«La utilización de la caridad religiosa como válvula de escape a un estallido social es una opción abiertamente apoyada por los responsables de la planificación social y económica que estamos sufriendo. La destrucción de la verdadera idea de la solidaridad sustituida por un falso individualismo miope viene aparejada por la sustitución también de aquello que una vez se consideró “derecho” para caer en el campo de la caridad cristiana. De esta forma se sustrae el protagonismo de aquel que reclama algo que le pertenece para pasar a ser un sujeto pasivo sobre el que se ejerce la caridad con la condición implícita de su resignación y sumisión. Analizaremos esta idea con el ejemplo de Cáritas, Intermón-Oxfam y las Fundaciones de Bancos de Alimentos.»
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viernes, 30 de enero de 2015
domingo, 14 de diciembre de 2014
Ouróboros: La espiral de la pobreza
Desde febrero de este año, el Grupo Anarquista Albatros se ha embarcado en un proyecto audiovisual que está a punto de ver la luz. Se trata de un documental sobre la solidaridad en contraposición a las formas de caridad de la Iglesia que, también y cada vez más, hace suyas el Estado. Ofrecemos a nuestros lectores una entrevista con miembros del grupo.
Diciembre 2014
¿De dónde viene la idea de impulsar una película sobre este tema?
Pues nos animamos a intentarlo a raíz de la investigación que un miembro de nuestro grupo, Julio, había hecho sobre este tema. Vimos que la participación de quienes han estado o están en proyectos de solidaridad de base y sus experiencias topándose contra las instituciones de beneficencia de toda la vida ligadas a la Iglesia católica podían ser un buen complemento a la crítica que ya se estaba haciendo en forma de conferencias.
¿De dónde viene y qué significa «Ouróboros»?
Hubo algunas reticencias a poner esta palabra por ser poco común, pero finalmente nos decidimos porque encierra una alegoría que refleja perfectamente el mecanismo de la caridad. Es una palabra de origen griego que hace referencia a un sistema cerrado, infinito, del que no se puede salir (entre otras acepciones). Estamos acostumbrados a verlo representado por una serpiente comiéndose la cola y seguro que muchos se acuerdan del «Auryn» de aquella obra genial de Michael Ende titulada La historia interminable. Con ello queremos simbolizar la realidad perversa, donde quienes son los responsables de la miseria de una parte importante de la población (cada vez mayor) con sus políticas desde los distintos gobiernos, con la explotación indiscriminada de los trabajadores desde la patronal, o con la mentira defensora del orden vigente desde los púlpitos, se colocan a continuación en la primera línea de la «preocupación por la pobreza» e impulsan donativos respondiendo a un deber cristiano, que es mucho menos molesto que la ética, que cuestionaría el origen de su riqueza. Hay quien lo ha apuntado certeramente al decir que es contra la riqueza contra lo que hay que luchar, no contra la pobreza, porque una es el origen de la otra.
¿Con quién habéis contado para la realización del documental?
En la parte técnica hemos contado con gente de un nivel profesional al que no estamos acostumbrados, si somos sinceros, y se va a notar en el acabado final. Pero además de las cámaras y el sonido ha sido realmente emotivo poder contar con compañeras en las tareas de transcripción, traducción, subtitulado y otras, que se ofrecieron desde el primer minuto y sin cuyo esfuerzo militante no lo hubiésemos terminado ni en el tiempo ni con la calidad que lo vamos a poder disfrutar.
Por otro lado, para dar voz a la historia, hemos creído conveniente entrevistar a personas como Gonzalo Puente Ojea, ex embajador en la Santa Sede y autor de muchos libros desmontando el cristianismo que hemos heredado y en defensa del ateísmo, y Ana Lima, presidenta del Consejo General del Trabajo Social, desde donde se denunció el programa «Entre Todos» en el primer minuto de emitirlo en la televisión pública. Desde el plano de la lucha organizada asambleariamente incorporando prácticas de intervención social participan dos portavoces del colegio cordobés ocupado Rey Heredia, un miembro del Campamento Dignidad de Mérida, que nos cuenta su choque con la Fundación Banco de Alimentos de Badajoz, un miembro de la asamblea del 15-M del barrio madrileño de Tetuán donde montaron un Banco de Alimentos propio que fue cerrado por la policía por la intervención de la FESBAL (Federación Española de Bancos de Alimentos) y dos personas de la OFIAM (Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras, también barrio de Madrid). A todos y todas ellas y a otros que no mencionamos no nos cansaremos de agradecer lo fácil que nos han puesto las cosas. También utilizamos una entrevista en radio a nuestro compañero Julio Reyero para aportar datos de su investigación sobre las instituciones de caridad más relevantes a las experiencias que cuentan el resto de compañeros.
¿Cómo habéis financiado la película?
Pues como no podía ser de otra forma con la colaboración de quienes nos rodean en primer lugar. Las fundaciones Anselmo Lorenzo y Aurora Intermitente han participado generosamente, así como varios compañeros de nuestro grupo y de los demás grupos de la Federación Anarquista Ibérica. También nos ha echado una mano AMAL (Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores), así como sindicatos de la CNT como Aranda de Duero, Málaga, Salamanca, Toledo y muchas otras personas que se sintieron interesadas por el tema a raíz de los artículos y las charlas que se han dado al respecto. Aprovechamos estas líneas para mandar un saludo cariñoso a todos ellos, y a todas aquellas personas que siguen colaborando o piensan hacerlo al leer esta entrevista, a las que invitamos a ponerse en contacto con el grupo.
Ha sido un desembolso considerable si hablamos en bruto y teniendo en cuenta a lo que estamos acostumbrados, pero en relación al resultado se ha abaratado muchísimo por la colaboración de toda la gente participante que ha creído que merecía la pena que este proyecto saliese adelante. Desde luego no podemos esperar que algo así salga de las instituciones del régimen porque es un hachazo a la raíz ideológica del sistema.
¿Cuándo y dónde pensáis estrenar la película?
Pues si todo va como esperamos estaría todo dispuesto para finales de enero y pretendemos hacer una presentación llamativa en una sala de cine con bastante aforo. Todavía no lo tenemos atado, pero es probable que sea en el Cine Doré de la Filmoteca Española o si no es posible buscaríamos una sala similar. Creemos que el tamaño es adecuado porque tendrá bastante repercusión, o al menos eso esperamos, tanto por la diversidad de la gente que ha colaborado como por la temática. Que sepamos no hay otros trabajos parecidos en torno a este tema, e incluso medios considerados de izquierdas tienen como referencia de lucha contra la pobreza el modelo de Cáritas y sus informes.
Posteriormente lo pondremos a disposición pública y gratuita en Internet, y para que pueda verse en zonas de habla no hispana lo estamos traduciendo y subtitulando al inglés, francés, alemán, probablemente italiano y esperanto, como no podía ser menos. Si pasado enero alguien tuviese dificultades en encontrarlo puede ponerse en contacto con nosotros y le facilitamos la forma de conseguirlo.
Para finalizar, diremos que esperamos que sea interesante para la mayoría de espectadores, que tenga muchos y que resulte útil en el combate en el que estamos por darle la vuelta a la tortilla en un mundo en el que se envían seis furgones policiales a desahuciar de su casa a una anciana de 85 años en Vallecas al mismo tiempo que se protege a dirigentes políticos que han robado en dinero público casi la misma cantidad que le reclaman a esta señora (véase el caso de Beltrán Rodríguez, no es un ejemplo inventado). Va a tener razón la Iglesia sobre que es una crisis de valores, pero no los que ellos creen.
jueves, 11 de diciembre de 2014
La limosna, esa manzana envenenada
(Diciembre de 2013)
Acostumbrados como estamos a la propaganda, más aún en fechas próximas a las celebraciones navideñas, puede parecer difícil explicar qué es la «caridad» y por qué juega un papel importante en el mantenimiento de un orden social como el que sufrimos. La imagen de Teresa de Calcuta acogiendo «intocables» moribundos o la de comedores de la Iglesia en los que vemos crecer las colas todos los días chocan frontalmente con la imagen de Emilio Botín disfrutando de la Fórmula 1 o los resultados bursátiles de las grandes empresas sobre el parquet del Paseo del Prado. El aparente juego malabar de establecer una relación entre las dos cosas se convierte, a poco que se preste atención, en algo más parecido a los eslabones de una gran cadena firmemente soldada.
Acostumbrados como estamos a la propaganda, más aún en fechas próximas a las celebraciones navideñas, puede parecer difícil explicar qué es la «caridad» y por qué juega un papel importante en el mantenimiento de un orden social como el que sufrimos. La imagen de Teresa de Calcuta acogiendo «intocables» moribundos o la de comedores de la Iglesia en los que vemos crecer las colas todos los días chocan frontalmente con la imagen de Emilio Botín disfrutando de la Fórmula 1 o los resultados bursátiles de las grandes empresas sobre el parquet del Paseo del Prado. El aparente juego malabar de establecer una relación entre las dos cosas se convierte, a poco que se preste atención, en algo más parecido a los eslabones de una gran cadena firmemente soldada.
Empecemos por el principio, ¿qué es la caridad? La caridad es un precepto religioso que sólo puede ejercerse en una sociedad dividida en clases sociales. En su propia definición lleva implícita una desigualdad social asumida, pues obliga al creyente a entregar sus bienes a quienes carecen de lo que a él le sobra. Todas las religiones, como buenos somníferos que contribuyen a la paz social, incluyen este mandato entre las órdenes de su dios. En el Cristianismo es una de las tres virtudes teologales junto a la Esperanza (un pecado en la Grecia Clásica) y la Fe. En el Islam toma el nombre de Zakat y en el judaísmo el de Tzezaka, que establece ocho niveles distintos de «calidad» de la misma a la hora de cumplir con Dios. Dependerá de la mayor o menor voluntad de quien entrega la caridad así como del anonimato o conocimiento de los implicados en el proceso. En el caso del budismo se llega hasta a exigir que se entregue incluso lo necesario para uno mismo.
Esta aparente forma de redistribución de la riqueza exige unas posiciones y tiene unas consecuencias para los participantes que es necesario tener en cuenta para valorar en su justa medida lo que la limosna lleva implícito, incluso si, haciendo un esfuerzo, no queremos dudar de sus intenciones.
A pesar de todos los discursos sobre el desinterés de esta práctica, no puede haber tal desinterés cuando se está actuando por mandato directo de dios y la desobediencia, según cualquier precepto religioso, se castiga eternamente. En ocasiones, donde no se mantiene una creencia, juegan un papel importante los sentimientos de satisfacción personal o directamente la rentabilidad publicitaria cuando la acción caritativa es de una envergadura considerable. Evidentemente, son quienes se ven en posesión de la riqueza concentrada aquellos cuya situación permite donaciones verdaderamente efectivas y sobretodo visibles.
Pero quizá la principal razón por la que la élite social impulsa la caridad es porque el sistema socioeconómico no va a ser puesto en tela de juicio. Demos de comer al pobre, pero que nadie pregunte por qué no puede hacerlo por sí mismo, parece ser la máxima.
Aquél que recibe esta acción caritativa tampoco está autorizado a hacerse preguntas. Su papel queda relegado al de un mero instrumento de la voluntad divina y objeto para que otro desarrolle la caridad en los términos que acabamos de explicar. La consecuencia para quienes se ven obligados por las circunstancias a sobrevivir de la dádiva es que como mínimo deberá asumir el rol pasivo que se le adjudica y someterse al modelo social que le ha llevado a esa miseria, culpabilizándose con frecuencia a sí mismo de su suerte. La destrucción de la personalidad que esto supone es incalculable, y esta desactivación de la contestación social que podrían suponer los «pobres» es para las élites uno de los valores más importantes de la caridad.
Sabiendo que la mayor parte de las organizaciones dedicadas a la caridad (y por supuesto las más importantes) pertenecen a la Iglesia Católica, no se puede desdeñar tampoco el adoctrinamiento religioso que la caridad supone debido a la natural gratitud desarrollada por quienes reciben aquello que necesitan. Esto no viene sino a reforzar la resignación a las condiciones de vida impuestas por cuanto quien espera algo en la prometida «otra vida» adormece la voluntad de conseguirlo en ésta.
Pero, ¿esa es la voluntad de la Iglesia? ¿Cuál ha sido su actitud histórica ante las propuestas de acabar con el sistema social que produce una legión de pobres? Todo el empeño de esta institución ha sido defenderlo con uñas y dientes por todos los medios a su alcance. Esto es lo que se deduce de un vistazo a las encíclicas elaboradas por el papado en la segunda mitad del siglo XIX. «Quanta Cura», elaborada en 1864 por Pío IX, está repleta de condenas entre las que destacan la dirigida contra la libertad de expresión y contra la libertad de culto. Bajo la idea de que estas libertades no son más que la libertad de «perdición», y una vez establecida que la única fuente de verdad es la religión católica, se ahoga toda voz que cuestione el poder.
De igual forma, León XIII dicta la «Rerum Novarum» en 1891, acusando al socialismo (generalizando a todas sus corrientes, entre ellas el anarquismo) de empeorar la condición de los trabajadores. Asimismo defiende sin rubor la propiedad privada «con derecho estable y perpetuo». «Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes y de la propiedad privada», llega a decir. Si esta es la posición de la institución religiosa más grande del mundo que impulsa de manera activa la práctica de la caridad, queda claro que ésta última no viene a romper el yugo que establece esa misma propiedad privada que defienden férreamente. Oscar Wilde apreció la hipocresía de este comportamiento: «Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto» (El alma del hombre bajo el socialismo, 1898).
Pero en el caso de las religiones lo inmoral se relativiza a medida que se asciende en la escala social, y la justicia no es un valor a aplicar en este mundo. Atendiendo al comportamiento de dos de las instituciones caritativas más importantes, y de una de las ONGs más carismáticas relacionadas con la Iglesia, nos podremos hacer una idea de lo expuesto anteriormente.
Cáritas es una organización internacional que trabaja en cerca de 200 países con 162 sucursales. Una de ellas es la que desarrolla su actividad en España, con 6.000 organismos en parroquias y 68 en obispados. A pesar de su vinculación estatutaria a la Iglesia Católica, sólo un 2% de su financiación proviene de ella. Alrededor de un 40% del dinero procede de subvenciones públicas y el resto de empresas y donantes privados.
Uno de sus principales mecenas ha sido Amancio Ortega, dueño de Inditex, que entregó a la organización 20 millones de euros en octubre de 2012, la mayor donación realizada a una ONG. Este acto de caridad ocupó primeras páginas de todos los diarios nacionales, así como minutos de oro en los informativos de radio y televisión, una publicidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Lo que no ocupó el tiempo noticiable fueron las inspecciones que el gobierno brasileño llevó a cabo en fábricas que suministran el 90% de la ropa a Inditex. Allí se liberaron a 15 personas en lo que se calificó de «semiesclavitud» y se levantó acta de la presencia de niños. De igual modo Inditex ha tenido que hacer frente a numerosas denuncias por condiciones de trabajo similares en Argentina.
En el mismo grupo de grandes personalidades «filantrópicas» podríamos incluir a Joan Roig, dueño de la cadena de supermercados Mercadona, que suministró 42.000 kilos de comida a través de un convenio firmado con Cáritas. Al mismo tiempo, el señor Roig impulsaba en los medios con comentarios grotescos la reforma laboral que Fátima Báñez llevó al Congreso para su aprobación en 2012. Para Roig, nuestro «derroche» ha sido una de las causas de lo que han llamado «crisis económica», insta a «desincentivarnos» de usar la Sanidad, la Educación y la Justicia como se ha hecho con las bolsas de plástico, y hay que alabar el esfuerzo laboral de los bazares chinos como ejemplo que deberíamos seguir, además de teorizar sobre la necesidad de rebajar las condiciones de vida de los trabajadores (aún más, se entiende) si no queremos «esforzarnos más». A pesar de aparecer constantemente como empresa modelo del sector, no sólo por la obtención en 2012 de unos beneficios de 508 millones de euros, sino por su compromiso ético, Mercadona es una de las empresas más condenadas por acoso laboral a las mujeres, obstaculizando las bajas por maternidad e incapacidad y acumulando decenas de sentencias por abuso. Evidentemente no le ha venido mal una campaña de imagen.
El ex-ministro de Asuntos Exteriores de Aznar, Abel Matutes, con una larga trayectoria política enraizada en el franquismo y un imperio de hoteles y compañías de transporte, da nombre a la fundación que dirige su familia, que entregó 60.000 euros a Cáritas y otras organizaciones. También obtuvo pingües beneficios de una parcela comprada justo el día anterior de su expropiación por el Consejo Insular, que indemnizó generosamente. En sintonía con este tipo de movimientos sospechosos ha estado la actividad de una de sus hijas, Stella Matutes, imputada por tráfico de influencias como consejera de Vías y Obras, al recalificar terrenos donde las empresas familiares proyectaban edificar. Su actividad destructiva del patrimonio ecológico de Ibiza con la construcción de hoteles de su grupo y el impulso de autopistas ha sido una constante como método de amasar una fortuna y posteriormente ejercer la caridad.
La colaboración de la clase política madrileña con Cáritas, a través de Ignacio González, se escenificó en la entrega de mil viviendas del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid). Que el organismo dedicado a facilitar el acceso a la vivienda haga dejación de funciones en manos de una organización de caridad es el ejemplo más claro de la idea de justicia social que tienen. Siendo conscientes de que ningún organismo público ni responsable político alguno ha cumplido nunca con la obligación de que nadie esté en la calle habiendo viviendas vacías, la «clave de bóveda» de la maniobra es que al IVIMA se le pueden exigir responsabilidades por ello, pero a Cáritas no. Por si el asunto no era suficientemente vergonzoso, antes de la entrega desalojaron a gente de algunas de las viviendas que Cáritas afirma tener la intención de alquilar (a unos 200€)… ¡a familias desahuciadas!
En el plano internacional Cáritas ha sido puesta en tela de juicio en más de una ocasión. Los machetes enviados por la organización a Ruanda, utilizados en el genocidio de 1994, y la colaboración con los asesinos de Madeleine Raffin, responsable de Cáritas en la región de los Grandes Lagos, han sido algunas de las acusaciones que detalla Jean-Paul Gouteux en su libro Apología de la blasfemia. En la recta final de las guerras que trocearon Yugoslavia a finales de los años 90, los camiones de Cáritas Internacional fueron utilizados para transportar armas desde el puerto de Ancona hasta el norte de Albania como publicó en su día el Corriere de la Sera.
En marzo de 2013 ha renovado por cuatro años más la presidencia de Cáritas española Rafael del Río Sendino, el que fue Director General de la Policía entre enero del 83 y noviembre del 86 y Director de Seguridad de Iberia posteriormente. En el cuerpo desde 1962, fue ascendido por José Barrionuevo, y estuvo en el ojo del huracán durante la investigación sobre los GAL, siendo interrogado por las circunstancias que rodearon el asesinato de Santiago Brouard, y llegando a un punto en que la acusación popular pidió su encarcelamiento por encubrir el terrorismo de Estado. Sus faltas de memoria fueron también noticia durante la investigación de la desaparición de Santiago Corella, el «Nani». Desde luego, teniendo en cuenta quién dirige la institución poco puede sorprender quién colabora con ella.
Intermón & Oxfam
En este caso, bajo una apariencia totalmente laica y una actividad de proyectos de cooperación, «comercio justo» y denuncia social, se encubre el control más o menos directo de la Compañía de Jesús (su nombre original fue «Secretariado de Misiones y Propaganda de la Compañía de Jesús») y la colaboración en el «Consejo Asesor» de algunos de los principales responsables de la situación social que sufrimos.
El nombre de Antonio Gutiérrez, ex-secretario general de CCOO, ex-diputado del PSOE y ex-asesor de la Fundación Caja Madrid, será conocido por muchos, aunque es probable que no tantos se acuerden de que fue el responsable en el año 97 de un acuerdo con el primer gobierno de Aznar por el que se redujo la indemnización por despido, por poner un solo ejemplo.
Ramón Forn sin embargo es un nombre que no sonará a nadie. Este asesor de Intermón, relacionado con ESADE, es socio-director de McKinsey Spain, consultoría que lo mismo hace informes para Iberia relacionando salarios y productividad que justifiquen los últimos ataques de la compañía contra los trabajadores, que analiza sistemas sanitarios, como hizo en 2001, para acabar concluyendo (¡cómo no!) que era necesaria la introducción del sector privado en el sistema sanitario público. Mckinsey también recomendaba «complementar» las coberturas con seguros privados.
Pero los casos de Inocencio Arias y de Rafael Arias Salgado formando parte del consejo asesor de Intermón son especialmente sangrantes. Inocencio Arias fue Director General del Real Madrid y durante su estancia en la entidad deportiva los neonazis de Ultrasur se paseaban con total libertad por las instalaciones compadreando incluso con la directiva, que les compraba la lotería de navidad, a pesar de las decenas de sentencias acumuladas por agresiones y tenencia ilícita de armas. Pero si por algo se le recuerda es por ejercer de embajador en la ONU del gobierno cuando Aznar envió tropas a Irak, aventura neocolonial que ha defendido siempre como «legal y legítima».
Rafael Arias Salgado, además de ser hijo de un ministro franquista y de presidir PROSEGUR entre el año 83 y 85, fue el ministro de Fomento que en abril del 98 desarrolló la famosa Ley del Suelo, con las consecuencias sobre los precios de la vivienda conocidas por todos. Hoy preside Carrefour España (razón por la que no es extraño encontrar los productos de Intermón en sus estantes) y World Duty Free Group, empresa que se ha hecho con la concesión de las tiendas «Duty Free» de 11 aeropuertos españoles, entre ellos Barajas. Esta gestión le pertenecía a la empresa pública ALDEASA hasta que su colega Rodrigo Rato la privatizó cuando ambos eran ministros.
Con este «material humano» no es extraño que el «comercio justo» que patrocina haya caído rápidamente en manos de multinacionales como Carrefour, o que hayan suscrito convenios con Sol Meliá, propiedad de la familia Escarrer (una de las 10 fortunas más grandes de España), que construye en México en zonas de alto valor ecológico, enajena el agua potable en Costa Rica para regar campos de golf como el del Resort Paradisus en Playa Conchal, devasta bosques de manglar y presiona a los gobiernos para que deroguen las leyes de protección de estos ecosistemas, por no hablar de la explotación semiesclavista de sus trabajadores.
Creo que se puede convenir sin esfuerzo que si esta gente es la que asesora a la ONG es imposible que su acción vaya encaminada a nada que se parezca a la justicia ni a la igualdad, siendo responsables de la brecha social abierta en sentido opuesto a esos términos.
Pero sin duda la institución caritativa más mediática últimamente es la FESBAL. A esto ayudó el premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2012 votado por un jurado en el que se encontraban Rodrigo Rato y Alicia Koplowitz entre otros. Como vemos, la presencia de estos sujetos en el impulso caritativo es constante, y una muestra más es el nombramiento de la señora Ana Botella como presidenta honorífica del Banco de Alimentos de Madrid. Aprovechando su nombramiento impulsó la inversión de su patrimonio en la SICAV Gescartera en el año 2001.
La FESBAL tiene una vinculación con el Opus Dei estrecha. El desarrollo de la organización fue gracias al impulso de un empresario barcelonés y del sacerdote de la Obra José María Sanabria, como así lo relata su actual presidente, José Antonio Busto Villa en una entrevista a la web de Torreciudad publicada en la página oficial del Opus. Otro de los indicios de esta relación lo tenemos en que el anterior y el actual presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Mariano Posadas y José María Zárate, son socios supernumerarios.
Conviene saber que la FESBAL no reparte comida directamente a los pobres, algo que con frecuencia se soslaya. En la memoria del Banco de Alimentos de Madrid de 2011 podemos comprobar que son parroquias, conventos y monasterios en más de un 90%. Pero dentro de los pocos centros que no son religiosos podemos sorprendernos al encontrar a dos instituciones antiabortistas, la Fundación Vida y Provida-Alcalá. Tampoco se explica por qué reparten alimentos en el Seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal o en los colegios que los Legionarios de Cristo poseen en El Plantío (Mahadahonda) y en La Moraleja, de mujeres y hombres respectivamente. Lo que sí vemos es que han recibido para ello 40.000 euros de la Comunidad de Madrid, 24.687 del Ayuntamiento de Madrid y 3.100 del consistorio alcalaíno. En el verano de 2012 ya fue un escándalo el hecho de conocerse que en una residencia femenina de Granada regentada por las monjas franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo estuviesen dando alimentos procedentes de la FESBAL a las niñas a las que cobraban más de 600 euros por alojamiento y manutención.
En definitiva, queda claro que las instituciones religiosas siempre serán firmes defensoras de la autoridad, y por tanto del orden establecido. En ocasiones algunas organizaciones están encubriendo su vinculación a la Iglesia eludiendo así su responsabilidad en la actitud de aquella. La caridad, como hemos visto, está impulsada por quienes sostienen el statu quo, ya que no cuestiona el origen de la pobreza y contribuye a la paz social. Las necesidades básicas para no caer en la exclusión no podemos dejarlas en manos de la misma gente que provoca esa miseria y debemos reinventar mecanismos de solidaridad que atendiendo estas necesidades continúen generando o recuperando conciencia de clase y espíritu de lucha.
miércoles, 10 de diciembre de 2014
El Opus Dei y los bancos de alimentos
5 diciembre 2014
¿Qué tienen en común los bancos de alimentos de España y la Obra creada por San José María? Porqué los supernumerarios del Opus están metidos de lleno en la dirección de las macrocampañas de recogida de alimentos que movilizan a miles de voluntarios y entidades y que se justifican apelando a la solidaridad —antes le llamábamos caridad y beneficencia— para hacer frente a los estragos de la crisis? ¿Por qué lo hacen y qué ganan con ello?
Los cuatro Bancos de Alimentos de Cataluña han recogido una cifra récord, 4,7 millones de toneladas de productos alimentarios básicos —un millón más que el año pasado— en la sexta edición de El Gran Recapte. En esta ocasión se han movilizado 22.000 voluntarios en torno a 2.070 puntos de recogida en mercados y supermercados repartidos en 371 municipios. En el conjunto español, esta gran manifestación de la caridad la convoca la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que tiene —como puede leerse en la web habilitada para la campaña www.granrecogidadealimentos.org— luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntarios y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes supermercados, medios de comunicación o empresas de seguros privados.
Según la entidad Filantropófagos (el negocio de la pobreza), los Bancos de Alimentos se define —según su web— como «organizaciones sin ánimo de lucro basados en el voluntariado y cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. La organización de un Banco de Alimentos se orienta a un funcionamiento similar al de una empresa, con distintas áreas y un equipo de dirección».
Pero además del gesto ciudadano y solidario entre iguales que quieren con su modesta aportación evitar que un vecino pase hambre… ¿Quién está detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?
Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda «Banco de Alimentos» nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.
Las vinculaciones del Banco de Alimentos con el Opus Dei no son sólo a través de los supernumerarios en puestos de responsabilidad. Son múltiples las referencias de cargos directivos y colaboradores del Banco de Alimentos a las enseñanzas y el ideario del fundador del Opus Dei, San José María Escriba de Balaguer.
«Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría; y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de Alimentos.»
Pedro Pereira, que actualmente preside del Banco de Alimentos de Vigo fue el coordinador general de estudios del colegio del Opus Dei Montecastelo de Vigo.
¿Utiliza el Opus Dei los Bancos de Alimentos para hacer proselitismo? Quizá las declaraciones que podemos ver en el siguiente vídeo (a partir del minuto 5:00) de José María Zarate, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid a los voluntarios nos puedan aclarar este punto.
Si bien pudiera parecer casualidad el que destacados miembros de la Prelatura personal de la Iglesia Católica ocupen cargos de responsabilidad en el Banco de Alimentos, esto no deja de resultar llamativo. ¿Qué interés respalda esta presencia? ¿Ésta es solo fruto del compromiso personal o responde a una estrategia de más hondo calado? Esta presencia llama más la atención si tenemos en cuenta que en las cúpulas de las grandes empresas financieras y de distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan también miembros de esta prelatura y que cuando esto es no así, una parte importante de sus cargos ejecutivos se han formado en la escuela de negocio del Opus Dei, el IESE.
A través del Banco de Alimentos se nos presenta a las grandes empresas de distribución, bancos y ejecutivos de grandes empresas como entes altruistas. Estas empresas distribuidoras controlan el 70% del mercado de alimentos y qué mejor que ellas para liderar esta gran obra benéfica. Sin embargo los motivos de estas alianzas aparentemente solidarias, introducen componentes de rentabilidad económica. Pudiera parecer que las grandes distribuidoras de alimentos se acercan a este tipo de actividades filantrópicas solo con la intención de mejorar su imagen de empresa. Pero, además del efecto publicitario, un interesante negocio se esconde detrás de la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen con sus colaboraciones desinteresadas? Según podemos leer en este artículo:
—Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.
—Mejoran su imagen de responsabilidad social corporativa.
—No tienen costes en la destrucción bien sea de excedentes o de productos al límite de su fecha de caducidad.
—Se ahorran también el transporte y la retirada de los productos. Y la distribución a las entidades beneficiarias de las donaciones, pues lo hace un ejército de voluntarios.
—Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%).
—A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina que haya ricos y pobres.
—Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.
—Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.
Estas empresas saben que los stocks donados evitan la caída de precios y el gasto de destruirlos y aprovechan la ley que permite la desgravación del 35% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.
Pero por si estos beneficios a las grandes superficies fuera poco, en un perverso ejercicio de nueva filantropía, anualmente y en fechas señaladas como las prenavideñas, desde los medios de comunicación apelan a la ciudadanía a campañas de «Gran donación de Alimentos». Esta presión mediática, que habitualmente suele enmascararse con el rigor informativo, lleva a que olvidamos que detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra «compra de alimentos». Los alimentos «donados» en realidad son adquiridos por los solidarios ciudadanos en estas grandes superficies donde son estratégicamente ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así un incremento de sus cifras de negocio y beneficios.
Parece evidente que más allá del mero efecto publicitario, el Banco de Alimentos resulta un pingüe negocio para algunas empresas. Sin embargo, detrás de la beneficencia, se encuentran otros intereses más espurios capaces de unir al OPUS, entidades financieras, grandes empresas trasnacionales y aseguradoras privadas. En los Think Tanks donde el gran capital pergeña su estrategia futura, negocios enmascarados como iniciativas solidarias ocupan un lugar destacado. En tiempos de crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una doble función social.
Por una parte sirven de antídoto contra la movilización, tranquilizando las conciencias de solidarios donantes e indignados con la injusticia social. Estas acciones que apelan directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se cuestionan ni se plantean dar respuesta a las injustas causas que generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia siempre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo).
Se recupera así la vieja estrategia de reforzar las estructuras benéficas generadoras de dependencia, con ánimo de mitigar la posible respuesta social de aquellas personas en situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder.
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Logotipos de las empresas que colaboraron en la gran recogida de alimentos del año pasado. |
sábado, 27 de septiembre de 2014
¡DENUNCIADOS POR PROTESTAR!
Os dejamos aquí un comunicado de los participantes en una concentración que tuvo lugar en el Burgo de Osma. Cinco manifestantes, —cuatro de ellos afiliados y militantes de CNT-ARANDA DE DUERO— que han sido denunciados y a quienes se les pretende imponer una multa de hasta 300,51€ a cada uno. Simplemente por protestar.
El apoyo de tod@s será la victoria de tod@s. Salud y fuerza en la lucha.
COMUNICADO
El pasado 28 de Julio del año corriente cinco personas, a título individual, de las cuales en su mayoría éramos afiliados y militantes de CNT en Aranda de Duero, acudimos al Hotel Termal de la localidad soriana de El Burgo de Osma con motivo de la presencia en el lugar de Rouco Varela, donde iba a abrir, con una de sus conferencias, la vigésima séptima edición de los cursos de verano de la Universidad de Santa Catalina. Nuestro objetivo era, simple e inocentemente, ejercer nuestro derecho consubstancial, amén de constitucional, a expresar públicamente nuestro rechazo al poder ejercido por la Iglesia, de una manera u otra, en los asuntos públicos, humanos y mundanos. Poder que, hoy y aquí, representa más que nadie la persona pública, humana y mundana del Arzobispo Cardenal.
Al poco de desplegar la pancarta, y al poco de mantener durante unos minutos una ‘amena’ conversación con el Capitán Jefe de la 3ª Compañía de Soria de la Guardia Civil —quien, por cierto, se preocupó de si teníamos trabajo y, de paso, en qué empresas… Así como de si «éramos anarquistas»... Y hasta ¡de quienes eran los padres de uno de nosotros!... Chitón— se personaron a instancias suyas dos subordinados del puesto de la localidad, quienes, «amablemente», procedieron a identificarnos con objeto de poder disponer de nuestros nombres, direcciones y caras bonitas en caso de que «alguien del Hotel Termal deseara denunciarnos». Cosa que pudieron hacer sin oposición ni resistencia alguna de nuestra parte.
Tras esto, proseguimos con nuestro ejercicio de libertad de expresión dado que, según ellos, —y según nosotros— no podíamos molestar a nadie, ni cometíamos delito ni pecado alguno... Obvio dado que mantuvimos bien desplegada nuestra pancarta y coreamos a viva voz unas frases que bien vieron y escucharon ellos durante más de media hora. Evidente también, dado que, tras identificarnos, explícitamente nos dijeron que: «podíamos continuar gritando nuestras protestas y haciendo nuestras cosas»… ¡Blanco y en botella!… pues dijimos «leches».
Pues bien, es el caso que durante las últimas semanas se nos han ido remitiendo, a cada uno de nosotros, un «acuerdo de iniciación de procedimiento sancionador», merced a las exclusivas denuncias de nuestros dos animadores de verde, con una multa que podría ascender a 300,51 € por barba.
Según el indigno mamotreto relativo a «los modos y maneras de reprimir al personal en lucha contra su opresor», las mismas están fundamentadas en que nuestros actos fueron «la infracción leve de un precepto de la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana». Concretamente por «alterar la seguridad colectiva u originar desórdenes en las vías, espacios o establecimientos públicos».
Mediante este comunicado los cinco afectados manifestamos nuestra indignación y repulsa a estas reprobables denuncias, ya que lo nuestro fue un mero ejercicio de una libertad de expresión que supuestamente existe.
En verdad, no podemos evitar considerar la hipótesis de que la pretensión de sablearnos constituya un intento de parte del cuerpo civil-militar y de la administración correspondiente del Estado por acallar y atajar la más mínima voz en unas tierras poco acostumbradas a manifestantes —lástima de dios…—. Aunque denuncias como éstas, por idénticos o parecidos motivos, estén a la orden del día aquí, allá, y en todas partes.
En concreto, ¿de qué se nos acusa? En concreto se nos acusa de que «perturbamos la normal actividad de las personas hospedadas, la de los asistentes a la conferencia que iba a celebrarse y la de las personas que se encontraban paseando por las inmediaciones». Continuando diciendo que tales viandantes se sintieron molestos por nuestra «falta de respeto a sus creencias».
Nosotros decimos que, si es sancionable manifestar públicamente nuestro rechazo al poder político y económico de la Iglesia —que sigue teniéndolo—, así como a su rancio poder ideológico —que no quiere perder y no deja de ejercer, antaño más que hogaño (lástima de dios…) con cuentos de película de terror gore—, entonces quienes nos oponemos a ello podríamos encausar cientos de veces a la Iglesia y a sus portavoces; así como a tantas personas a quienes inevitablemente tenemos que oír unas ideas retrógradas con las que, lógicamente, no estamos de acuerdo y que, por nuestra parte, consideramos dañinas a la sociedad, dañinas al ser humano, y dañinas a su progreso. Precisamente porque, sinceramente —y por ello— nos ofenden o, al menos, nos pueden ofender. Y si cinco voces y una pancarta suponen provocar un desorden en las vías, espacios o establecimientos públicos, creemos que obviamente es peor eso de las procesiones de la Semana Santa...
Por otra parte, a nosotros nos gustaría poder recomendar a la Benemérita —en fin…— que no hablase por los propietarios del Hotel Termal, ni por los hospedados allí, ni por los viandantes a quienes dicen que «alteramos en su normal actividad» —tal como no han hablado por Rouco Varela, a quien no citan ni como molesto ni como importunado—. En cuanto a «los viandantes», decir que las más de las veces nos expresaron su apoyo, llegando a sostener la pancarta junto a nosotros dos personas que nos lo pidieron con entusiasmo y que, afortunadamente, no fueron identificadas.
Pero no. No hay más denuncias que la de un par de guardias civiles, quizá porque a ellos sí que les «alteramos su normal actividad» al tener que acudir a la llamada de su superior…
Siendo todo así, los cinco participantes en la concentración recurriremos y combatiremos todas las denuncias. La justicia y la dignidad —amén del derecho constitucional— nos alienta y nos asiste.
Para acabar, queremos agradecer pública y encarecidamente el entregado apoyo y solidaridad de CNT-ARANDA para con nosotros. Apoyo y solidaridad con el que sabíamos que contaríamos desde el principio, y con el que sabemos que contaremos hasta el final.
miércoles, 23 de julio de 2014
81º aniversario del Concordato Imperial
El pasado 20 de julio se cumplió el octagésimo primer aniversario de la firma del Concordato entre la Santa Sede y el Tercer Reich alemán, Hitler y Pio XI. Por parte del Vaticano lo hacía el cardenal Pacelli (futuro Pio XII, y reconocido anticomunista) y por la alemana era el vicecanciller Von Papen (quien apoyo el ascenso al poder de Hitler meses antes, y declarado católico), como se ve en la foto.
Este acuerdo supuso el reconocimiento del régimen nazi por la Iglesia católica (con algunas excepciones minoritarias) e incluso su subordinación, como el del Artículo 16 en el que los obispos y arzobispos alemanes tenían que prestar juramento de fidelidad al Tercer Reich. También es conocida la pasividad que mantuvo ante el Holocausto judío y otras atrocidades cometidas por los nazis y sus aliados (entre ellos muchos católicos) el cardenal Pacelli cuando ya era Papa durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Más tarde el clero se justificó aduciendo que fueron engañados por los nazis... ¡Qué hipócritas! Sí llevan casi dos milenios abrazados al poder y se las conocen todas los muy pícaros.
domingo, 19 de enero de 2014
La Iglesia y la escuela
Por ALEXANDER BERKMAN
Sí, amigo mío, siempre ha sido así. Es decir, la ley y el gobierno han estado siempre del lado de los amos. El rico y el poderoso siempre te han engañado mediante «la voluntad de Dios», con la ayuda de la Iglesia y la escuela.
¿Pero tiene esto que permanecer siempre así? En los antiguos tiempos, cuando la gente era esclava de algún tirano, de un zar o de otro autócrata, la Iglesia (de cualquier religión o denominación) enseñaba que la esclavitud existía por «la voluntad de Dios», que era buena y necesaria, que no podía ser de otra manera y que cualquiera que estuviera contra ella estaría contra la voluntad de Dios y era un hombre descreído, un hereje, un blasfemo y un pecador.
La escuela enseñaba que esto era bueno y justo, que el tirano gobernaba «por la gracia de Dios», que su autoridad no podía ser cuestionada, y que había que servirle y obedecerle.
El pueblo lo creía y permanecía esclavo. Pero poco a poco surgieron algunos hombres que llegaron a ver que la esclavitud era mala, que no era justo que un hombre estuviera sometido a todo un pueblo y fuera señor y amo de sus vidas y de sus trabajos. Y fueron al pueblo y le dijeron lo que pensaban.
Entonces el gobierno del tirano se lanzó sobre esos hombres. Se les acusó de quebrantar la ley del país, se les llamó alborotadores de la paz pública, criminales y enemigos del pueblo. Los mataron y la Iglesia y la escuela dijeron que era correcto, que merecían la muerte como rebeldes contra las leyes de Dios y del hombre. Y los esclavos lo creyeron.
Pero no se puede suprimir la verdad para siempre. Gradualmente cada vez vinieron más personas a descubrir que los «agitadores» que habían matado llevaban razón. Llegaron a comprender que la esclavitud era injusta y mala para ellos y su número creció continuamente. El tirano dio leyes severas para suprimirlos; su gobierno hizo todo lo posible para detenerlos y para detener sus «designios malvados». La Iglesia y la escuela denunciaron a esos hombres. Fueron perseguidos y acosados y ejecutados a la manera de aquellos días.
Algunas veces los ponían en una gran cruz y los clavaban a ella, o les cortaban sus cabezas con un hacha. Otras veces eran estrangulados, quemados en un poste, descuartizados o atados a caballos y desgarrados lentamente.
Esto lo hizo la Iglesia y la escuela y la ley; con frecuencia incluso la multitud engañada, en diversos países, y en los museos actuales puedes ver todavía los instrumentos de tortura y de muerte que usaban para castigar a los que intentaban decir la verdad al pueblo.
Pero, a pesar de la tortura y de la muerte, a pesar de la ley y el gobierno, a pesar de la Iglesia y la escuela y la prensa, se abolió finalmente la esclavitud, aunque la gente había insistido en que «siempre fue así y que tiene que permanecer así».
Posteriormente, en los días de la servidumbre, cuando los nobles gobernaban sobre el pueblo ordinario, la Iglesia y la escuela estaban de nuevo de parte de los gobernantes y de los ricos. De nuevo amenazaban al pueblo con la ira divina si se atrevían a hacerse rebeldes y rehusaban obedecer a sus señores y gobernantes. De nuevo lanzaron sus maldiciones sobre las cabezas de los «perturbadores» y los herejes que se atrevían a desafiar la ley y que predicaban el evangelio de una mayor libertad y bienestar. De nuevo esos «enemigos del pueblo» fueron perseguidos, acosados y asesinados. Pero llegó el día en que la servidumbre fue abolida.
La servidumbre cedió su lugar al capitalismo con su esclavitud asalariada y de nuevo encuentras a la Iglesia y a la escuela al lado del amo y del gobernante. De nuevo truenan contra los «herejes», los descreídos que desean que el pueblo sea libre y feliz. De nuevo la Iglesia y la escuela te predicen «la voluntad de Dios»; el capitalismo es bueno y necesario, te dicen; tienes que ser obediente a tus amos, pues «es la voluntad de Dios» que haya ricos y pobres, y cualquiera que se opone a ello es un pecador, un inconformista, un anarquista.
Así, ves que la Iglesia y la escuela están todavía con los amos contra sus esclavos, exactamente igual que en el pasado. Como el leopardo, pueden cambiar sus manchas, pero nunca su naturaleza. Todavía se alinea la Iglesia y la escuela con el rico contra el pobre, con el poderoso contra sus víctimas, con «la ley y el orden» contra la libertad y justicia.
Ahora como antes, enseñan al pueblo a respetar y obedecer a sus amos. Cuando el tirano era un rey; la Iglesia y la escuela enseñaban el respeto por y la obediencia a «la ley y el orden» del rey. Cuando se abolió la realeza y se instituyó la república, la Iglesia y la escuela enseñan el respeto y la obediencia a «la ley y el orden» republicanos. ¡OBEDECER! Ese es el grito eterno de la Iglesia y de la escuela, sin importarle lo vil que sea el tirano, sin importarle lo opresivos e injustos que sea «la ley y el orden».
¡OBEDECER! Pues si tú dejaras de obedecer a la autoridad, podrías comenzar a pensar por ti mismo. Eso sería lo más peligroso para «la ley y el orden», la mayor desgracia para la Iglesia y la escuela. Pues entonces tú descubrirías que todo lo que ellos te han enseñado era mentira, y que solo lo hacían con el objetivo de mantenerte esclavizado, en la mente y en el cuerpo, de modo que tú continuaras trabajando y sufriendo y estando tranquilo.
Un despertar así por tu parte sería ciertamente la mayor calamidad para la Iglesia y para la escuela, para el Amo y el Gobernante.
Pero si has llegado así de lejos conmigo, si has comenzado ahora a pensar por ti mismo, si comprendes que el capitalismo te roba y que el gobierno con su «ley y orden» se encuentra ahí para ayudar a que te hagan eso, si te das cuenta que todas las agencias de la religión y de la educación institucionalizadas sirven tan sólo para engañarte y para mantenerte en la esclavitud, entonces te puedes sentir con razón ofendido y gritar: «¿No hay justicia en el mundo?».
El ABC del comunismo libertario
(1937)
(1937)
martes, 10 de diciembre de 2013
El periódico británico THE GUARDIAN pone al descubierto las relaciones financieras entre Mussolini y el Vaticano
LA IGLESIA CATÓLICA SE NIEGA A HACER COMENTARIOS SOBRE LAS EVIDENCIAS
El periódico británico The Guardian ha hecho saltar la liebre de una de las fuentes de financiación de la Iglesia Catolica durante la primera mitad del pasado siglo XX. Según el rotativo londinense, el Vaticano adquirió propiedades en Suiza, Francia e Inglaterra con el dinero recibido del Gobierno del dictador fascista Benito Mussolini durante durante los años que duró su régimen en Italia.
29 de enero de 2013
El periódico británico The Guardian ha hecho saltar la liebre de una de las fuentes de financiación de la Iglesia Catolica durante la primera mitad del pasado siglo XX. Según el rotativo londinense, el Vaticano adquirió propiedades en Suiza, Francia e Inglaterra con el dinero recibido del gobierno del dictador fascista Benito Mussolini durante durante los años que duró su régimen en Italia. A esa conclusión llegó el diario británico después de someter a una investigación periodística los datos que poseía y acudiendo a los archivos del servicio de inteligencia británico.
El Vaticano, escribe The Guardian, utilizando una red de empresas fantasmas, se hizo con la posesión de edificios en Londres, como el de la tienda de Bulgari en la calle New Bond o el del banco Capital Altium en la plaza de Saint-James, así como con otros bienes inmuebles en el Reino Unido, Francia y Suiza, por un valor total de unos 800 millones de dólares.
El dinero para hacer posible este tipo de operaciones de compra, había sido recibido por la Santa Sede en 1929, del Gobierno de Benito Mussolini a cambio del reconocimiento formal por parte de la Iglesia Católica de su régimen fascista.
No obstante los datos aportados por The Guardian, el arzobispo Antonio Mennini, representante oficial del Vaticano ante el Gobierno de Londres, se negó a comentar las evidencias mostradas por el periódico londinense.
PRECISIONES SOBRE EL ARTÍCULO DEL PERIODICO BRITÁNICO
Por otra parte, el también conocido periodista de investigación, Daniel Estulin, precisó que la información del británico The Guardian «puede ser interesante para la gente de la calle», pero para los expertos «nada de lo que se está contando es obviamente una sorpresa». En opinión de Estulin, la Santa Sede siempre ha escondido su dinero, ya que en primer lugar es una organización que se centra en los negocios, y no en la religión. «El Vaticano siempre ha sido una empresa de negocios, lo de la religión es secundario», apunta el periodista. «La religión tiene 1.700 años, y esa gente durante 1.700 años se ha dedicado a ganar dinero. Ese su negocio principal», indicó el periodista.
Daniel Estulin, que es el autor del súper ventas La verdadera historia del Club Bilderberg, conduce en la radiotelevisión rusa RT, el programa «Desde de la sombra». Cada semana entrevista a algunos de los expertos más polémicos en el mundo de la política profunda, desvelando por el camino los secretos más oscuros de las élites y presentándolo de una forma amena al público.
«La religión —dice Estulin— tiene 1.700 años, y esa gente durante 1.700 años se ha dedicado a ganar dinero, es su negocio principal». Daniel Estulin opina que una parte de la riqueza del Vaticano se ha utilizado para formar el grupo internacional de bancos, llamado Grupo Inter-Alfa, que fue montado por la familia Rothschild, «la mano derecha de la reina de Inglaterra», y que controla un 70% de las finanzas mundiales.
Daniel Estulin señala que hay otras organizaciones, vinculadas con el Vaticano, que tienen su dinero «bien escondido» y que no han sido mencionadas por The Guardian. Entre ellas, según el periodista, se encuentran «bancos grandes y pequeños, pero muy privados y muy importantes, y muy sucios».
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