Los impuestos exigidos al pueblo para fines de guerra absorben la mayor parte del beneficio del trabajo que el ejército debería proteger. (...)
Los gobiernos alegan que los ejércitos son primordialmente requeridos para la defensa exterior. Pero esto no es exacto. Ellos son empleados, en primer lugar, para intimidar a sus propios súbditos; y toda persona que cede a la cronscripción militar se convierte en participante voluntario en todos los actos opresores del gobierno contra los ciudadanos. Es necesario señalar cuánto realiza el Estado en nombre del orden y el bienestar de la comunidad (todo ello reforzado por la autoridad militar) para convencerse de que todo hombre que cumple el deber militar se convierte en cómplice de los actos del Estado aunque no pueda aprobarlos. Todo feudo dinástico o político; las ejecuciones que se efectúan en estos feudos; la represión de las rebeliones, el concurso militar en la dispersión de manifestaciones populares; en reprimir huelgas; todas las extorsiones en materia de impuestos; la injusticia sobre el monopolio de la propiedad agrícola; las trabas por la libertad del trabajo; todo esto se realiza, si no directamente por la tropa, sí por la policía respaldada por la tropa.
Cualquiera que cumpla su deber militar se convierte en partícipe de todos estos actos; los cuales a menudo suscitan sus reparos y en la mayoría de los casos contradicen directamente a su consciencia. Los hombres no deben abandonar la tierra que han cultivado durante generaciones; no tienen por qué dispersarse por orden del gobierno; no deben pagar impuestos abusivos. Tampoco deben someterse voluntariamente a las leyes que no han contribuido a crear; tampoco deben desistir de su cultura. De consentir en deber militar tendrán que acatar la orden de golpear a los rebeldes. Sin embargo, no deben secundar estos procedimientos sin preguntarse antes a sí mismos si dichos procedimientos son o no justos. ¿Debo yo contribuir a todo esto?
La cronscripción generalizada es el último paso en el proceso coercitivo dictado por el gobierno para soporte de su general estructura. Para los ciudadanos se trata del extremo límite de la obediencia. Es la clave de arco que soporta el muro, sacada la cual se derrumba enteramente el edificio...
Lev N. Tolstoi
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