualquier intervención militar que desemboque en carnicerías humanas.

Nos solidarizamos con todos los pueblos y todos los trabajadores de los países árabes, que luchan a diario contra la opresión de los gobiernos, los Estados, las religiones, y sufren la represión de los mismos y de todos aquellos gobiernos títeres de intereses rusos o estadounidenses, que solo buscan defender sus intereses espurios frente al interés de los trabajadores y la libertad de los pueblos.

Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases

FAI


domingo, 1 de septiembre de 2013

'Amor y Rabia' sobre Siria


Un par de aclaraciones a Braulio:

1) El número 66 de Amor y Rabia no defiende ni justifica en ningún momento al Estado sirio. El contenido de este número en su totalidad (28 páginas) es una denuncia de las mentiras y manipulaciones de los medios de comunicación y las ONGs para apoyar la agresión imperialista occidental. Nuestros argumentos se basan en datos (un total de 110 citas a pie de página, así como varios cientos de enlaces a artículos de internet son la base) y no en especulaciones, mitos o mentiras. Ese debe de ser la base de un debate anarquista: el resto es hacerle el juego al imperialismo y al Estado. Informarse cuesta, y en muchos casos la información ni siquiera está disponible en español. Por ello, el objetivo que tenemos en la revista es poner a disposición del Movimiento Libertario y la población en general toda la información posible para facilitar la comprensión del mundo en el que nos ha tocado vivir y dar lugar a un debate que no se base en el pensamiento único del poder.

2) Hablar de Siria es hablar de Oriente Medio, y eso implica hablar de temas como el fundamentalismo islámico, las actuales guerras por el petroleo y el gas, el enfrentamiento entre la OTAN y la OTSC, el conflicto Palestino, sionismo y antisemitismo, el puzzle libanés, la lucha entre Arabia Saudí e Irán, el surgimiento del anarquismo en el mundo islámico, los conflictos internos entre las élites turcas… La mayoría de estos temas son casi tan desconocidos como la región misma, por lo que este número no será, ni mucho menos, el único dedicado al tema.

3) Amor y Rabia lleva denunciando desde sus inicios (en 1995) el intervencionismo occidental, que bajo supuestos argumentos humanitarios lo que persigue es aplastar a sus enemigos, al precio que sea. Desde entonces hemos denunciado las intervenciones en Ruanda (1994), Yugoslavia (1990s), Kosovo (1998-99), Timor Este (en el suplemento Ateología), y ahora Siria. Y lo mismo habríamos hecho con Libia de haber podido. En todas estas intervenciones «humanitarias» la defensa de los derechos humanos no ha sido nunca más que una excusa para invadir países y destruir a gobiernos incómodos para los intereses occidentales. Amor y Rabia surgió en el seno del movimiento antimilitarista y de la insumisión total en los años 90, y hemos visto cómo ese movimiento fue destruido mediante la excusa humanitaria, que ha logrado neutralizar toda resistencia a la barbarie militarista. Por ello mismo consideramos fundamental denunciar la mentira humanitaria destapando lo que bajo ella se oculta.

4) En ningún momento defendemos en la revista al clan Al-Assad y su sistema dictatorial, heredero de la mezcla entre nacionalismo árabe y marxismo que tantas dinastías ha generado (Cuba, Libia, Corea del Norte…). Pero eso no quiere decir que no se pueda denunciar el matonismo occidental hacia los estados del resto del mundo, que es lo que hacemos en la revista. Pensar que denunciar el militarismo es «entrampar(se) en las pugnas entre una y otra forma de opresión», lo único que consigue es dejar el camino libre al discurso del pensamiento único occidental, y de esa forma hacerle el juego a la OTAN. Y es lamentable ver la ausencia absoluta del más mínimo pensamiento crítico frente a la barbarie cada vez mayor de las potencias occidentales, sumidas en una lucha desesperada por conservar su hegemonía.

5) Lo que sí es cierto es que el título y subtítulo de la revista son manifiestamente mejorables, ya que deberían de denunciar los medios de comunicación y las ONGs, que es su contenido. Es más, como no es el último número dedicado a Siria, ni mucho menos, el título debería ser SIRIA (1): Las ONGs y los Mass media contra Siria, o algo similar, y en el caso de que saquemos una segunda edición lo cambiaremos.

Por cierto, como nuestro objetivo es fomentar el debate difundiendo información, todos los números de la revista Amor y Rabia estarán disponibles en internet, para que todo el mundo pueda conocer nuestros argumentos. Este número está disponible en: https://www.mediafire.com/view/nxpg489w5o0k8p1/SIRIA-1_04.07.2013a_(1).pdf. Tanto los números impresos, como artículos sueltos sobre diversos temas están accesibles en nuestro blog: http://revistaamoryrabia.blogspot.com.

Salud

Amor y Rabia
(24-julio-2013)


miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Se adaptará el escenario de los bombardeos de Yugoslavia a Siria?


27/08/2013

Siria está más cerca que nunca de repetir el destino de Yugoslavia de los años 90, en otras palabras, sufrir bombardeos por parte de países occidentales sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, según algunos analistas.

La propia Casa Blanca admite que el precedente de Kosovo es uno de los muchos escenarios que están siendo discutidos en las reuniones que mantiene sobre el conflicto en Siria. «Es prematuro por el momento decir que estamos preparando justificaciones legales para la acción militar. Pero Kosovo, sin duda alguna, es un precedente parecido», publicó el diario The New York Times citando a un alto cargo gubernamental estadounidense que habló en condición de anonimato.

«Lo que está pasando ahora en Siria tiene mucho en común con los prolegómenos de los bombardeos de Yugoslavia, aunque en aquel caso el argumento de los países de Occidente no fueron las armas de destrucción masiva, sino el sufrimiento de los kosovares», comentó Fiódor Lukiánov, redactor jefe de la revista Rusia en la política global, a la radio rusa Vesti FM.

«Al Gobierno de Slobodan Milošević le imputaban limpiezas étnicas, pero la gota que colmó el vaso fue la masacre de Račak. Hubo una investigación por parte de la OSCE [Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa], no de la ONU, que incluso compuso un informe donde presentó los resultados. Pero luego acabaron con todo esto, sin permitir al público conocer los detalles. En el caso de Siria, el Gobierno dio acceso a los inspectores de la ONU y estarán investigando pero, sinceramente, ahora ya no importa», subraya Lukiánov.

«Aquí se repite el esquema que viene de la época de los Balcanes, En el caso del ataque en Yogoslavia evidenetemente había una decisión de poner en jaque al gobierno que estaba enfrentando a EE.UU. y que tenía un discurso de oposición a la base imperial. En el caso de Bashar Al-Asad, como en casos anteriores, con Sadam Husein pasó lo mismo, evidenentemente no pueden tolerar que un mandatario no sea su perrito faldero de EE UU. Esto es un manual que se repirte permanentemente país por país", se expresa en la misma línea el analista internacional Carlos Aznárez.

La acusación contra las tropas serbias del asesinato en Račak jamás fue comprobada con certeza. La Agencia de Información de EE UU publicó un informe que aseguraba que las víctimas eran civiles fusilados. Sin embargo, un grupo de expertos bielorrusos y finlandeses testimonió que los muertos tenían huellas de pólvora en las manos y que los cuerpos tenían balazos, pero no su ropa, lo que les hizo concluir que a los cadáveres les cambiaron de ropa para simular que eran civiles. Pero el público general no tuvo acceso a esta información y lo sucedido en Račak sirvió de pretexto para que la OTAN lanzara un bombardeo de 78 días —entre marzo y junio de 1999— contra la entonces Yugoslavia. La llamada «Operación Fuerza Aliada» no fue autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU: Rusia y China habían usado su derecho de veto para impedir una operación militar internacional.

Muchos países calificaron la operación en Yugoslavia de violación de la Carta de la ONU y de actos de crímenes de guerra. La campaña se cobró la vida de 528 civiles, 88 niños entre ellos, según la cifra de Human Rights Watch, y dejó el país semidestruido y contaminado con la radiación proveniente de armamento con uranio empobrecido usado por la Alianza Atlántica Norte.

Los bombardeos de 1999 constituyeron la segunda gran operación de combate de la OTAN desde su creación en 1949. La primera fue la Operación Fuerza Deliberada, también en Yugoslavia, entre finales de agosto y mediados de septiembre de 1995. De pretexto oficial sirvió la masacre del mercado de Markale durante el asedio de Sarajevo (guerra de Bosnia, 1992-1995), cuando el 28 de agosto de 1995 cinco proyectiles de mortero dejaron un saldo de 37 muertos y 90 heridos. A pesar de que no se pudo detectar quién lanzó los proyectiles, la OTAN empezó con los bombardeos.

«El Ejército de Liberación de Kosovo que estaba armada por EE UU incluso en sus manifestaciones populares levantaban la bandera de EE UU, eso se repite con el Ejército Libre Sirio, con mercenarios de Al-Nusra. Pero lo más patético es que EE UU arma a muchos de estos mercenarios que después a veces apuntan con sus armas a los intereses norteamericanos», concluye el analista Carlos Aznarez.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Thierry Meyssan: «Terroristas sirios fueron entrenados por el UÇK en Kosovo»

Entrevista con la revista serbia Geopolitika

Thierry Meyssan responde a las preguntas de la publicación serbia Geopolitika. Nos vuelve a hablar sobre su interpretación del 11 de Septiembre, sobre los acontecimientos en Siria y la actual situación en Serbia.



Geopolitika: Señor Meyssan, usted se hizo mundialmente célebre cuando publicó el libro La Gran Impostura que pone en duda la versión oficial de las autoridades estadounidenses sobre los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Su libro estimuló a otros intelectuales a expresar sus propias dudas sobre aquellos trágicos acontecimientos. ¿Pudiera usted explicar brevemente a nuestros lectores lo que realmente sucedió aquel 11 de septiembre? ¿Qué fue lo que realmente impactó o explotó en la sede del Pentágono? ¿Fue un avión u otra cosa? ¿Qué pasó con los aviones que chocaron contra las Torres Gemelas? Sobre todo, ¿qué pasó con el tercer edificio, cercano a esas torres? ¿Cuál es el contexto más profundo de esos atentados, que tuvieron repercusiones mundiales y que tanto han modificado el mundo?

Thierry Meyssan: Es sorprendente que la prensa mundial haya adoptado la versión oficial, de un lado porque esa versión es absurda y, por otro lado, porque esa versión deja sin explicación una parte de los hechos.

La idea de que un fanático, desde una cueva en Afganistán, y una veintena de individuos armados con cortapapeles hayan podido destruir el World Trade Center y asestar un golpe al Pentágono sin que el ejército más poderoso del mundo lograse evitarlo no es ni siquiera digna de un comic. Pero mientras más grotesca es la historia menos preguntan los periodistas occidentales.

Por otro lado, la versión oficial no menciona la especulación bursátil sobre las compañías víctimas de los atentados, ni el incendio del anexo de la Casa Blanca, ni el derrumbe de un tercer rascacielos del World Trade Center, hecho que se produjo al mediodía. Todos esos hechos ni siquiera se mencionan en el informe final de la investigación presidencial.

Además, nunca se habla de lo único importante entre todo lo que sucedió aquel día. Después del atentado del World Trace Center, el plan de continuidad del gobierno fue activado ilegalmente. Existe un procedimiento, aplicable en caso de guerra nuclear. Si se comprueba la aniquilación de las autoridades civiles, el mando pasa a un gobierno militar alternativo. Hacia las 10.30 h., ese plan fue activado a pesar de que las autoridades civiles se mantenían en capacidad de ejercer sus responsabilidades. El poder pasó a los militares, que no lo restituyeron a los civiles hasta las 16.30 h. Durante todo ese tiempo, se activaron comandos que fueron a buscar a casi todos los miembros del Congreso y del gobierno para ponerlos a buen recaudo en refugios antiatómicos. Hubo, por lo tanto, un golpe de Estado militar que duró varias horas, justo el tiempo necesario para que los golpistas impusieran su propia línea política: estado de urgencia interno e imperialismo global en el exterior.

El 13 de septiembre se presentó al Senado la Patriot Act, que no es una ley sino un amplio Código antiterrorista redactado en secreto a lo largo de los 2 o 3 años anteriores. El 15 de septiembre, el presidente Bush dio su aval al plan de la «matriz mundial», que instituye un amplio sistema de secuestros, de prisiones secretas, de torturas y asesinatos. En ese misma reunión [Bush] dio también su aval a un plan que preveía ataques sucesivos contra Afganistán, Irak, el Líbano, Libia, Siria, Somalia, Sudán e Irán. Como puede verse, ya se ha concretado la mitad de ese programa.

Aquellos atentados, aquel golpe de Estado y los posteriores crímenes fueron organizados por algo que podemos llamar el Estado profundo (en el mismo sentido en que se usa esa expresión para describir el poder militar secreto en Turquía o en Argelia). Todos esos acontecimientos fueron planeados por un grupo muy cerrado: los straussianos, o sea los discípulos del filósofo Leo Strauss.

Se trata de los mismos individuos que, en 1995, empujaron el Congreso estadounidense hacia el rearme y que organizaron el desmembramiento de Yugoslavia. Tenemos que recordar, por ejemplo, que Alija Izetbegovic tuvo como consejero político a Richard Perle, como consejero militar a Osama Ben Laden y como consejero mediático a Bernard-Henri Lévy.

Geopolitika: El libro que usted escribió y la actitud antiamericana que usted ha expresado libremente a través de su red independiente Voltaire le valieron una serie de problemas que usted tuvo personalmente con la administración del ex presidente francés Nicolas Sarkozy. ¿Pudiera hablarnos un poco más sobre esto? En el artículo que usted escribió sobre el señor Sarkozy, titulado «Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso a uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa», usted publicó información muy delicada, que nos recuerda las obras de suspense político-criminales.

Thierry Meyssan: Yo no soy antiamericano. Soy antiimperialista y pienso que el pueblo de Estados Unidos también es víctima de la política de sus propios dirigentes.

En cuanto a Nicolas Sarkozy, yo revelé que fue educado durante su adolescencia, en Nueva York, por el embajador [estadounidense] Frank Wisner Jr. Ese personaje es uno de los cuadros más importantes de la CIA, que a su vez fue fundada por su padre Frank Wisner Sr. El resultado es que la carrera de Nicolas Sarkozy estuvo completamente determinada por la CIA. Así que nada tiene de sorprendente que, ya convertido en presidente de la República Francesa, Sarkozy haya defendido los intereses de Washington en vez de defender los intereses de los franceses.

Los serbios conocen muy bien a Frank Wisner Jr. Fue él quien organizó la independencia unilateral de Kosovo, como representante especial del presidente de Estados Unidos.

Yo expliqué todo eso detalladamente en una intervención en el Eurasian Media Forum (en Kazajstán) y me pidieron que desarrollara ese tema en un artículo para Odnako (publicación rusa). Y resultó que, por pura casualidad, el artículo se publicó durante la guerra de Georgia, en el momento en que Sarkozy visitaba Moscú. El primer ministro Vladimir Putin puso la publicación encima de la mesa, antes de comenzar la conversación con él. Por supuesto que eso no mejoró mis relaciones con Sarkozy.

Geopolitika: Señor Meyssan, ¿cuál es la situación actual en Siria, la situación en el frente y la situación en la sociedad siria? ¿Están cerca de alcanzar su objetivo Arabia Saudí y Qatar, así como los países occidentales que quieren derrocar por la fuerza el sistema político del presidente Bashar al-Assad?

Thierry Meyssan: De los 23 millones de sirios, alrededor de 2 millones o 2 millones y medio apoyan a los grupos armados que están tratando de desestabilizar el país y de debilitar su ejército. Estos han tomado el control de algunas aglomeraciones y de amplias zonas rurales. Pero es imposible que esos grupos armados logren derrocar el régimen.

El plan occidental inicial preveía que las acciones terroristas engendraran un ciclo de provocación/represión que justificaría una intervención internacional, siguiendo el modelo del terrorismo del UÇK [Ejército de Liberación de Kosovo] y de la represión ulterior de Slobodan Milosevic, a los que siguió la intervención de la OTAN. Hay que señalar de paso que está comprobado que grupos combatientes en Siria recibieron entrenamiento como terroristas de parte de miembros del UÇK y en territorio de Kosovo.

Ese plan fracasó porque la Rusia de Vladimir Putin no es la Boris Yeltsin. Moscú y Pekín prohibieron la intervención de la OTAN y la situación se mantiene sin resolver.

Geopolitika: ¿Qué pretenden obtener Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Arabia Saudita y Qatar con el derrocamiento del presidente al-Assad?

Thierry Meyssan: Cada uno de los Estados miembros de la coalición tiene sus propios intereses en esa guerra y cree poder satisfacerlos, cuando en realidad son intereses que se contradicen entre sí.

En el plano político existe la voluntad de romper el «Eje de la Resistencia contra el sionismo» (Irán-Irak-Siria-Hezbollah-Palestina). También existe la voluntad de proseguir el «rediseño del Medio Oriente Ampliado».

Pero lo más importante es el factor económico. Se han descubierto inmensas reservas de gas natural en el sudeste del Mediterráneo. El centro de ese yacimiento está cerca de Homs, en Siria (más exactamente en Qara).

Geopolitika: ¿Podría usted hablarnos un poco más sobre la rebelión de al-Qaeda en Siria, movimiento cuyas relaciones con Estados Unidos parecen contradictorias a la vista de sus acciones en el terreno? Usted dijo en una entrevista que las relaciones entre Abdelhakim Belhadj y la OTAN estaban prácticamente institucionalizadas. En realidad, ¿para quién hace la guerra al-Qaeda?

Thierry Meyssan: Al principio, al-Qaeda no era más que el nombre de una base de datos, del fichero informático donde figuraban los muyahidín árabes enviados a luchar contra los soviéticos en Afganistán. Por extensión, se dio el nombre de al-Qaeda al medio yihadista en el que se reclutaba a aquellos mercenarios. Después, se designó como al-Qaeda a los combatientes agrupados alrededor de Ben Laden y, por extensión, a todos los grupos del mundo que dicen inspirarse en la ideología de Ben Laden.

Según el momento y las necesidades, esa nebulosa se hizo más o menos numerosa. Durante la primera guerra de Afganistán, la guerra de Bosnia y las guerras de Chechenia estos mercenarios eran considerados «combatientes de la libertad», porque luchaban contra los eslavos. Posteriormente, durante la segunda de Afganistán y la invasión de Irak, fueron considerados «terroristas» porque atacaban a los soldados estadounidenses. Desde la muerte oficial de Ben Laden, se han convertido nuevamente en «combatientes de la libertad», en las guerras contra Libia y contra Siria, porque ahora luchan del lado de la OTAN.

La realidad es que esos mercenarios siempre estuvieron bajo el control de los Sudairis, la facción proestadounidense y archireaccionaria de la familia real de Arabia Saudita, específicamente bajo el control del príncipe Bandar Ben Sultán. Este último, a quien George Bush padre presentó siempre como su «hijo adoptivo» –o sea, como el hijo varón inteligente que le habría gustado tener– actuó siempre por cuenta de la CIA. Incluso en la época en que al-Qaeda luchaba contra los soldados estadounidenses, en Afganistán y en Irak, lo hacía en interés de Estados Unidos en la medida en que aquello permitía justificar la presencia militar estadounidense.

En los últimos años los libios se han hecho mayoritarios en al-Qaeda, así que la OTAN los utilizó para derrocar el régimen de Muamar el-Gadafi. Cuando lograron derribarlo, nombraron gobernador militar de Trípoli al número 2 de la organización, Abdelhakim Belhaj, a pesar de que la justicia española reclama su captura debido a su presunta responsabilidad en los atentados de Madrid. Posteriormente lo enviaron a Siria, junto con sus hombres. Para trasladarlos [a Siria], la CIA utilizó los medios del Alto Comisariado para los Refugiados, gracias a Ian Martin, el representante especial de Ban Ki-moon [el secretario general de la ONU] en Libia. Los supuestos refugiados fueron trasladados a varios campamentos en Turquía que sirvieron como bases de retaguardia para atacar Siria y a los que no han podido tener acceso los parlamentarios turcos ni la prensa.

Ian Martin es otro conocido de los lectores de Geopolitika. Fue secretario general de Amnistía Internacional y después fue representante del Alto Comisario para los Derechos Humanos en Bosnia-Herzegovina.

Geopolitika: Siria se ha convertido en teatro no sólo de una guerra civil sino también de una guerra mediática y de manipulaciones. Como testigo directo, como alguien que está en el lugar de los hechos, queremos preguntarle a usted ¿qué sucedió verdaderamente en Homs y en Hula?

Thierry Meyssan: Yo no soy testigo directo de lo pasó en Hula. Pero fui tercera parte de confianza en las negociaciones entre las autoridades sirias y las autoridades francesas durante el asedio del Emirato Islámico de Baba Amro. Los yihadistas se habían atrincherado en ese barrio de Homs, de donde expulsaron a los infieles (los cristianos) y a los herejes (los chiitas). En realidad, sólo unas 40 familias sunnitas se habían quedado allí, en medio de unos 3.000 combatientes. Aquella gente había instaurado la charia y un «tribunal revolucionario» condenó a más de 150 personas a ser degolladas en público.

Aquel Emirato autoproclamado era dirigido en secreto por oficiales franceses. Las autoridades sirias querían evitar ordenar el asalto y negociaron con las autoridades francesas para lograr la rendición de los rebeldes. En definitiva, los franceses lograron salir de la ciudad durante la noche y huir hacia el Líbano, mientras que las fuerzas leales entraban en el Emirato y los combatientes se rendían. Así se evitó el baño de sangre y al final hubo menos de 50 muertos en la operación.


Geopolitika: Además de los alauítas, en Siria los cristianos también se han convertido en blanco. ¿Podría hablarnos usted un poco más de la persecución contra los cristianos en ese país y de por qué la supuesta civilización occidental, cuyas raíces son precisamente cristianas, no da muestras de la menor solidaridad hacia sus correligionarios?

Thierry Meyssan: Los yihadistas arremeten prioritariamente contra quienes más cerca están de ellos: en primer lugar, contra los sunnitas progresistas; luego contra los chiítas (incluyendo a los alauítas) y sólo después están los cristianos. Generalmente torturan y matan pocos cristianos; pero los expulsan sistemáticamente y roban todos sus bienes. En la región próxima a la frontera norte del Líbano, el Ejército Sirio Libre dio una semana a los cristianos para que huyeran de allí. Se ha producido un éxodo brutal de 80.000 personas. Los que no huyeron a tiempo han sido masacrados.

El cristianismo fue fundado en Damasco por San Pablo. Las comunidades sirias son anteriores a las de Occidente. Han conservado los ritos antiguos y una fe extremadamente fuertes. La mayoría son ortodoxas. Las que están vinculadas a Roma han conservado sus ritos ancestrales. En tiempos de las Cruzadas, los cristianos del Oriente lucharon junto a los otros árabes en contra de la soldadesca enviada por el Papa. Hoy en día están luchando junto a sus conciudadanos, contra los yihadistas enviados por la OTAN.

Geopolitika: ¿Puede esperarse un ataque contra Irán el año próximo y, de producirse una intervención militar, cuál sería el papel de Israel? ¿El ataque contra las instalaciones nucleares es realmente un objetivo de Tel Aviv o existe una estructura mundialista, interesada en desestabilizar profundamente las relaciones internacionales, que está empujando a Israel hacia esa aventura?

Thierry Meyssan: Lo que sucede es que Irán es portador de una Revolución. Es el único gran país que propone actualmente un modelo de organización social que constituye una alternativa al American Way of Life. Los iraníes son un pueblo místico y persistente. Ellos han enseñado a los árabes el arte de la resistencia y se oponen a los proyectos del sionismo, no solo en la región, sino en el mundo.

Sin embargo, a pesar de sus bravatas, Israel es incapaz de atacar Irán. Y los propios Estados Unidos han renunciado a atacarlo. Es un país de 75 millones de habitantes deseosos todos de morir por su patria. Mientras que el ejército israelí se compone de jóvenes cuya experiencia militar se limita a la represión contra los palestinos y el ejército estadounidense se compone de desempleados que no tienen intenciones de morir por una paga miserable.

Geopolitika: ¿Cómo ve usted el papel de Rusia en el conflicto sirio y el papel del presidente de Rusia, Vladimir Putin, ampliamente demonizado por la prensa occidental?

Thierry Meyssan: La demonización del presidente Putin por parte de la prensa occidental es el homenaje del vicio a la virtud. Después de haber levantado de nuevo su país, Vladimir Putin quiere devolverle su lugar en las relaciones internacionales y ha basado su estrategia en el control de lo que está llamado a ser la principal fuente de energía del siglo XXI: el gas. Gazprom ya se convirtió en la primera compañía mundial de gas y Rosneft en la primera compañía petrolera. Es evidente que Putin no tiene intenciones de permitir que Estados Unidos se apodere del gas sirio ni tampoco de dejar que Irán explote su propio gas sin control. Por lo tanto, tenía que intervenir y aliarse con Irán.

Además, Rusia está convirtiéndose en el principal garante del Derecho Internacional, mientras que los occidentales justifican, en nombre de una moral de pacotilla, la violación de la soberanía de las naciones. Así que no hay que temer el poderío ruso porque está al servicio del Derecho y de la Paz.

En junio pasado, Serguei Lavrov negoció en Ginebra un plan de paz, que Estados Unidos pospuso unilateralmente pero que Barack Obama debería en definitiva concretar durante su segundo mandato. Ese plan prevé el despliegue de una Fuerza de Paz de la ONU, conformada principalmente con tropas de la OTSC [la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva]. También incluye que Bashar al-Assad se mantenga en el poder si el pueblo sirio así lo decide a través de las urnas.

Geopolitika: ¿Qué piensa usted de la situación en Serbia y del difícil camino que ha recorrido Serbia en los dos últimos decenios?

Thierry Meyssan: La serie de guerras que Serbia tuvo que enfrentar agotó a este país, sobre todo la conquista de Kosovo por parte de la OTAN. Esa fue en realidad una guerra de conquista ya que concluyó con la amputación del país y con el reconocimiento que los miembros de la OTAN otorgaron a la independencia de Camp Bondsteel, o sea de una base de la OTAN.

Una mayoría de serbios creyó que tenía que acercarse a la Unión Europea. Eso es ignorar que la Unión Europea es la cara civil de una entidad única cuya cara militar es la OTAN. Históricamente, la Unión Europea fue creada en aplicación de las cláusulas secretas del Plan Marshall, o sea que es anterior a la OTAN. Pero no por eso deja de ser un elemento del mismo proyecto de dominación anglosajón.

Es posible que la crisis del euro desemboque en una dislocación de la Unión Europea. En ese caso, Estados como Grecia y Serbia se volverán espontáneamente hacia Rusia, país que comparte con ellos numerosos elementos culturales y una misma exigencia de justicia.

Geopolitika: Hay quienes, de manera más o menos directa, sugieren a Serbia que renuncie a Kosovo para poder entrar a la Unión Europea. Usted tiene gran experiencia en materia de relaciones internacionales, así que le preguntamos sinceramente si tiene usted algún consejo sobre lo que deberían hacer los serbios en materia de política interna y de política exterior.

Thierry Meyssan: Yo no soy quien para dar consejos a nadie. Por mi parte, deploro que ciertos Estados hayan reconocido la conquista de Kosovo por parte de la OTAN. Kosovo se ha convertido desde entonces en un puente para la distribución en Europa de las drogas que se cultivan en Afganistán bajo la vigilante protección de las tropas estadounidenses. Ningún pueblo se ha beneficiado en nada con esa independencia, y muchísimo menos la población de Kosovo, que ahora vive bajo el yugo de una mafia.

Geopolitika: Entre Francia y Serbia existía una fuerte alianza que dejó de tener sentido cuando Francia participó en los bombardeos contra Serbia, en 1999, en el marco de la OTAN. Existen, sin embargo, tanto en Francia como en Serbia, personas que no olvidan «la amistad de las armas» de la Primera Guerra Mundial y que piensan que habría que reactivar esas relaciones culturales hoy rotas. ¿Comparte usted ese punto de vista?

Thierry Meyssan: Uno de mis amigos, con quien escribí Le Pentagate, sobre el ataque del 11 de septiembre contra el Pentágono –con un misil y no con un avión fantasma–, es el comandante Pierre-Henri Bunel. Durante la guerra, la OTAN lo arrestó por espionaje a favor de Serbia. Posteriormente, lo entregaron a Francia, que lo juzgó y lo condenó a 2 años de cárcel en vez de cadena perpetua. Ese veredicto demuestra que en realidad actuó por órdenes de sus superiores.

Francia, como país miembro de la OTAN, se vio obligada a participar en la agresión contra Serbia. Pero lo hizo de mala gana y ayudando a Serbia más a menudo de lo que la bombardeaba.

Actualmente Francia está en una situación aún peor, gobernada por una élite que, para proteger sus propios beneficios económicos, se ha puesto al servicio de Washington y de Tel Aviv. Yo espero que mis compatriotas, que comparten una larga historia revolucionaria, acabarán expulsando del poder a esas élites corruptas. Y espero que, para ese momento, Serbia habrá recuperado su verdadera independencia. Se producirá entonces el reencuentro espontáneo entre nuestros dos pueblos.

Geopolitika: Muchas gracias por el tiempo que nos ha concedido.