Paco Roca relata en el comic Los surcos del azar la odisea de los republicanos españoles exiliados que combatieron el fascismo en la II Guerra Mundial.
Se considera uno de esos privilegiados que ha conseguido vivir de su sueño infantil. Es un autor comprometido social y políticamente que en su última obra centra la mirada en una historia olvidada, la de los españoles que participaron en la liberación de París en 1944. Es la historia de unos combatientes que, con menos de veinte años, cogieron las armas para luchar contra el golpe de Estado de Franco y no las soltaron en un periplo que les llevó de un campo de concentración en África a engrosar las filas del ejército francés. Este libro necesario, que recupera un trozo de la memoria histórica que nos han alienado, no es la primera incursión del autor en la materia. El Faro (2004) una historia con la guerra civil como telón de fondo y El invierno del dibujante (2010), que recrea la vida de los dibujantes de cómics en la España franquista, son dos muestras de su interés por nuestra historia reciente.
Pregunta.- ¿Cuál es el germen de la historia? ¿Por qué quisiste hacer un cómic sobre la odisea de los republicanos exiliados?
Respuesta.- Por curiosidad. Sabía que hubo blindados en la liberación de París que llevaban nombres de ciudades españolas, pero no tenía ni idea ni de quiénes los llevaban ni por qué estaban allí. De casualidad puede escuchar en una conferencia en París a dos de los excombatientes de la compañía La Nueve. Me pareció increíble que aquel grupo de españoles fueran los liberadores de París. Después empecé a interesarme por la historia y me di cuenta de que era aún más increíble la aventura que está gente tuvo que pasar desde su salida de España hasta la capital francesa.
P.- ¿Cuánto tiempo has pasado recabando información histórica y presencial? ¿Cuándo decidiste que ya era suficiente para empezar a crear tu propia historia?
R.- Hacer Los surcos del azar me llevó dos años y medio. Aunque parezca mucho, es muy poco. Tuve la suerte de poder contar con la ayuda de gente que llevaba muchos años con este tema como la periodista Evelyn Mezquida o el historiador Robert Cole. Sin ellos habría sido imposible hacer Los surcos. Cuando empecé a trabajar en el proyecto pensaba que ya tenía toda la información necesaria, pero me di cuenta según avanzaba que había lagunas que no conocía, así que continuamente echaba mano de los expertos en el tema para que me orientasen. Pero estos tenían tanta información que lo difícil fue decir «hasta aquí». He dejado fuera muchas historias que me habría gustado incluir.
P.- ¿Cómo defines al protagonista Miguel Ruiz? ¿Por qué te has introducido tú como personaje?
R.- Miguel Ruiz es un compendio del sentimiento de muchos excombatientes y exiliados. Por un lado son reacios a abrir las puertas a un doloroso pasado y por otro lado, como exiliados, se encuentran sin llegar a formar parte del país de acogida, pero tampoco se sienten ya españoles. Por otro lado, aquellos combatientes de La Nueve estaban muy comprometidos ideológicamente. Me interesaba saber cómo verían desde el presente aquellos actos del pasado. Por eso era importante esa entrevista y de ahí la necesidad de meterme como personaje. Había que contar la frustración y la rabia de aquellos vencedores que no lograron triunfar en su última batalla: liberar a España del fascismo franquista.
P.- ¿Qué piensas de la reforma de la Justicia que pretende llevar a cabo el gobierno?
R.- Una de las preguntas que más me hacía mientras trabajaba en Los surcos era si yo sería de los que lucharía contra el fascismo hasta el final. Difícil cuestión. A aquella gente, cuando les preguntas por qué lo hicieron no le dan importancia, les parece algo natural: «era lo que había que hacer», dicen. Cada generación tiene sus propias batallas. Afortunadamente la nuestra no es militar, pero igualmente necesaria. En nuestras manos está defender los derechos sociales que tanto les ha costado conseguir a otras generaciones.
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