martes, 30 de septiembre de 2014

El anarquismo ante la Gran Guerra


 Los disparos de Gavrilo Princip que acabaron con la vida del archiduque Francisco Fernando el 28 de junio de 1914 iban a variar muchas cosas. No solo iba a ser el pistoletazo de salida para una de las guerras más crueles de la historia (algo que las crisis balcánicas y del norte de África ya apuntaba), donde se conjugó los modelos de guerra tradicional hasta entonces (el cuerpo a cuerpo) con una guerra de posiciones y desgaste con material bélico sofisticado, el inicio de la guerra aérea y de la guerra química.


La Primera Guerra Mundial también significó un profundo debate en el seno del movimiento obrero internacional y, como no, en el anarquismo. Una encrucijada en la que se vio el movimiento obrero del que iba a salir con otra fisionomía.

El socialismo internacional, salvo excepciones, se posicionaron con sus respectivos países durante el conflicto. La socialdemocracia alemana que tenía una importante fuerza en el movimiento obrero, no dudó en votar a favor de los créditos de guerra. Le siguió los pasos el socialismo del Imperio Austro-Húngaro. Muchos más críticos fueron los socialistas italianos y franceses. Los italianos en un principio condenan la guerra, pero pronto un grupo se desgaja apoyando la intervención italiana en el conflicto. Entre ellos se encontraba un personaje, Benito Mussolini, que fundó un periódico, Il popolo d'Italia y hace concebir el embrionario fascismo. Los franceses por su parte tuvieron en la figura de Jean Jaurès el mejor opositor a la guerra. Pero el asesinato de éste por el ultranacionalista Raoul Villain el 31 de julio de 1914 enterraba el posicionamiento de este sector del socialismo francés. La constitución de un gabinete de concentración nacional en Francia contó con el apoyo de los socialistas que tomaron varios ministerios. En el caso español, ante la neutralidad del país, el socialismo aunque crítico la guerra mostró inclinación por los aliados, a los que consideraba defensores de la democracia frente al autoritarismo de los imperios centrales. Quizá fue el socialismo ruso quien sacó mejor partido, ya que su táctica de oposición a la guerra les llevó al triunfo de la Revolución en 1917 y a la toma del poder por parte del Partido Bolchevique.

¿Y el anarquismo?

El movimiento anarquista había sido muy claro en sus posturas desde sus orígenes ante la guerra. Consideraba como una herramienta más de Estados y capitalistas, los anarquistas se opusieron a cualquier tipo de conflicto que enfrentara a pueblos y trabajadores. La guerra era la social, entre explotadores y explotados. Unos posicionamientos que quedaron reforzados tras la Congreso de Ámsterdam de 1907 y donde se vislumbraba ya el horizonte que se teñía sobre Europa.

Sin embargo la Primera Guerra Mundial si generó un pequeño debate en las filas libertarias, pues alguno de los pensadores más destacados del anarquismo mantuvieron posiciones distintas a las defendidas hasta el momento. Si para la inmensa mayoría del movimiento libertario internacional la guerra seguía siendo una herramienta al servicio del poder, para personajes como Kropotkin, Malato o Cornelissen, la situación era distinta. Sobre todo fue Kropotkin quien inició una fuerte campaña en favor de las potencias aliadas. En una carta dirigida a James Guillaume en septiembre de 1914 Kropotkin hace una disertación sobre la brutalidad de los imperios centrales y la necesidad de apoyar a los aliados como única salida para conquistar el socialismo. Kropotkin incluso llegó a escribir en La Bataille Syndicaliste que la oportunidad para el socialismo era inmejorable, incluso haciendo alusión que si Marx quería que triunfase el «socialismo alemán» ellos tendría que luchar por la necesidad de triunfo del «socialismo francés».

No dejó de causar consternación en el entorno anarquista que una personalidad de la influencia de Kropotkin se posicionase así. Pero lejos de generar un debate extenso en el movimiento libertario las voces anarquistas fueron contrarias a la guerra. Además personalidades de la talla de Errico Malantesta o Emma Goldman tuvieron brillantes intervenciones contra el conflicto bélico. En marzo de 1915 se emite un comunicado firmado por personajes como Alexander Berkman, Errico Malatesta, Ferdinand Domela Nieuwenhuis, Emma Goldman, Alexander Shapiro o Pedro Vallina, donde se condena la guerra, el capitalismo y el Estado. Los enemigos no son los pueblos sino aquellos que ordenaba a los trabajadores matarse entre ellos por objetivos que les eran ajenos. Así lo expresa en un momento del comunicado: «La propaganda y la acción anarquista deben dirigirse con preferencia a debilitar y desintegrar los diversos Estados, a cultivar el espíritu de rebeldía y a desarrollar el descontento en los pueblos y los ejércitos. A los soldados de todos los países que combaten por la justicia y por la libertad, debemos explicarles cómo su heroísmo y su valor no servirán más que para perpetuar el odio, la tiranía y la miseria. A los obreros de las ciudades, debemos recordarles que el fusil que hoy empuñan sirvió otras veces para fusilarlos en ocasiones de huelga y de legítima revuelta, y que una vez la guerra concluya se volverá contra ellos para obligarlos a sufrir la explotación. A los campesinos, mostrarles que después de la guerra se verán forzados a encorvarse otra vez bajo el yugo para labrar las tierras de sus señores y alimentar a los ricos. A todos los parias, que no deben soltar sus fusiles sin haber ajustado cuentas con sus opresores y tomado posesión de los campos y las fábricas. A las madres, compañeras e hijas, víctimas de la miseria en exceso y de las privaciones, decirles quiénes son los verdaderos responsables de sus dolores y del asesinato de sus padres, hijos y maridos.»

Por su parte, en febrero de 1916 el reducido grupo de anarquistas «aliadófilos» firman un manifiesto donde responsabilizan de todo al Imperio Alemán. Es el conocido como «Manifiesto de los 16», que tuvo una influencia escasa y que tuvo una respuesta de Errico Malatesta en Freedom, acusándolos de «anarquistas pro-gobierno».

El anarquismo español ante la guerra

España permaneció neutral durante la Gran Guerra si bien las industrias de guerra generaron un enorme beneficio a la clase capitalista del país que se lucró con la venta de armamento de forma oficial a los aliados y de forma soterrada a los imperios centrales. Este beneficio económico no repercutió en una mejora para la clase obrera cuyas condiciones fueron cada vez peor y se generó todo un ciclo de fractura social y movilización.

Cuando estallo la Guerra Mundial la CNT volvía a la legalidad tras tres años proscrita. Y curiosamente volvía con más militantes que cuando fue ilegalizada por el gobierno. Y aunque el sindicalismo revolucionario francés estuvo en su mayoría por la paz, fue la CNT la única organización del movimiento obrero que se opuso en bloque al conflicto bélico.

Aunque en España también hubo algún debate entre anarquistas pacifista y anarquistas «aliadófilos», lo cierto es que los primero tenían aplastante mayoría. Tan solo la voz solitaria de Ricardo Mella apoyó las tesis de Kropotkin que en España no tuvieron la más mínima influencia.

Incluso fue en España donde se organizó y desarrolló un Congreso Internacional por la Paz en la ciudad de Ferrol los días 29 y 30 de abril de 1915. La organización del Congreso la asumió el Ateneo Sindicalista de El Ferrol destacando la figura de José López Bouza,. El congreso estaba asumido e impulsado por la CNT y contó con el apoyo de las figuras más importantes del momento: Eusebio Carbó, Ángel Pestaña, Antonio Loredo, Mauro Bajatierra, etc. Al mismo estaban convocados diversos organismos y personalidades internacionales. La prensa anarquista española y portuguesa se hicieron eco del evento desde meses antes.

Pero el gobierno español prohíbe la celebración del mismo, al que considera una reunión de «peligrosos anarquistas». Aun con todo se celebraron dos sesiones, donde participaron delegados españoles, portugueses y franceses. Al congreso se adhieren organizaciones y personalidades anarquistas de Gran Bretaña, Francia, Italia, Argentina, Brasil, etc. La policía procede a la detención y expulsión del país de los delegados extranjeros. La paz fue el tema principal así como la necesidad de organización de una Internacional anarquista y de la reorganización de la CNT. Se tomó el acuerdo de que si España decidiese entrar en Guerra se convocaría una huelga general.

Poco más dio de sí dicho congreso, si bien las consecuencias del mismo marcó el devenir del movimiento libertario. Apenas un año después la CNT y la UGT llegan a un acuerdo por las condiciones de la clase obrera y deciden ir a la huelga. Huelga que se convierte en revolucionaria en agosto de 1917 y que tiene los ecos de la Revolución rusa de fondo.

La fractura social que generó el final de la guerra y las carestías generadas a la clase obrera fue el inicio de un ciclo huelguístico que tiene en la huelga de la Canadiense de 1919 y la conquista de las ocho horas de trabajo el punto álgido.

La guerra finalizó en 1918 y durante años se debatieron los tratados de paz. El mapa del movimiento obrero internacional había variado. El socialismo se había roto y había surgido un nuevo actor, el comunismo. El anarquismo, a pesar de alguna excepción, se había mantenido firme respecto a la guerra. Fue el triunfo de la Revolución Rusa lo que generó mayor debate en el seno del anarquismo. Pero es otra historia.

domingo, 28 de septiembre de 2014

150 Aniversario de la Fundación de la Asociación Internacional de los Trabajadores



La Primera Internacional fue fundada el 28 de septiembre de 1864 en Londres. Agrupó a varios grupos socialistas, anarquistas y comunistas que buscaban dar continuidad a la lucha de clases a través de una organización internacional.

Puesto que la Internacional estaba compuesta por organizaciones y personas pertenecientes a un amplio rango de filosofías, el debate y el conflicto sobre la dirección de la Internacional estuvieron presentes desde el inicio. Los anarquistas, especialmente los mutualistas, se oponían a los comunistas y al estatismo en general. Después, la entrada de los anarquistas colectivistas en la Internacional, la dividió permanentemente en dos campos claros: los que apoyaban alguna forma de estado y los que se oponían.

Los anarquistas favorecían la lucha directa de los trabajadores. Argumentaban que las ideas marxistas eran autoritarias y que, si un partido de tipo marxista llegara alguna vez al poder, serían tan malos como los gobernantes contra los que estaban luchando los trabajadores.

A este respecto, los anarquistas demostraron estar en lo correcto.

En 1872, la Internacional se escindió en dos corrientes: la anarquista y la marxista, con los marxistas expulsando a anarquistas prominentes. Los anarquistas celebraron su propio congreso por separado, declarando sus propias ideas.

La Internacional no sobrevivió, pero los anarquistas intentaron resucitarla varias veces. Finalmente, a finales de 1922, la Asociación Internacional de los Trabajadores, la AIT actual, revivió.

Contrariamente al primer intento de crear una internacional revolucionaria, esta vez la AIT hizo, desde el principio, una declaración clara en contra de las vanguardias políticas. Rechazando el papel del partido en la liberación de la clase trabajadora, la AIT rechazaba las ideas del Partido Comunista, que buscaba unir a todas las organizaciones obreras revolucionarias bajo su ala, en persecución de sus metas.

El Primer Principio del Sindicalismo Revolucionario que aparece en los estatutos de la AIT es que:

«El sindicalismo revolucionario, basándose en la lucha de clases, aspira a unir a todos los trabajadores en organizaciones económicas combativas, que luchen para liberarse del doble yugo del capital y del estado. Su meta es la reorganización de la vida social en base al Comunismo Libertario, vía la acción revolucionaria de la clase obrera. Puesto que solamente las organizaciones económicas del proletariado son capaces de alcanzar este objetivo, el sindicalismo revolucionario se dirige a los trabajadores en cuanto a su capacidad de productores, creadores de riqueza social, para enraizarse y desarrollarse entre ellos, en oposición a los modernos partidos obreros que, declara, son incapaces de la reorganización económica de la sociedad.»

Algunos consideran que el legado de la AIT se remonta a la fundación de la Primera Internacional pero, en realidad, la Primera Internacional fue algo con un comienzo en falso. Las metas de aquellos que quieren alcanzar el cambio a través del estado o de la vanguardia/partido revolucionario simplemente no son las mismas metas que las metas de los anarquistas que entraron en la Internacional con optimismo, solo para darse cuenta finalmente del insuperable abismo entre las dos ideas.

Hoy en día, debido a la relativamente débil organización de la clase trabajadora en organizaciones revolucionarias, algunos creen que la solución yace en unir los diversos elementos de la clase trabajadora e ignorar la cuestión del estado. Pero ésta es una cuestión eterna y un tema que solamente puede volver para mordernos si no estamos atentos. El poder real de algunos partidos puede fluctuar, pero la naturaleza del poder y la autoridad es esencialmente la misma.

Con ocasión de este aniversario, podemos decir «¡Viva la AIT! Nuestra AIT».

sábado, 27 de septiembre de 2014

¡DENUNCIADOS POR PROTESTAR!


Os dejamos aquí un comunicado de los participantes en una concentración que tuvo lugar en el Burgo de Osma. Cinco manifestantes, —cuatro de ellos afiliados y militantes de CNT-ARANDA DE DUERO— que han sido denunciados y a quienes se les pretende imponer una multa de hasta 300,51€ a cada uno. Simplemente por protestar.
El apoyo de tod@s será la victoria de tod@s. Salud y fuerza en la lucha.


COMUNICADO

El pasado 28 de Julio del año corriente cinco personas, a título individual, de las cuales en su mayoría éramos afiliados y militantes de CNT en Aranda de Duero, acudimos al Hotel Termal de la localidad soriana de El Burgo de Osma con motivo de la presencia en el lugar de Rouco Varela, donde iba a abrir, con una de sus conferencias, la vigésima séptima edición de los cursos de verano de la Universidad de Santa Catalina. Nuestro objetivo era, simple e inocentemente, ejercer nuestro derecho consubstancial, amén de constitucional, a expresar públicamente nuestro rechazo al poder ejercido por la Iglesia, de una manera u otra, en los asuntos públicos, humanos y mundanos. Poder que, hoy y aquí, representa más que nadie la persona pública, humana y mundana del Arzobispo Cardenal.

Al poco de desplegar la pancarta, y al poco de mantener durante unos minutos una ‘amena’ conversación con el Capitán Jefe de la 3ª Compañía de Soria de la Guardia Civil —quien, por cierto, se preocupó de si teníamos trabajo y, de paso, en qué empresas… Así como de si «éramos anarquistas»... Y hasta ¡de quienes eran los padres de uno de nosotros!... Chitón— se personaron a instancias suyas dos subordinados del puesto de la localidad, quienes, «amablemente», procedieron a identificarnos con objeto de poder disponer de nuestros nombres, direcciones y caras bonitas en caso de que «alguien del Hotel Termal deseara denunciarnos». Cosa que pudieron hacer sin oposición ni resistencia alguna de nuestra parte.

Tras esto, proseguimos con nuestro ejercicio de libertad de expresión dado que, según ellos, —y según nosotros— no podíamos molestar a nadie, ni cometíamos delito ni pecado alguno... Obvio dado que mantuvimos bien desplegada nuestra pancarta y coreamos a viva voz unas frases que bien vieron y escucharon ellos durante más de media hora. Evidente también, dado que, tras identificarnos, explícitamente nos dijeron que: «podíamos continuar gritando nuestras protestas y haciendo nuestras cosas»… ¡Blanco y en botella!… pues dijimos «leches».

Pues bien, es el caso que durante las últimas semanas se nos han ido remitiendo, a cada uno de nosotros, un «acuerdo de iniciación de procedimiento sancionador», merced a las exclusivas denuncias de nuestros dos animadores de verde, con una multa que podría ascender a 300,51 € por barba.

Según el indigno mamotreto relativo a «los modos y maneras de reprimir al personal en lucha contra su opresor», las mismas están fundamentadas en que nuestros actos fueron «la infracción leve de un precepto de la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana». Concretamente por «alterar la seguridad colectiva u originar desórdenes en las vías, espacios o establecimientos públicos».

Mediante este comunicado los cinco afectados manifestamos nuestra indignación y repulsa a estas reprobables denuncias, ya que lo nuestro fue un mero ejercicio de una libertad de expresión que supuestamente existe.

En verdad, no podemos evitar considerar la hipótesis de que la pretensión de sablearnos constituya un intento de parte del cuerpo civil-militar y de la administración correspondiente del Estado por acallar y atajar la más mínima voz en unas tierras poco acostumbradas a manifestantes —lástima de dios…—. Aunque denuncias como éstas, por idénticos o parecidos motivos, estén a la orden del día aquí, allá, y en todas partes.

En concreto, ¿de qué se nos acusa? En concreto se nos acusa de que «perturbamos la normal actividad de las personas hospedadas, la de los asistentes a la conferencia que iba a celebrarse y la de las personas que se encontraban paseando por las inmediaciones». Continuando diciendo que tales viandantes se sintieron molestos por nuestra «falta de respeto a sus creencias».

Nosotros decimos que, si es sancionable manifestar públicamente nuestro rechazo al poder político y económico de la Iglesia —que sigue teniéndolo—, así como a su rancio poder ideológico —que no quiere perder y no deja de ejercer, antaño más que hogaño (lástima de dios…) con cuentos de película de terror gore—, entonces quienes nos oponemos a ello podríamos encausar cientos de veces a la Iglesia y a sus portavoces; así como a tantas personas a quienes inevitablemente tenemos que oír unas ideas retrógradas con las que, lógicamente, no estamos de acuerdo y que, por nuestra parte, consideramos dañinas a la sociedad, dañinas al ser humano, y dañinas a su progreso. Precisamente porque, sinceramente —y por ello— nos ofenden o, al menos, nos pueden ofender. Y si cinco voces y una pancarta suponen provocar un desorden en las vías, espacios o establecimientos públicos, creemos que obviamente es peor eso de las procesiones de la Semana Santa...

Por otra parte, a nosotros nos gustaría poder recomendar a la Benemérita —en fin…— que no hablase por los propietarios del Hotel Termal, ni por los hospedados allí, ni por los viandantes a quienes dicen que «alteramos en su normal actividad» —tal como no han hablado por Rouco Varela, a quien no citan ni como molesto ni como importunado—. En cuanto a «los viandantes», decir que las más de las veces nos expresaron su apoyo, llegando a sostener la pancarta junto a nosotros dos personas que nos lo pidieron con entusiasmo y que, afortunadamente, no fueron identificadas.

Pero no. No hay más denuncias que la de un par de guardias civiles, quizá porque a ellos sí que les «alteramos su normal actividad» al tener que acudir a la llamada de su superior…

Siendo todo así, los cinco participantes en la concentración recurriremos y combatiremos todas las denuncias. La justicia y la dignidad —amén del derecho constitucional— nos alienta y nos asiste.

Para acabar, queremos agradecer pública y encarecidamente el entregado apoyo y solidaridad de CNT-ARANDA para con nosotros. Apoyo y solidaridad con el que sabíamos que contaríamos desde el principio, y con el que sabemos que contaremos hasta el final.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El problema no es la falta de recursos sino la administración de los mismos

 

Por Vicenç Navarro

Thomas Malthus era un economista que creía que el número de recursos existentes en el planeta era limitado, fijo y constante. De ahí que creyera que el crecimiento de la población llegaría a un nivel en que no habría recursos para alimentar y sostener tanta gente, creándose un desastre.

La evidencia histórica muestra claramente que tal supuesto era y continúa siendo erróneo. Como bien mostró Barry Commoner, el fundador del movimiento ecológico progresista, tal argumentación subestima la capacidad de la humanidad de redefinir lo que se llaman recursos. La producción de alimentos es un ejemplo claro de ello. Hoy los Estados de los países de alto nivel de desarrollo económico pagan a los agricultores para que produzcan menos, pues hay una súper abundancia de alimentos a nivel mundial. El problema no es de producción, sino de distribución de tales alimentos.

Pero la abundante evidencia científica que existe en contra de las tesis maltusianas no parece frenar su promoción, que constantemente se reproduce, incluso en el movimiento ecológico conservador, que considera que el crecimiento económico en sí es negativo, pues está consumiendo los recursos que continúan percibiéndose como limitados, ignorando, de nuevo, la capacidad de la humanidad de redefinir las categorías «recurso» y «crecimiento económico».

Una economía puede crecer a base de inversiones militares, por ejemplo, o puede crecer a base de proveer servicios a las personas discapacitadas. Y hay una enorme necesidad de que crezcan aquellos sectores que tienen como objetivo atender a las necesidades humanas. La evidencia científica muestra claramente que el problema no es el crecimiento económico (que supuestamente absorbe gran cantidad de recursos), sino el tipo de crecimiento. El crecimiento económico puede destruir o puede crear recursos, dependiendo del contexto político y económico que configura tal crecimiento.

Pero el malthusianismo no para, y continúa machacando, pues sirve intereses, independientemente de la motivación de aquéllos que con muy buenas intenciones lo reproducen. La nueva versión ahora es la opuesta a la malthusiana que, a pesar de su oposición a la tesis original de centrar el problema en la falta de recursos, ahora se traslada al polo opuesto, es decir, centrar el problema en la escasez de población. Me explico. El descenso de la fertilidad, un fenómeno que se está generalizando especialmente en el mundo occidental, resultado, en parte, del aumento del nivel de vida (y descenso de la mortalidad infantil) a nivel mundial, está presentándose como un fenómeno alarmante, pues se nos dice ahora que el envejecimiento de la población lleva a un desastre, sin aclarar mucho por qué es un desastre. A lo máximo que se llega en esta predicción catastrófica es a que la Seguridad Social no podrá sostenerse. Habrá demasiados pensionistas por cotizante, y esto nos llevará a una situación insostenible, a no ser que se reduzcan dramáticamente las pensiones o se privaticen (argumento que es claramente promovido por los intereses financieros que quieren meterle mano a las pensiones públicas, el caudal de dinero más importante en nuestros países).

El problema de China no es que hayan demasiados ancianos o pocos jóvenes. El problema es que no hay suficientes puestos de trabajo, y que los que trabajan tienen pocos ingresos, debido a los bajos salarios. Ahora bien, lo que les preocupa a muchos de estos catastrofistas no es que haya demasiados ancianos, sino que la disminución de gente joven crea una escasez de trabajadores que condicione y determine la necesidad de aumentar los salarios. Ahí está su preocupación. Durante todos estos años de aplicación de las políticas neoliberales hemos visto un descenso a nivel mundial de las rentas del trabajo, y ello a pesar de un continuado aumento de la productividad laboral, que ha ido aumentando la riqueza económica de los países, sin que los trabajadores, sin embargo, se beneficiaran de ello. El aumento de la riqueza se ha concentrado en las rentas muy superiores que derivan sus ingresos de la propiedad del capital. Y ahí está el problema. La lucha de clases ganada en bases diarias a nivel mundial por el capital es la que está creando el problema de la sostenibilidad de las pensiones. No es ni la transición demográfica ni la falta de recursos. Es la enorme concentración de la riqueza, derivada de una súper explotación del mundo del trabajo, la que está creando la enorme crisis de los Estados del Bienestar, incluyendo la Seguridad Social. Si los salarios fueran mas altos, si la carga impositiva fuera más progresiva, si los recursos públicos fueran más extensos y si el capital estuviera en manos más públicas (de tipo cooperativo) en lugar de privadas con afán de lucro, tales crisis social y ecológica (y económica y financiera) no existirían. Así de claro. 

sábado, 20 de septiembre de 2014

No llores. Organízate

Comunicado de la Federación Anarquista de Edimburgo sobre los resultados del referéndum sobre la independencia de Escocia, y lo que viene después (FUENTE).

19 septiembre 2014

—«¿Has votado ya?»
—«¡Sí!»
—«¡Yo también! Imagínate... podríamos
ser libres en una Escocia independiente.»
Una voz al fondo:
—«¡SE ACABÓ LA PAUSA, SEGUID TRABAJANDO!»

Ayer Escocia votó contra la independencia. Hoy la mitad del país está de luto, tras hacerse pedazos sus esperanzas de un nuevo Estado y su promesa socialdemócrata. La otra mitad está aliviada de que se haya acabado la incertidumbre, pese a no celebrarlo con entusiasmo. Las cosas continuarán como hasta ahora.

Nosotros ni lloramos ni celebramos. El alarmismo de la campaña del NO probablemente se habría demostrado como totalmente infundado. De la misma forma que las promesas de la campaña del SÍ. En realidad, nuestras vidas habrían continuado en gran parte como lo hacían antes, en uno u otro caso. Vamos a seguir caminando penosamente por las mismas calles a los mismos empleos que odiamos, a través de mismo transporte público caro y lleno hasta reventar. Haremos lo que podamos para poder devolver en las mismas tiendas nuestros salarios a la clase capitalista, para pagar el alquiler a los mismos terratenientes y las hipotecas a los mismos bancos. Llevaremos a nuestros hijos a las mismas escuelas con el mismo sistema educativo, y cuando estemos enfermos esperaremos para poder usar los mismos hospitales. Usaremos los mismos parques, playas, museos y pubs para evadirnos de nuestros trabajos.

El duque de Buccleuch, el mayor terrateniente de Europa,
cuyas propiedades están valoradas en más de mil millones de libras
esterlinas, uno de los terratenientes escoceses (FUENTE)


Una Escocia independiente se parecería en muchos aspectos a la Escocia que es parte del Reino Unido, una sociedad patriarcal, capitalista, y destructiva para el medio ambiente. un país donde la propiedad de la tierra es la más desigual del mundo desarrollado, al pertenecer el 50% de la tierra a tan sólo 432 individuos. Un país que depende del petróleo del mar del Norte para la mayoría de sus exportaciones, petroleo que debería dejarse bajo tierra para evitar la catástrofe climática. Un país con una enorme pobreza y una enorme riqueza y donde la poca organización de la clase obrera poco puede hacer para evitar esa dinámica.

Y al continuar manteniendose las mismas instituciones, las mismas estructuras de poder, los mismos intereses empresariales y la misma configuración política, nuestra lucha contra el Estado, el capital y la opresión continúa.

 

MOVIMIENTOS SOCIALES 

 

Entre algunos defensores de la independencia se ha hecho popular afirmar que incluso con la derrota la política ha cambiado radicalmente. La gente está interesada por primera vez en la política, la participación fué del 85%. Ha nacido un nuevo movimiento social ampliamente popular, el referendum nunca se trató de votar a los Nacionalistas (con mayúscula (1)). La campaña que pusieron en marcha para presionar a favor de la independencia la reorientarán ahora contra los gobiernos británico y escocés y presionarán para lograr concesiones materiales, envalentonados por lo cerca que estuvieron de ganar y teniendo la gente recientemente radicalizada con ellos. Sin embargo, una alta participación nos dice muy poco sobre los que vendrá a continuación, y la autosatisfacción con la que se afirma que se ha cambiado la política es algo peligroso.

 

Dejando a un lado el error táctico de ofrecer al SNP (el Partido Nacionalista Escocés) el apoyo que querían para poner en marcha el referendum y esperar entonces lograr concesiones, en lugar de hacer de esas concesiones una condición previa para apoyarles, eso parece ser como mucho una predicción optimista, que está lejos de cumplirse. Es altamente probable que el movimiento creado para apoyar el modelo radical para la independencia logre mantener la unidad mostrada durante la época previa al referendum una vez que este ha tenido lugar. es muy posible que un nuevo partido unitario de izquierdas (quizás el mismo Left Unity —Izquierda Unida—) se forme a partir de la campaña Radical Independence (Independencia Radical), que tendrá que competir por los votos con el Scottish Green Party (el Partido Verde Escocés). La desintegración del SSP (el Partido Socialista Escocés) la pasada década es un mal augurio para sus posibilidades duraderas de dicha formación. Si la izquierda parlamentaria lograse recuperar incluso las posiciones que tenía desde el 2003 hasta 2007 habría logrado un resultado bastante bueno (para sus propios criterios).


Uno de los problemas sociales más graves de Escocia:
según los datos oficiales del gobierno de Escocia, el 50% de la tierra
pertenece a tan sólo 432 personas (FUENTE). Esta situación provocó
no hace mucho un fuerte debate, que se ha dejado a un lado en la campaña
del referéndum por la independencia de Escocia.

Sin duda muchos de los que forman parte del movimiento independentista radical desearían mantener una organización extra-parlamentaria, a pesar de que es una cuestión discutible hasta que punto es independiente de los partidos parlamentarios. Pero al igual que en el caso del referendum las elecciones tienen la tendencia de apartar a los activistas de la lucha directa para concentrarse en sí mismos, por buenas que sean sus intenciones. El efecto más debilitante de la campaña del referendum ha sido quizá el apartar a la gente de otras luchas más importantes: la campaña para boicotear el workfare (obligar a la gente a trabajar gratis o casi para recibir ayudas sociales), el trabajo contra las deportaciones y a favor de los inmigrantes, el organizarse para defender el medio ambiente y otras luchas similares. Naturalmente no queremos decir que los que han apoyado activamente la campaña por la independencia no vayan a continuar apoyando esas otras luchas, pero nadie dispone de tiempo y energías ilimitadas, y las que se han empleado en el referendum podían haberse empleado mejor en otras cosas.

ECOLOGÍA

 

A medida que el referendum por la independencia se convierte en una cosa del pasado, otros temas empiezan a recobrar su protagonismo. la más importante ha de ser el lograr el compromiso de los políticos de Westmister (sede del parlamento inglés) y Holyrood (sede del parlamento escocés) para continuar la estracción de la cuota escocesa del petroleo del mar del Norte.

El debate sobre la independencia tomó forma en torno a las perspectivas de la producción petrolera y como se distribuirán sus ganancias. Aún cuando existía la crítica y se hizo un llamamiento a favor de un «new deal verde», la atención se centró en argumentar a favor de las energías renovables. Pero aunque sea de agradecer un mayor uso de las energías renovables, eso está lejos de ser suficiente. Como ha puesto de relieve Jason Moore, las revoluciones energéticas del pasado siempre han sido aditivas y sustitutivas. De la lógica del mercado unida a la intervención en defensa del uso de energías renovables tan sólo obtendremos energías renovables y combustibles fósiles. Según aumenten las alternativas los precios de los combustibles fósiles caerán y lograrán eguir iendo utilizado. Una verdadera decarbonización de la sociedad requiere dejar a lo combutibles fósiles bajo tierra y dar de baja su valor en los libros de contabilidad.

No se puede construir un capitalismo «verde». Ciertamente no puede crearse actualmente. Hay demasiado dinero invertido en los combustibles fósiles: en la perforación, en la extracción, en el fracking. La clase dominante nunca renunciará voluntariamente a esta riqueza, ni permitirá que se abandone mediante una votación. «Para sobrevivir debemos actuar ahora» y «unir la sombría realidad con el impulso de la utopía» para exigir una transformación completa de nuestra sociedad (2).

Una Escocia independiente habría dependido en gran medida de los combustibles fósiles, en gran parte para poder mantener las reservas de divisas y una balanza comercial positiva. La extracción del petróleo del Mar del Norte seguirá aumentando el déficit comercial del Reino Unido. iendo parte de una economía mucho mayor esa dependencia no puede mostrarse de una forma tan evidente. Pero dicha dependencia ha de ser sacada a la luz, y ha de acabarse con ella. Hacerlo será una tarea costosa y difícil, pero es algo que no tenemos más remedio que llevar a cabo, ya que no habrá futuro para escocia o para el Reino Unido si no hacemos nada. Debemos crear el movimiento que lo haga posible. Se ha gastado demasiado tiempo en cuestiones constitucionales burguesas mientras los ricos consolidan sus riquezas y poder, imponen medidas de austeridad y dificultades y dejan el planeta arder  para asegurarse de que la adaptación será suficientemente buena para sus intereses.

Así que ahoga tus penas esta noche. Toma tiempo para recuperar tus energías y cuando estés listo vuelve y uneté a nosotros. La sociedad mejor que se buscaba obtener con la independencia no necesita un nuevo estado. Sigue hablando con tus vecinos y compañeros de trabajo. tenemos un mundo que ganar y sólo nuestra autoorganización como clase obrera puede lograrlo.



NOTAS: 

(1) Ya hemos discutido anteriormente sobre la confusión del nacionalismo «bueno» y «malo», así como sobre las afirmaciones de la izquierda de que la independencia no tiene nada que ver con el nacionalismo. En nuestra opinión tanto las campañas del Sí como del No representaban de facto nacionalismos enfrentados, por mucho que afirmasen lo contrario. 

(2) Goodbye to the Future – Out of the Woods


martes, 16 de septiembre de 2014

El heredero de El Corte Inglés, candidato de la extrema derecha

15/09/2014

Tras la muerte del presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, a los 79 años el domingo en Madrid, Dimas Gimeno, su sobrino, se postula como el heredero para presidir la mayor compañía comercial de Europa, como hizo su tío durante 25 años, escribe el periódico español Público.

Dimas, de 39 años, ascendió en agosto de 2013 a director general de la compañía. Sin embargo, hubo una gran polémica en España al conocerse que estuvo en las listas de la Falange Española Independiente hasta en tres elecciones, un partido de extrema derecha, heredero de la dictadura franquista.

Estas candidaturas fueron en los años noventa y principios del 2000 y la compañía trató de distanciarse del ahora heredero y negar su participación, a pesar de estar recogida en el Boletín Oficial del Estado. Sin embargo, Gimeno siguió en El Corte Inglés que ahora hereda.

Su padre, Miguel Ángel Gimeno García, también se presentó por el partido fascista de La Falange en varias ocasiones, al igual que su hermano mayor, Miguel Ángel Gimeno Álvarez, que llegó a encabezar la lista del partido de ultra derecha.

Dimas Gimeno comenzó como vendedor en los grandes almacenes mientras estudiaba Derecho en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. En la nueva etapa como presidente de la compañía tendrá a su lado a Manuel Pizarro, que fue un fichaje personal de Álvarez y que se postula, dada su experiencia, como el nuevo hombre fuerte de El Corte Inglés.

El coloso comercial, que cuenta con 100.00 trabajadores, facturó en 2013 14.300 millones de euros. 

domingo, 14 de septiembre de 2014

¿Todavía duda que hay neonazis en Ucrania y que operan con apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea?


La Red Voltaire denunciaba ya en el año 2005 la reactivación por la OTAN del movimiento neonazi en Europa del este y otros grupos fascistas


Una televisión noruega ha grabado un video en el sureste de Ucrania en el que puede verse a soldados del batallon Azov luciendo cascos con símbolos nazis, prohibidos en el país.

En el video, grabado por la emisora noruega TV2, se ve a un soldado que luce las siglas SS en su casco y a otro que lleva estampado el símbolo de la esvástica en el suyo.


La televisión alemana también comentó esta noticia brevemente visto lo embarazoso del caso que representa esto para ellos porque recuerda su triste pasado reciente.

«Estábamos grabando un reportaje sobre el batallón Azov de Ucrania en la ciudad oriental de Urzuf, cuando nos encontramos con estos soldados», dijo Oysten Bogen, corresponsal de TV2, a NBC News.

Minutos antes de filmar las imágenes, Bogen dijo haber preguntado a un portavoz si el batallón tenía puntos de vistas fascistas. La respuesta fue: «absolutamente no, somos sólo nacionalistas ucranianos», dijo Bogen.

Desde el inicio de la operación de castigo del Ejército ucraniano en el sureste del país, en la estructura del Ministerio del Interior fueron creados varios batallones que operan en Donbass. Los batallones Aidar, Azov, Donbass, Dnepr-1 y Dnepr-2, financiados por el oligarca y el gobernador de la región de Dnepropetrovsk, Igor Kolomoisky, que en repetidas ocasiones ha sido acusado de patrocinar al grupo nacionalista radical Sector Derecho.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Soldados israelíes de una prestigiosa unidad de inteligencia se rebelan

La ciudad vieja de Jerusalén vista desde el muro
que separa el territorio palestino.

12 septiembre 2014

Cuarenta y tres soldados de reserva de la unidad más prestigiosa de la inteligencia militar israelí decidieron no volver a vestir el uniforme para no tener que participar de nuevo en las injusticias que, aseguran, se cometen contra los palestinos.

Se trata de una de las expresiones de objeción de conciencia más importantes en Israel en años.

«Rechazamos participar en las acciones contra los palestinos y continuar siendo instrumentalizados para reforzar el control militar sobre los palestinos y sobre los territorios ocupados», dijeron los 43 oficiales y soldados firmantes, que forman parte de la Unidad 8200.

La misiva, de la que la AFP recibió este viernes una versión sin las firmas, está dirigida al primer ministro y al jefe del Estado mayor israelíes. «No podemos seguir sirviendo a este sistema y negándole sus derechos a millones de personas con la conciencia tranquila», aseguran.

La carta, que llega tres semanas después del fin de la guerra en la Franja de Gaza, no está vinculada con ella. También denuncia la política global del «régimen» y las prácticas de inteligencia puestas al servicio de esta política.

La NSA israelí

Estos «refuzniks» (término empleado para referirse a los israelíes que rechazan servir), denuncian la «persecución política» en la que participan con su actividad de espionaje.

También hacen hincapié en las normas militares que rigen la vida de millones de palestinos desde hace más de 47 años, en la colonización, y en la hipocresía de una política que evoca necesidades de seguridad para justificarse.

El Ejército negó la realidad de estas acusaciones y afirmó en un comunicado no «tener informaciones de que se hayan producido las violaciones específicas mencionadas en esta carta».

Este manifiesto procede de una unidad que, por su naturaleza, raramente sale a la luz. La 8200 es una unidad de élite de la inteligencia militar israelí especializada en ciberdefensa y encargada de las escuchas. A menudo se la compara con la NSA (National Security Agency) estadounidense.

La única objeción de conciencia significativa de los últimos años se remonta a 2003, durante la Segunda Intifada, cuando 27 pilotos del Ejército del aire se negaron a liquidar objetivos en los territorios palestinos.

Sin poder dormir

«Creo que hemos firmado todos esta carta por la misma razón: porque ya no conseguimos dormir por la noche», explicó una de las 43 firmantes en una entrevista publicada este viernes en el diario Yedioth Aharonot, el de mayor tirada.

Otra mujer habla de un error de identificación que cometió y que le costó la vida a un niño, mientras que otros se refieren a los sentimientos que sienten al tener que escuchar las conversaciones más íntimas de los palestinos.

«Los soldados también son ciudadanos y también tienen una opinión política. Habría preferido que esta carta no existiera, pero ahí está, es una cosa normal», dijo el coronel de reserva Itamar Yaar, exvicepresidente del Consejo de Seguridad Nacional, al ser preguntado por la AFP.

Un responsable de seguridad minimizó el impacto de este «manifiesto de los 43».

«Lavan sus trapos sucios en público incluso antes de dirigirse al Ejército. Es la prueba de que están en un proceso de activismo político más que en una voluntad de hacer que el sistema cambie», comentó este responsable bajo condición de anonimato, señalando que estas 43 personas representan menos del 1% del total de reservistas de la Unidad 8200.

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Es Bashar al-Assad el objetivo principal de la lucha de EEUU contra el Estado Islámico?



EEUU utiliza la lucha contra el Estado Islámico como excusa para poner fin al régimen de Bashar al-Assad en Siria, afirma el presidente del Instituto de Oriente Medio de Rusia, Yevgeny Satanovsky.

El plan de EEUU de realizar ataques aéreos contra los militantes del Estado Islámico es un intento de usar la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del 15 de agosto contra Siria como Estado soberano, informa Itar-Tass.

Según el experto, EEUU no oculta el hecho de que utiliza la resolución del Consejo de Seguridad como un pretexto para esconder su verdadero objetivo: acabar con Bashar al-Assad. Según el experto, el «contrato» con Turquía, Qatar y Arabia Saudita para derrocar al presidente sirio sigue en vigor.

«El presidente y el secretario de Estado de EEUU han instado la comunidad internacional a luchar contra el Estado Islámico y, al mismo tiempo, han pedido a sus aliados que apoyen a la oposición siria», continúa Satanovsky. «Es una prueba clara de que la verdadera intención de EEUU es conseguir que la oposición se haga con el poder en Damasco», remata el experto.

«No existe tal oposición siria moderada. Los antiguos miembros del llamado Ejército Sirio Libre se están uniendo a las filas terroristas. Qatar abiertamente apoya y financia el grupo denominado Estado Islámico. Son las políticas estadounidenses las que siguen alimentando el despliegue del terrorismo en Oriente Medio», concluye Satanovsky.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Suprema hipocresía


Por Robert Fisk *

No quiso bombardear el califato sangriento de Abu Bakr al Baghdadi, cuando estaba masacrando a la mayoría musulmana de chiítas de Irak. Pero Barack Obama va al rescate de los refugiados cristianos –y los yazidis– debido a «un posible acto de genocidio». A bombardear. Y menos mal que los refugiados en cuestión no son palestinos.

Esta hipocresía casi nos deja sin aliento, sobre todo porque el presidente de Estados Unidos está todavía demasiado asustado —por temor a disgustar a los turcos— para usar la palabra «G» sobre el genocidio de 1915 de Turquía de un millón y medio de cristianos armenios, una masacre masiva a una escala que incluso los matones de Abu Bakr aún no han intentado. Vamos a tener que esperar otro año para ver cómo Obama se maneja con las conmemoraciones del 100º aniversario de esa particular masacre musulmana de los cristianos.

Pero, por ahora, «Estados Unidos está llegando a ayudar» en Irak con los ataques aéreos sobre los «convoys» de combatientes del Estado Islámico. Pero, ¿acaso no es eso lo que los estadounidenses protagonizaron contra los talibán en Afganistán, a menudo confundiendo bodas inocentes por «convoys» islamistas? Dejar caer paquetes de alimentos a la minoría de refugiados por el temor que le causan sus vidas en las laderas de las montañas desnudas del norte de Irak es exactamente la misma operación que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo para los kurdos casi un cuarto de siglo atrás; y al final tuvieron que poner soldados estadounidenses y británicos en el terreno para crear un «refugio seguro» para los kurdos.

Tampoco Obama dijo nada acerca de su amigable aliado, Arabia Saudita, cuyos salafistas son la inspiración y la recaudación de fondos para las milicias sunnitas de Irak y Siria, al igual que lo fueron para los talibán en Afganistán. El muro entre los saudíes y los monstruos que crean —y que Estados Unidos ahora bombardea— se debe mantener tan alto como invisible. Esa es la medida de disimulo estadounidense en este último acto de duplicidad. Obama está bombardeando a los amigos de sus aliados saudíes –y enemigos del régimen de Al Assad en Siria, por cierto–, pero no lo dirá. Y sólo por si acaso, él cree que Estados Unidos debe actuar en defensa de su consulado en Erbil y la embajada en Bagdad.

Esa es la misma excusa que Estados Unidos utilizó cuando disparó sus cañones navales a las montañas Chouf del Líbano hace treinta años: que los jefes militares pro sirios del Líbano estaban poniendo en peligro la embajada estadounidense en Beirut. Que es tan poco probable que los islamistas tomen Erbil como que capturen Bagdad. Obama dice que tiene un «mandato» para bombardear del gobierno iraquí de Nouri al Maliki, el elegido pero dictatorial chiíta que ahora dirige a Irak como un Estado quebrado y sectario. La manera en que a los occidentales les encantan los «mandatos» desde el Tratado de Versalles de 1919, que atrajo a las fronteras de Oriente Medio para nuestros «mandatos», las mismas fronteras que ahora el califato de Abu Bakr juró destruir. No hay muchas dudas acerca de la terrible e igualmente sectaria Isis que Abu Bakr está creando.

Su amenaza a los cristianos de Irak —conviértanse, paguen impuestos o mueran— ahora se ha vuelto contra los yazidis, la pequeña secta inofensiva cuyas raíces persas-asirias, rituales cristianos-islámicos y perdonando a Dios los han condenado como a los cristianos. Los kurdos étnicos, los pobres viejos yazidis creen que Dios, cuyos siete ángeles supuestamente gobiernan la Tierra, perdonó a Satanás: así que, inevitablemente, este antiguo pueblo llegó a ser considerado como adoradores del diablo. De ahí que sus 130 mil refugiados —al menos 40 mil de los cuales viven en las rocas de la montaña en por lo menos nueve lugares alrededor del Monte Sinjar— cuentan historias de violación, asesinato y matanza de niños a manos de los hombres de Abu Bakr. Por desgracia, todo puede ser verdad.

Los yazidis probablemente son descendientes de los partidarios del segundo califa omeya Yazid el Primero; su represión de Husein, el hijo de Ali —cuyos seguidores son ahora los chiítas de Medio Oriente—, podrían teóricamente haber encomendado los yazidis al ejército musulmán sunnita de Abu Bakr. Pero sus rituales mezclados y su negación del mal nunca iban a encontrar el favor de un grupo que —como Arabia Saudita y los talibán— cree «en la supresión del vicio y en la propagación de la virtud». En las fallas geológicas que se encuentran en el antiguo Kurdistán, Armenia y lo que era la Mesopotamia, la historia les dio a los yazidis una mala mano.

Pero por ellos, y los nestorianos y otros grupos cristianos, Obama ha ido a la guerra. Los franceses, con sus viejos espíritus de cruzados revividos, le pidieron al Consejo de Seguridad que reflexione sobre este pogrom cristiano. Pero la pregunta persiste: ¿Estados Unidos habría hecho lo mismo si los refugiados pertenecientes a minorías miserables del norte de Irak hubieran sido palestinos? ¿O la última campaña de bombardeos de Obama simplemente proporcionará una bienvenida distracción de los campos de exterminio de Gaza?

9 agosto 2014


  * De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.