sábado, 28 de septiembre de 2013

El gobierno pide que abandonen España los observadores de la OSCE que querían supervisar el «Jaque al Rey»



El Gobierno ha invitado a marcharse de España a seis miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que habían llegado a España para evaluar el derecho de reunión y manifestación en nuestro país con motivo de la marcha Jaque al rey. La OSCE ha emitido una dura nota de queja en la que ve con preocupación «las intenciones que puedan tener las autoridades» españolas al haber dado «este giro radical de manera sorprendente».

El ministerio de [Asuntos] Exteriores les comunicó esta mañana que considera anticonstitucional la manifestación y que lo mejor era que se fueran. Los seis observadores, entre los que está el subdirector de Derechos Humanos de la OSCE, Omar Fisher, pretendían reunirse con representantes de los ministerios de Exteriores e Interior, con la Defensora del Pueblo, la Delegación del Gobierno y los convocantes del Jaque al rey.

El propósito era evaluarnos después de las últimas actuaciones policiales durante protestas de este tipo. Fisher llegó ayer a la capital acompañado de Irina Urumova, asesora en derechos humanos de la institución y otros cuatro expertos: Aleksandra Dloubak, Bartlomiej Lipinski, Marcin Jezulin y Yevgenia Aretisova.

Pasadas las nueve de la noche, la OSCE publicaba en su web una nota en la que mostró su decepción por la decisión de las autoridades españolas. «Como cualquier miembro de la OSCE, España se ha comprometido a garantizar el derecho de reunión y el trabajo de los observadores es crítico para asegurar que se respeta la libertad», dijo el director de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos, Janez Lenarčič, para quien resulta «sorprendente este giro radical» teniendo en cuenta que «nuestra oficina siempre ha tenido una buena cooperación con España».

martes, 24 de septiembre de 2013

La socialdemocracia según Cappelletti

[Por si algunos todavía no tienen claro el significado de la palabra «socialdemócrata» y no sepan usarlo como es debido, el pensador anarquista argentino (ya fallecido) Ángel J. Cappelletti se lo aclara en un texto escrito hace más de 25 años (todavía no había caído el Muro de Berlín) titulado: «Estalinismo, reformismo, autogestión». Publicado en Ensayos Libertarios (Ed. Madre Tierra, 1994):]

(…) La versión marxista-leninista del socialismo ha entrado en crisis; su estructura teórica ya no se tiene en pie; su praxis se ha demostrado definitivamente inconducente, puesto que, en lugar de producir una sociedad donde la producción esté en manos de los productores, ha creado una gigantesca maquinaria burocrática que funciona contra los intereses del proletariado y del pueblo.

La segunda versión del socialismo en nuestro tiempo corresponde a la llamada «socialdemocracia». Al disolverse la Primera Internacional, muchos marxistas se dedicaron a la lucha política dentro de los estados burgueses, y fundaron partidos cuya meta era la conquista del poder mediante el voto. El raciocinio, aparentemente inobjetable, pero en realidad sumamente ingenuo, era el siguiente: Si los obreros toman conciencia de sus intereses de clase, votarán por los partidos socialistas. Es así que los obreros constituyen la mayoría de la población (en los países industrializados). Luego, con sus votos el socialismo conquistará el poder político. Se trataba, pues, de sustituir el fusil revolucionario por el voto, la barricada por la campaña electoral. En definitiva, se renunciaba a la lucha de clases y se la suplantaba por la pacífica colaboración al amparo de la legalidad democrático-burguesa. Nacen de tal modo los partidos socialistas que tienen una ideología profundamente revisionista. Rechazan la idea de la dictadura del proletariado y evitan así el abismo del Estado burocrático y totalitario, pero al mismo tiempo se hunden poco a poco en los fétidos pantanos del capitalismo burgués. El policlasismo se convierte en compromiso sustantivo; la colaboración en renuncia a todo cambio de estructuras. Los partidos socialdemócratas rechazan explícitamente el leninismo y, a veces, inclusive el marxismo. En 1959, el más poderoso de todos ellos, el de Alemania Federal, declaró su condición de partido no-marxista. Pero, aun cuando no mediaran análogas declaraciones, ¿quién podría decir que hay algo de marxista en miembros prominentes de la Internacional Socialista como el Partido Socialista Obrero Español o la Acción Democrática Venezolana? La cuestión es: ¿podría decirse aún que hay en ellos algo de socialista? La socialdemocracia de nuestros días tiene su profeta en E. Bernstein, pero éste, a quien sus contemporáneos consideran como el prototipo de la moderación y de la tibieza, parece un ultrarrevolucionario cuando se le compara con Felipe González, con Carlos Andrés Pérez o con F. Mitterrand.

Congresos Extraordinarios en los que el SPD y el PSOE
optan por abandonar las tesis marxistas en 1959 y 1979.

Un análisis ideológico de los programas y, sobre todo, de la praxis de los partidos miembros de la Internacional Socialista conducirá inexorablemente a la conclusión de que hay allí un uso equívoco de la palabra «socialismo». Se trata, en realidad, de partidos liberales que, en determinadas circunstancias (aunque no siempre), se niegan a aceptar una economía de pleno laissez faire, pero que en ningún caso consentirían en sustituir las estructuras básicas del capitalismo. Socialdemocracia equivale casi a liberalismo social. De hecho el electorado de los partidos socialdemócratas se recluta principal, aunque no exclusivamente, en la clase media. En algunos países, como Venezuela, siguen teniendo una fuerte base popular pero, al mismo tiempo, un efectivo apoyo (y no sólo moral) de parte del capitalismo comercial y financiero. La fortuna electoral de los partidos socialdemócratas se basa en la falta de alternativas válidas de izquierda: los partidos comunistas están desprestigiados y en casi todas partes han entrado en una profunda crisis ideológica; los demás partidos (como la democracia cristiana) se ubican, en cualquier caso, a la derecha de la socialdemocracia. En materia internacional, los partidos y gobiernos socialdemócratas asumen una actitud crítica frente a la Unión Soviética y el llamado «bloque comunista». Lo lamentable es que esa actitud no se extienda a los Estados Unidos y las llamadas «democracias» occidentales, sino que, por el contrario, acaben casi siempre secundando sus actuaciones. (…)

ÁNGEL J. CAPPELLETTI
Caracas, 1987.

El problema nacional y la guerra

[Viendo la actitud reciente de la Internacional Socialista, que solamente se limitaba a condenar el uso de armas químicas —por una parte y no la otra— en la guerra civil siria. Y se pone así de parte de las potencias occidentales que algo tienen que ver en el conflicto, y no olvidemos la intención de intervenir militarmente por la parte del presidente socialista francés, me da que en el pasado (pero antes de la Primera Guerra Mundial de 1914-1918) estos 'socialistas' eran algo más coherentes... Como salió en este texto para HISTORIA 16.]
CARLOS FORCADELL ÁLVAREZ

Los elementos doctrinales acordados en las magnas tribunas del socialismo internacional que eran los congresos no dejaban lugar a dudas: el proletariado debía rechazar como ajena a sus propios intereses cualquier confrontación bélica entre las naciones.

Las guerras están causadas por los antagonismos económicos que provoca el modo de producción (Londres, 1896); la guerra desaparecerá con la supresión de la dominación de clases: la caída del capitalismo significará la paz general (Zurich, 1893). El Congreso de Ámsterdam de 1904 tributa una enorme y emotiva ovación a Plejanov y Katayama, cuando se abrazan en representación de sus respectivos proletariados enfrentados en la guerra ruso-japonesa.

Katayama y Plejanov en el Congreso de 1904,
detrás de ellos está Rosa Luxemburg.
Entrado el siglo XX el ambiente de tensión internacional hace que el tema de la guerra pase a ocupar un puesto relevante en las deliberaciones de los congresos. En el de Stuttgart (1907) se aprueba una resolución de carácter radical en la que se afirma:

Las guerras entre estados capitalistas son, en general, las consecuencias de su concurrencia en el mercado mundial… Pertenecen, pues, las guerras a la esencia del capitalismo y no cesarán más que por la supresión del sistema capitalista.

Si una guerra amenaza estallar, es un deber de la clase obrera de los países afectados… el hacer todos los esfuerzos para impedirla por todos los medios que les parezcan los más apropiados y que varían naturalmente según el estado de la lucha de clases y la situación política general.

Por tanto, el congreso va más allá de los análisis y propone formas concretas de actuación. La minoría de izquierda, entre la que se encuentra Lenin y Rosa Luxemburg, desea dejar bien clara la alternativa revolucionaria y presenta la siguiente enmienda, que es aceptada:

En el caso de que la guerra estalle, hay el deber de hacerla cesar inmediatamente, de utilizar con todas las fuerzas la crisis económica y política creada por la guerra para agitar a las capas populares más amplias y precipitar la caída de la dominación capitalista...

«La Segunda Internacional»
Cuadernos de Historia 16, nº 75 (1985)

viernes, 20 de septiembre de 2013

La fe en el progreso

ANSELMO LORENZO

La fe en el progreso, que no es credulidad en un dogma impuesto por una Iglesia ni el servil acatamiento a una superioridad jerárquica, sino aquella de quien dice San Pablo: «Es, pues, la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven» (Hebreos, XI,1), nos evidencia que sin una paralización en el movimiento progresivo de la humanidad, que sería su muerte, la evolución incesante que viene efectuándose traerá en su día por la revolución la libertad y la dignidad del último paria, el proletariado; y esto, no por la vana declaración cristiana de que todos somos hijos de Dios y herederos de su gloria, ni por el no menos estéril reconocimiento democrático de que todos somos iguales ante la ley, sino porque de hecho y de derecho y de una manera perdurable entrarán los desheredados todos en la posesión y disfrute del patrimonio universal, consistente en los bienes que la naturaleza ofrece espontáneamente a la humanidad para la satisfacción de sus necesidades, y en los producidos por la observación, el estudio y el trabajo de las generaciones precedentes.

Firmes en esta fe, si por la cortedad del plazo de nuestra existencia no lográsemos la dicha de verlo realizado, al menos consuélanos la esperanza de que de nosotros pueda decirse lo que dijo el apóstol acerca de los héroes del Antiguo Testamento:

«Conforme a la fe murieron sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas.»

La Revista Blanca, nº 1
(1-JULIO-1898)


domingo, 15 de septiembre de 2013

Miles de personas reclaman en Madrid la abolición del Toro de la Vega de Tordesillas


Entre 10.000 y 15.000 personas han acudido a la marcha, según cifras de los organizadores y Policía. En Colón, punto de partida de la manifestación, han roto una lanza como símbolo reivindicativo de la protesta.


Entre 10.000 y 15.000 personas —según organizadores y Policía— han protestado este sábado en Madrid contra el Toro de la Vega, que se celebra en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Los manifestantes se han congregado en la Plaza de Colón, desde donde ha partido la movilización, que ha culminado horas después en la Plaza de España.

El acto ha comenzado en torno a las 17.00 horas cuando los allí presentes han roto una lanza como símbolo reivindicativo de protesta, para dirigirse a continuación hacia la calle Génova donde han leído un manifiesto frente a la sede del Partido Popular, acto que han repetido frente a la sede socialista de Ferraz.

La portavoz del Partido Animalista, Laura Duarte, ha explicado que este año la movilización se ha trasladado a Madrid para ser «muchos más» de los que se congregaban en Tordesillas. Además, ha asegurado que su «objetivo» es dirigirse a los «principales responsables» de que el Toro de la Vega se siga celebrando, que son «el Partido Popular y el PSOE».

«El PP es quien autoriza el festejo en la Junta de Castilla y León y el PSOE es quien lo organiza en el municipio de Tordesillas. Consideramos que es hora de que nos dirijamos directamente a ellos y les hagamos responsables de lo que va a ocurrir el martes», ha matizado.

Además, Duarte ha añadido que se han reunido tanto con el PSOE como con el PP, y asegura que ambos partidos «entienden» sus peticiones, pero que «no están dispuestos a cambiar hasta que no se vean perjudicados sus propios intereses».

Por último, desde el Partido Animalista afirman que el Toro de la Vega se ha convertido en un «icono del maltrato a los animales» por su «especial salvajismo y brutalidad» con la que se «ensañan con el animal» y, por ello, esperan que «pronto se prohíba y empiecen a prohibirse otros festejos crueles», ha concluido.

Han sido varias las figuras del mundo de la cultura las que han decidido apoyar esta movilización, como la escritora Soledad Puértolas, la actriz Beatriz Rico o la presentadora María Valverde, que ha afirmado que la celebración del Toro de la Vega «es una vergüenza» y considera que es una causa que «debería de estar en primera fila de los asuntos pendientes del Gobierno».

sábado, 14 de septiembre de 2013

Corrientes radicales en Norteamérica, desde Jefferson a Thoreau

 
Por RUDOLF ROCKER

En América las ideas del radicalismo político dominaron largo tiempo a los mejores cerebros y con éstos a la opinión pública. Todavía hoy no han sido olvidadas por completo, aunque la dominación aplastante y aplastadora del capitalismo y de su economía monopolista socavó las viejas tradiciones hasta tal grado que aquellas ideas sólo pueden servir de rótulo de fachada para aspiraciones bien distintas. Sin embargo, no siempre fue así. Hasta un carácter de temperamento tan conservador como el de George Washington, a quien Paine había dedicado la primera parte de sus Derechos del hombre —lo que no le impidió después atacar violentamente al primer presidente de los Estados Unidos, cuando creyó reconocer que éste entraba por una senda que tenía que apartarle de la ruta de la libertad—, hasta Washington hizo esta declaración:

El gobierno no conoce la razón ni la convicción, y por eso no es otra cosa que la violencia. Lo mismo que el fuego, es un servidor peligroso y un amo terrible. No hay que darle nunca ocasión para cometer actos irresponsables.

Thomas Jefferson, que calificó el derecho a la rebelión contra un gobierno que ha lesionado la libertad del pueblo, no sólo como derecho, sino como deber de todo buen ciudadano, y era de opinión que una pequeña insurrección de tanto en tanto no puede menos de ser beneficiosa para la salud de un gobierno, resumió su concepción sobre toda la esencia del gobierno en estas lacónicas palabras: «El mejor gobierno es el que gobierna menos». Adversario irreductible de todas las limitaciones políticas, consideraba Jefferson toda intromisión del Estado en la esfera de la vida personal de los ciudadanos como despotismo y violencia brutal.

Benjamín Franklin replicó al argumento de que el ciudadano debe sacrificar una parte esencial de su libertad al Estado para procurarse así la seguridad de su persona, con estas palabras tajantes:

El que está dispuesto a abandonar una parte esencial de su libertad para conseguir en cambio una seguridad temporal de su persona, pertenece a los que no merecen ni la libertad ni la seguridad.

Wendell Phillips, el vigoroso combatiente contra la esclavitud de los negros, expresó su convicción de que el «gobierno es simplemente el refugio del soldado, del hipócrita y del cura». Y manifestó en uno de sus discursos:

Tengo una pobre opinión de la influencia moral de los gobiernos. Creo con Guizot que es una burda ilusión creer en el poder soberano de una máquina política. Cuando se oye con qué veneración habla cierta gente del gobierno, se podría creer que el Congreso es la encarnación de la ley de la gravitación universal, que mantiene a los planetas en su ruta.

Abraham Lincoln previno a los americanos para que no confiasen a un gobierno la garantía de sus derechos humanos:

Si hay algo en la tierra que un ciudadano no debería confiar a manos extrañas, es la conservación y la persistencia de la propia libertad y de las instituciones ligadas a ella.

De Lincoln proceden también estas significativas palabras:

Fui siempre de opinión que el hombre tiene que ser libre. Pero si hay hombres a quienes la esclavitud parece conveniente, son los que la desean para ellos mismos y los que la quieren imponer a los otros.

Ralph Waldo Emerson expresó estas conocidas palabras:

Todo Estado verdadero está corrompido. Los hombres buenos no deben obedecer demasiado a las leyes.

Emerson, el poeta filósofo de América, sentía sobre todo abierta repugnancia contra el fetichismo de las leyes y sostenía que «pagamos demasiado caro nuestra desconfianza recíproca. El dinero que entregamos para la institución de tribunales y de prisiones, es un capital malamente invertido». Y decía también que «la ley de la autoconservación ofrece al hombre más seguridad de lo que podría hacerlo cualquier legislación».

Este espíritu inspiraba toda la literatura política de América en aquellos tiempos, hasta que apareció el capitalismo moderno, que condujo a novísimas condiciones de vida, con sus efectos espiritual y moralmente corruptores, desplazando cada vez más las viejas tradiciones o interpretándolas en su beneficio. Y así como las mismas corrientes de ideas llegaron en Inglaterra a su cima en la Justicia política de Godwin, así también alcanzaron la más alta perfección en la acción de hombres como H. D. Thoreau, Josiah Warren, Stephen Pearl Andrews y algunos otros que se atrevieron a dar valerosamente el último paso y dijeron con Thoreau:

Reconozco de todo corazón este principio: el mejor gobierno es el que gobierna menos: sólo deseo que se pudiera avanzar más rápida y sistemáticamente de acuerdo con ese principio. Justamente empleado, ese pensamiento implica todavía otro, que apruebo igualmente: el mejor gobierno es, en general, el que no gobierna.

Nacionalismo y cultura

viernes, 13 de septiembre de 2013

Un iroqués habla de los misioneros


T.C. McLUHAN

No nos son los misioneros de ninguna utilidad. Si los blancos no los necesitan porque no les son de ninguna utilidad, ¿por qué se los envían a los indios? Si el hombre blanco tiene necesidad de ellos y le sirven para algo, ¿por qué nos los guarda para sí? Ellos (los hombres blancos) son lo suficiente malos como tener necesidad de todos aquellos que pueden puedan hacer que sean mejores. Estos hombres (los misioneros) saben que nosotros no comprendemos su religión. (...) Si no tuviésemos ni dinero, ni tierra, ni país, ni nada que pudiese sernos robado, estos sayones negros no se ocuparían tanto de nuestro bienestar en el más allá. (...)

Los sayones negros nos dicen que trabajemos y plantemos el maíz mientras ellos no hacen nada y se morirían de hambre si los demás no les diesen algo para comer. No hacen sino rezar al Gran Espíritu; pero esto no hará crecer al maíz ni las patatas; la prueba es que se ven obligados a mendigar su comida. El hombre rojo no conocía la desgracia hasta que llegó el hombre blanco; en cuanto los hombres blancos hubieron cruzado las grandes aguas, quisieron nuestras tierras y a cambio nos propusieron siempre que tomásemos parte en sus querellas religiosas. (...)

«Pieds nus sur la terre sacrée»
Denoël-Gonthier. París, 1974.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Los parches culturales del nacionalismo


Por ERNEST GELLNER

El nacionalismo engendra las naciones, no a la inversa. No puede negarse que aprovecha —si bien de forma muy selectiva, y a menudo transformándolas radicalmente— la multiplicidad de culturas, o riqueza cultural preexistente, heredada históricamente. Es posible que se haga revivir lenguas muertas, que se inventen tradiciones y que se restauren esencias originales completamente ficticias. Pero este aspecto culturalmente creativo e imaginativo, positivamente inventivo, del ardor nacionalista no capacita a nadie para concluir erróneamente que el nacionalismo es una invención contingente, artificial, ideológica, que no habría surgido si esos condenados y entremetidos pensadores europeos que no tienen otra cosa que hacer no lo hubiesen urdido e inoculado fatídicamente en la sangre de comunidades que de cualquier otro modo habrían sido viables políticamente. Los retales y parches culturales que utiliza el nacionalismo a menudo son invenciones históricas arbitrarias. Cualquier otro retal con su consiguiente parche habría servido también. Pero de ello no puede deducirse de ninguna manera que el principio del nacionalismo en sí, al revés de los avatares que ha de pasar hasta su encarnación, sea de algún modo contingente y accidental.

Nada más lejos de la verdad que esta suposición. El nacionalismo no es lo que parece, pero sobre todo no es lo que a él le parece ser, Las culturas cuya resurrección y defensa se arrogan son frecuentemente de su propia invención, cuando no son culturas modificadas hasta llegar a ser completamente irreconocibles. Pesa todo esto, y a diferencia de cada una de sus formas específica y de los disparates individualmente diferenciadores que pueda preconizar, el principio nacionalista en sí está profundamente arraigado en nuestra condición actual, no es contingente en absoluto y no se le puede negar fácilmente.

Naciones y nacionalismo
(1983)

viernes, 6 de septiembre de 2013

Las cinco grandes mentiras de Madrid 2020


5 de Septiembre de 2013

Convocamos concentración contra la celebración de los mismos en Madrid a las inmediaciones del Teatro Colón de Buenos Aires (Viamonte y Cerrito) el día 6 de septiembre a las 19:00, donde tendrá lugar el recibimiento de las autoridades españolas por parte del Comité Olímpico.

Buenos Aires será la ciudad donde se decida, los días 6 y 7 de septiembre, si Madrid será la ciudad que albergue los Juegos Olímpicos de 2020, tras dos intentos fallidos y enormes recursos empleados(2012 y 2016). La pregunta es evidente, ¿necesita la ciudad organizar tal evento?

En un país que está siendo laboratorio de las políticas de austeridad y recorte sobre los derechos sociales, ¿qué consecuencias tiene un evento de esta magnitud?. Toda la estructura empresarial española ha difundido cinco grandes mitos en torno a esto:

Madrid 2020 generará empleo –FALSO: Si Madrid organizase los Juegos, se generaría empleo temporal, orientado a cubrir las necesidades del evento antes, durante y después del mismo, de muy corto plazo y de muy baja cualificación. Con casi 4.700.000 parados y un 27 por ciento de tasa de desempleo, la patronal madrileña ha resaltado «la buena disposición de mano de obra» [sic] para el desarrollo de los Juegos Olímpicos.

Es una salida frente a la crisis económica FALSO: los Juegos Olímpicos son una reactivación económica para negocios que dependen de la financiación pública: construcción de estadios, complejos hoteleros, infraestructuras para grandes eventos, que sólo sirven para un período determinado. Es además una inversión pública que se hace con el recorte de fondos en sectores como educación, sanidad, investigación, etc. Rubros gravemente afectados por las políticas de austeridad.

Necesario y asequible FALSO: Madrid 2020 implica un agujero financiero a las arcas municipales que obligaría al Ayuntamiento a pedir un «rescate» financiero al Gobierno español para sufragar los costes de inversión. El Ayuntamiento tiene una deuda actual de 8.321 millones de euros derivados del coste de los preparativos de la candidatura, y durante el año 2012 llegó a pagar 1.000 millones en concepto de intereses de la deuda. La propia Roma decidió no competir como candidata para los Juegos de 2020 por orden expresa del entonces presidente italiano Mario Monti, que veía un gasto innecesario y poco rentable.

Sólo faltan 30 millones de euros FALSO: En total, el presupuesto de la candidatura madrileña asciende a 1.593 millones de fondos públicos. Una cifra irreal que solo basta compararla con otras ciudades: Atenas proyectó 1.600 millones de dólares y terminó pagando 16.000 millones, mientras que Pekín calculó 16.000 milllones de dólares y terminó pagando 40.000 millones.

Las infraestructuras son suficientes FALSO: Madrid es la ciudad candidata que más inversión ha hecho en infraestructuras, por delante de Tokio y Estambul. Sin embargo, el gobierno municipal madrileño y el Ejecutivo de Mariano Rajoy, han contemplado un recorte en el mantenimiento de servicios públicos básicos totalmente incompatible con las «infraestructuras» con las que presume la candidatura de Madrid: cierre de centros de atención local, subida de tasas municipales, eliminación de viviendas públicas, «limpieza» de los sin techo de las calles o negligencias como la del Madrid Arena, que costaron la vida de cinco jóvenes en 2012.

Madrid 2020 es un proyecto empresarial que nos va a costar muy caro a los contribuyentes. Junto al megaproyecto de Casinos liderado por el empresario norteamericano Sheldon Adelson, conocido como «Eurovegas», Madrid 2020 es una nueva vuelta de tuerca más en el latrocinio a las arcas públicas y un ejemplo de las intenciones de la política de austeridad impulsada por los gobiernos españoles y los organismos financieros internacionales: suprimir el gasto social y subvencionar con él los beneficios de las empresas participantes del megaproyecto. Políticas como las que impulsan estos grandes negocios con fondos públicos son las que nos han expulsado de nuestra tierra y nos han conducido a la emigración. Madrid 2020 es el ejemplo vivo de la corrupción y del saqueo.

martes, 3 de septiembre de 2013

El último abordaje


Por MONCHO ALPUENTE

Recortar sueldos, bajar pensiones, abaratar despidos, despedir funcionarios y masacrar la Ley de Dependencia, estas son algunas recetas propuestas por Berlín, Bruselas, el FMI y sus cómplices en la fabricación de esta crisis que terminará el día que sus creadores decidan que los ricos ya no tienen nada que temer de los pobres y que los pobres ya no tienen nada de nada.

Somos unos mandaos, aducen con cara de circunstancias los ministrillos de este gobierno de dependientes de la gran empresa. Empresa común de destrucción indiscriminada de los restos del Estado del Bienestar (perdonen las mayúsculas) que todavía flotan a la deriva después de ser torpedeados y hundidos sus buques insignia de la educación y la sanidad públicas. Los piratas se reparten el botín y el Gobierno da patente de corso a sus bucaneros para la rapiña y el saqueo.

Los demás seguimos en galeras, remando y sudando como galeotes, aferrados al duro banco y a la cruel hipoteca, al desahucio, al expolio y a la exclusión social. Su utopía está a punto de consumarse, la esclavitud de la mayoría conduce a una nueva edad de oro en la que podrán seguir con toda impunidad rebañando hasta el hueso a sus víctimas inermes para continuar engordando y acumulando en sus despensas los cuerpos congelados tras los últimos sacrificios ante los altares terribles de los crueles dioses fenicios. Cada nueva hecatombe les procura mayor protección de sus deidades. Pero en el fondo son cristianos y se esfuerzan por amar a sus prójimos, a sus hijos y nietos, cuñados, colegas y cofrades recogidos en un Arca de Noé privatizada que navega por los mares de la desolación y se burla de los naúfragos, reprobos y excluidos que chapotean en las aguas de su ignominia.

domingo, 1 de septiembre de 2013

'Amor y Rabia' sobre Siria


Un par de aclaraciones a Braulio:

1) El número 66 de Amor y Rabia no defiende ni justifica en ningún momento al Estado sirio. El contenido de este número en su totalidad (28 páginas) es una denuncia de las mentiras y manipulaciones de los medios de comunicación y las ONGs para apoyar la agresión imperialista occidental. Nuestros argumentos se basan en datos (un total de 110 citas a pie de página, así como varios cientos de enlaces a artículos de internet son la base) y no en especulaciones, mitos o mentiras. Ese debe de ser la base de un debate anarquista: el resto es hacerle el juego al imperialismo y al Estado. Informarse cuesta, y en muchos casos la información ni siquiera está disponible en español. Por ello, el objetivo que tenemos en la revista es poner a disposición del Movimiento Libertario y la población en general toda la información posible para facilitar la comprensión del mundo en el que nos ha tocado vivir y dar lugar a un debate que no se base en el pensamiento único del poder.

2) Hablar de Siria es hablar de Oriente Medio, y eso implica hablar de temas como el fundamentalismo islámico, las actuales guerras por el petroleo y el gas, el enfrentamiento entre la OTAN y la OTSC, el conflicto Palestino, sionismo y antisemitismo, el puzzle libanés, la lucha entre Arabia Saudí e Irán, el surgimiento del anarquismo en el mundo islámico, los conflictos internos entre las élites turcas… La mayoría de estos temas son casi tan desconocidos como la región misma, por lo que este número no será, ni mucho menos, el único dedicado al tema.

3) Amor y Rabia lleva denunciando desde sus inicios (en 1995) el intervencionismo occidental, que bajo supuestos argumentos humanitarios lo que persigue es aplastar a sus enemigos, al precio que sea. Desde entonces hemos denunciado las intervenciones en Ruanda (1994), Yugoslavia (1990s), Kosovo (1998-99), Timor Este (en el suplemento Ateología), y ahora Siria. Y lo mismo habríamos hecho con Libia de haber podido. En todas estas intervenciones «humanitarias» la defensa de los derechos humanos no ha sido nunca más que una excusa para invadir países y destruir a gobiernos incómodos para los intereses occidentales. Amor y Rabia surgió en el seno del movimiento antimilitarista y de la insumisión total en los años 90, y hemos visto cómo ese movimiento fue destruido mediante la excusa humanitaria, que ha logrado neutralizar toda resistencia a la barbarie militarista. Por ello mismo consideramos fundamental denunciar la mentira humanitaria destapando lo que bajo ella se oculta.

4) En ningún momento defendemos en la revista al clan Al-Assad y su sistema dictatorial, heredero de la mezcla entre nacionalismo árabe y marxismo que tantas dinastías ha generado (Cuba, Libia, Corea del Norte…). Pero eso no quiere decir que no se pueda denunciar el matonismo occidental hacia los estados del resto del mundo, que es lo que hacemos en la revista. Pensar que denunciar el militarismo es «entrampar(se) en las pugnas entre una y otra forma de opresión», lo único que consigue es dejar el camino libre al discurso del pensamiento único occidental, y de esa forma hacerle el juego a la OTAN. Y es lamentable ver la ausencia absoluta del más mínimo pensamiento crítico frente a la barbarie cada vez mayor de las potencias occidentales, sumidas en una lucha desesperada por conservar su hegemonía.

5) Lo que sí es cierto es que el título y subtítulo de la revista son manifiestamente mejorables, ya que deberían de denunciar los medios de comunicación y las ONGs, que es su contenido. Es más, como no es el último número dedicado a Siria, ni mucho menos, el título debería ser SIRIA (1): Las ONGs y los Mass media contra Siria, o algo similar, y en el caso de que saquemos una segunda edición lo cambiaremos.

Por cierto, como nuestro objetivo es fomentar el debate difundiendo información, todos los números de la revista Amor y Rabia estarán disponibles en internet, para que todo el mundo pueda conocer nuestros argumentos. Este número está disponible en: https://www.mediafire.com/view/nxpg489w5o0k8p1/SIRIA-1_04.07.2013a_(1).pdf. Tanto los números impresos, como artículos sueltos sobre diversos temas están accesibles en nuestro blog: http://revistaamoryrabia.blogspot.com.

Salud

Amor y Rabia
(24-julio-2013)