jueves, 5 de abril de 2012

Sobre el pasado idílico rural

Aquellos libertarios (en especial, los serviles aduladores de Félix Rodrigo Mora) que quieren volver a una idílica vida rural deberían leerse el libro de Diego Abad de Santillán El anarquismo y la revolución en España. Escritos 1930/38. Edit. Ayuso (1977). En el capítulo titulado «Sobre el Congreso de Zaragoza», en el apartado o subcapítulo «Mirando al porvenir: organización comunal y organización del trabajo» (Tierra y Libertad, año VII, núm. 18, 8-V-1936) dice lo siguiente (pág. 335):
«Las arcadias pastoriles son del dominio de la poesía. Aquella felicidad de las comunas no ha existido más que en la fantasía de los que no conocieron sus miserias y privaciones. El bienestar y la holgura han de buscarse por el camino del aumento de la productividad y de su distribución equitativa, en la estrecha coordinación de todos los recursos humanos y técnicos para que rindan el máximo de utilidad.»
En Arcadia de F. August von Kaulbach

Y en el texto titulado «Comunalismo y comunismo» (Tiempos Nuevos, III, núm. 6, 1-VI-1936), en la página núm. 293 dice lo siguiente:
«Aun cuando nos sea posible en los ensueños románticos suspirar por el anarquismo pastoral de Sylvain Marechal, la vida ha andado su trecho y hay que buscar la felicidad y la libertad, no en el encerramiento, no en la vuelta al localismo superado, sino en el aprovechamiento de todos los recursos de la naturaleza, de la ciencia y de la técnica para aumentar el confort, la producción, el saber. La industria no es un producto de la fantasía, sino una realidad. Lo deplorable es que haya sido monopolizada en interés de castas privilegiadas, y la máquina, en lugar de ser un alivio del hombre, se haya convertido en su desgracia. Pero eso no quiere decir que hemos de poner, en lugar de la industria, que implica estrecha coordinación nacional y mundial de todas las fuerzas y riquezas, el regreso a las comunas pastorales, a las visiones virgilianas; lo que nos corresponde es libertar la industría de manos del capitalismo y del Estado para que dé el rendimiento que pueda dar en beneficio común.

»La revolución que queremos no es para retroceder al paraíso poético de los artesanos y a la vida de los pastores pintados en medio de sus rebaños con la ocarina en los labios, sino para avanzar; no es disminuir nuestras exigencias, sino para acrecentarlas y satisfacerlas. Para ello habrá que multiplicar las fábricas, los ferrocariles, los medios de transporte y comunicaciones, las carreteras; habrá que multiplicar el aprovechamiento de las fuerzas naturales. Y todo ello se hará en el sentido del desenvolvimiento industrial, que llevaremos en pocos años a un nivel de que no son capaces ni el capitalismo ni el Estado.»
La Arcadia (o Estado pastoril), de Thomas Cole

21 comentarios:

  1. Félix Rodrigo en "La Democracia y Triunfo del Estado": El defecto último del IV Congreso de la CNT [mayo 1936], cuyos desaciertos manifestarán toda su letalidad en la guerra civil y posteriormente, es el común a todos los obrerismos decimonónicos: su adhesión irreflexiva al ideario ilustrado, teorético, racionalista, anticlerical, cientista, progresista y moderno. Una evidencia de ello, entre las muchas que se pueden aportar, está en "Contribución a la historia del movimiento obrero español", tomo II, de D. Abad de Santillán, en el que se define nuestra sociedad en el siglo xix en estos términos: «España, país pobre», enormidad tomada del arsenal de ideas perversas del liberalismo y modernismo, el progresismo y el marxismo, para los que el supremo, o único, bien son las riquezas materiales. Aquel autor, en "El organismo económico de la revolución", expresa con claridad que la sociedad a la que una parte del anarcosindicalismo español aspiraba en los años treinta era una forma idealizada de capitalismo. La incapacidad para pensar por sí mismo, para construir un sistema de ideas netamente diferenciado del burgués, estatal y progresista,
    es el defecto principal del obrerismo, y el que hace inaceptable una parte fundamental de
    su producción intelectual tanto como de sus acciones. Tal fijación en la modernización productivista afectó a otras corrientes de la acracia, también a las tenidas por más revolucionarias. Así, Jaime Balius, que luego sería el cerebro de «Los amigos de Durruti», esgrimía en 1934 un ideario poco original: «hemos de industrializar el campo para convertir España en una nación industrial», en lo que coincidía, aún a su pesar, con lo preconizado por el orden estatal-burgués, y luego por el franquista, éste más y mejor industrialista que cualquier otro. Tales autores proletaristas reproducen los contenidos de obras tan institucionales como son "Los males de la Patria" de Lucas Mallada (1890), o de "El problema nacional" de R. Macías Picavea (1899), que preconizan hacer de España una gran potencia comercial, industrial, financiera y, por tanto, imperial-militar; libros que alcanzaron una difusión e influencia descomunales, precisamente por su carácter oficialista. Al no encontrar apenas
    contradictores, la idea modernizante se hizo hegemónica en el movimiento obrero, lo que apunta a que éste, en el ámbito de la cosmovisión, fue un apéndice del modo burgués de concebir el destino, la condición y la existencia humana. En Balius se halla, asimismo, otro de los defectos del obrerismo en su época clásica, la incapacidad para encarar la coyuntura histórica por medio del análisis concreto y con propuestas específicas susceptibles de orientar la acción, no simplemente a través de la exposición abstracta de los principios doctrinales. En ese aferrarse a las teorías aflora la
    impotencia intelectiva de un movimiento que constituyó su cosmovisión por mimesis, lo que, en
    cada coyuntura crítica, tendió a dividir al obrerismo en una mayoría colaboracionista y una minoría doctrinaria. Al respecto, véase "La revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y Los Amigos de Durruti" de M. Amorós.

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    1. El anarquismo, entre otras cosas, quiso que el enfrentamiento entre el campo y la ciudad desapareciese. Porque ambos entornos se necesitan, y Kropotkin ya habló bastante de ello. En cambio, tu gurú, que busca la supuesta verdad, lo que hace es todo lo contrario, ensalzando el medio rural para desacreditar el urbano. Los confronta.

      Si tu «maestro» mostrase un cierto grado de honestidad y credibilidad, debería seguir viviendo en el campo de forma tradicional. Los animales de las granjas y establos, necesitan comer y beber todos los días, no tienen vacaciones ni días festivos, y quienes se encarguen de ellos, lamentablemente, tampoco. Con la mecanización e industrialización del sector agropecuario, algo se ha obtenido. Recuerdo a mi padre y a mis tíos, levantándose todos los días del año, has leído bien, TODOS, antes de que amaneciese para ordeñar las cabras y ovejas. Después de sacarlas al campo a pastar (una o dos veces diarias, dependiendo de las estaciones), por la tarde, al anochecer, volvían a ordeñar a mano. Y esto que eran propietarios de sus rebaños, había otros que eran pastores a sueldo para otros, que tenían la misma vida esclava. Hoy día mi primo, gracias a la ordeñadora informatizada, tarda menos y puede tener más tiempo libre. En cambio, tu «maestro» con tantas charlas que da por todas partes y los viajes, pues dudo que viva del campo.

      Lo mismo con la agricultura, además del rebaño, tenían campo de alfalfa y una huerta. Pasaron de tener mulos a tener un tractor, y con la bomba de motor sacar mejor el agua del pozo para regar la huerta. Antes de la mecanización, y no te hablo de hace mucho tiempo (por los años setenta), la jornada que tenían era más dura, a pesar de ser pequeños propietarios. Los que trabajaban para otros, estaban más jodidos.

      El año pasado, murió mi padre, y, aún así, todavía reconocía que en los últimos años gracias a la modernización, es cuando se podía vivir decentemente en el pueblo. Como ves, yo también provengo del medio rural y lo conozco. Y para nada estoy de acuerdo con tu «maestro».

      Y, también, recordemos que durante la Guerra Civil, en la zona controlada por los libertarios, en las colectividades agrarías, se buscaba un mayor rendimiento con la mecanización. Y decir que el anarcosindicalismo español buscaba «una forma idealizada de capitalismo»; o que el movimiento obrero era, además de aintelectual, simplemente colaboracionista con la burguesía... Es como mearte encima de los miles de muertos y represaliados que ha habido en la historia de este país. ¡Hay que tener mucha mala baba para decir tales cosas! Claro, tu maestro busca la verdad a través de la mentira y la difamación, como ha hecho con los Panteras Negras, pues no os afecta.

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  2. 1- El mero hecho de que te dirijas a mi en ese tono (y refiriéndote a mi "maestro") ya te desacredita bastante e inhabilita para el debate.
    2- En cualquier caso, y si quieres que hablemos de "maestros", los tuyos y su ideario, han sido DERROTADOS sistemáticamente por el ESTADO y CAPITAL (no me invento nada, son HECHOS que no hace falta que nadie nos cuente porque al día de hoy seguimos viviéndolos y constantándolos).
    3- Cuanto más avance técnológico ha habido, más poder han conseguido las minorías poderhabientes. Quizá no sea causa-efecto (cosa poco probable... las casualidades en estos ámbitos no existen), pero es un HECHO.
    4- Quien más y mejor ha desarrollado y puesto en práctica ese ideario basado en el progreso, desarrollo, productivismo, "tiempo libre", goce y disfrute, ha sido el ESTADO (es decir, las minorías poderhabientes organizadas como tal). Si el anarquismo está en la ruina (porque lo está), ya sabes por donde va los tiros.
    5- Una prueba de lo errado de tal ideario es el HECHO de que por cada "avance" en materia de "derechos" y "libertades" (todos falsos o meramente formales) y "comodidades" que la masa obrera ha "conquistado", las minorías poderhabientes han multiplicado su poder por diez.
    6- Ni que decir tiene que ni una sola línea de lo que tienes a bien escribir aquí refuta ni una sola palabra de lo que he expuesto; y esto es así por la sencilla razón de que yo hablo de HECHOS, y tú te limitas a repetir mantras que, REPITO, han sido DERROTADOS UNA Y OTRA VEZ por otros idearios más SÓLIDOS y, por tanto, menos incongruentes que el ideario anarquista (en casi cualquiera de sus vertientes).
    7- Y mucho menos hay que explicar que el anarquismo stirneriano (el anarquismo del YO más nihilista) es del todo innecesario, por haber sido ampliamente superado por los idearios estatófilos en boga (fábricas de seres ególatras, hipócritas, criticones, odiadores e insociables que no hacen otra cosa que repetir aquello de "Aquí todo el mundo va a lo suyo, menos yo que voy a lo mío".

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    1. ¿En qué tono prefieres que me dirija? Si eres incapaz de aceptar una crítica, es que .. ¡estás muy mal!

      Aprender a ser tú mismo, y no dejes hablar a tu amo en tí.

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  3. ¿Cómo es posible que una organización como la CGT, que se autoproclama libertaria pueda traer a Valladolid al reaccionario Félix Rodrigo Mora a dar una charla contra la Constitución de Cádiz el 14 de abril, día de conmemoración de la proclamación de la II República, sabiendo lo que opina este individuo sobre dicho periodo histórico? ¿Acaso han olvidado los organizadores de dicha charla que fue durante la II República cuando el Movimiento Libertario vivió su momento de máximo apogeo?

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  4. Es curioso contemplar como un anarquista usa como réplica un argumento (supuestamente a su favor) que tira por tierra todo su ideario.
    Si el movimiento libertario, en mu máximo apogeo, fue ampliamente derrotado, ¿como podemos esperar que, hoy en día, con menos seguidores que nunca y con el mismo ideario de siempre, sea alternativa al sistema actual? En aquel entonces fue derrotado pero tuvo ciertas opciones de victoria; en cambio, ahora ni siquiera es un rival a tener en cuenta por el poder establecido. Y repito: no es mi opinión, es un HECHO.
    Pero claro, ahora resulta que se culpa a Félix de querer hundir al movimiento libertario, cuando lo cierto es que este movimiento ha ido a menos sin solución de continuidad desde aquella segunda república (y sin ningún Félix de por medio).
    ¿Qué sucede? pues que la soberbia y egocentrismo stirneriano propios del anarquista medio, impide hacer autocrítica, y tiende a buscar culpables en todas partes menos dentro de uno mismo.

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    1. La gente que masacró al Movimiento Libertario en el 36-39 ideológicamente era idéntica a ti y a tu jefe.

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    2. El Movimiento Libertario aún continúa vivo. Los que os habéis infiltrado provenientes de la «Reacción», lo estáis destruyendo y pervirtiendo. Pero todo se andará, no es la primera vez, y ha sobrevivido.

      Después del final de la Guerra Civil y durante la dictadura en plena posguerra, aún existía la CNT en la clandestinidad. Después de muerto el dictador resurgió de nuevo en la calle. Durante la dictadura como durante la «democracia» fue perseguido y criminalizado en nombre del Estado poderhabiente. Hace poco más de veinte años, tenían menos militantes que ahora, y durante estos últimos veinte años ha crecido, y esto es también un HECHO.

      Y como ha pasado a lo largo de su historía, se mete mucha gente que no debería haber entrado, y lo jode. Va por ciclos, y en estas fechas recientes se ha iniciado otro.

      ¡Gracias, Alex, por cumplir con vuestro destructor cometido!

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  5. 1- Vaya, ahora resulta que el anarquismo está resurgiendo... aceptemos eso como cierto. Pero como su ideario es el mismo que fue DERROTADO en la segunda república, su TECHO será, en todo caso, el mismo: DERROTA.
    2- Sorprende contemplar como cierto anarquismo pretende separar la ciencia y la tecnología de los sistemas de dominación en los que surgieron. Pero dando por buena esa intención, estaríamos ante la búsqueda de un MITO, similar a los mitos religiosos. Los anarquistas buscan una separación que jamás ha existido y que tiene la pinta de que jamás existirá... dado su origen y dadas las intenciones de los primeros interesados en que esa ciencia y técnica sigan adelante (que no son los anarquistas).
    3- También resulta curioso comprobar como ciertos anarquistas (que además están en minoría) critican a otros anarquistas que están abiertos a las ideas de Félix. Y como están seguros de tener ellos la razón, y como en realidad no tienen nada que ofrecer, se dedican a la crítica INANE que tranquiliza sus conciencias.

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    1. Los anarquistas son conscientes que la ciencia y la tecnología son actividades humanas que están al servicio del poder. También sabemos que de la ciencia y la tecnología podemos servirnos por el bien común. Internet es un medio tecnológico, que además de estar al servicio del poder, también puede ser usado al contrario. Tu amo, tú y yo lo estamos utilizando. ¿Parece que la tecnología y la ciencia no son tan malvadas? Solamente depende del uso que las hagamos, ¿o no?

      Hay una frase de un científico, uno de esos que tanto te repelen, llamado Albert Einstein que dice: «El ejemplo no es un modo de influir sobre la gente, es el único modo». ¡Ya sabéis! Hacer uso de ella, y no uséis la tecnología, ya que es obra del sistema capitalista dominante. Ya que nosotros los anarquistas somos «burgueses», no nos contradecimos.

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  6. Por cada buen uso que hacemos de ESTA TECNOLOGÍA, la que hay, no otra (utópica e idílica ajena al PODER), el poder establecido se aprovecha de ella mil veces más y mejor. Pero cierto es que, no hacer ni siquiera ese mínimo uso, sería de tontos. Pero creer que usando ESTA TECNOLOGÍA podemos revertir el uso que actualmente se hace de ella, y más aún, creer que podemos usar ESTA TECNOLOGÍA para derrocar al poder establecido, es propio de mentes infantiles.
    Tal y como dice Félix, lo realmente decisorio es la calidad del sujeto; pues bien, un sujeto obsesionado con la ciencia y la tecnología (y la comodidad), como es el sujeto medio actual (incluidos los anarquistas), no es un sujeto apto para la revolución. Esto es algo bastante obvio. Y no es ninguna presunción: siempre ha sido así.

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    1. ¿Quién está obsesionado por la ciencia, la tecnología y la comodidad? Yo no. Pero si puedo servirme de las dos primeras, lo hago. Y la comodidad..., depende de lo que se entienda por «comodidad». Prefiero tener el estómago lleno que vacio, y conocer a desconocer; estar caliente antes que muerto de frío; tener las necesidades básicas cubiertas que estar en la misería. Y para nada tener cosas innecesaras y superfluas, que abundan por doquier. No soy un asceta, pero tampoco un hedonista. El futuro, lo desconozco. Puede que la tecnología sea otra y yo me quede anclado en el pasado.

      Los sujetos, los individuos, las personas, somos también productos sociales, no somos entes aislados.

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  7. Buena respuesta para no decir nada.
    Tú y yo sabemos a qué comodidad me refiero y de la que eres, muy probablemente, como miembro de esta sociedad, consumidor compulsivo.
    Y si pones como ejemplo no pasar hambre y frío, me remito una vez más, por ejemplo, a lo que dicen las crónicas musulmanas sobre las sociedades altomedievales del norte de la península Ibérica: superiores (sobre todo en LIBERTAD) a las musulmanas. Lo digo porque el mero hecho de que pongas como ejemplo de comodidad tales cosas, deja bien claro que crees que sin ciencia la gente moría casi antes de nacer(la mortalidad y esperanza de vida, por cierto, otra mentira gigantesca que nos han colado).
    No, las necesidades básicas no son comodidades, y esas necesidades se cubren perfectamente con los conocimientos que había ya hace 3000 años (por poner una cifra que te enfade mucho). Y no, esas personas de hace 300 años no eran menos humanas que tú y que yo, de hecho eran bastante más humanas que nosotros.

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    1. El hecho que viva en esta sociedad de consumo capitalista de cosas inútiles e innecesarias, no me obliga a ser un consumidor compulsivo. Me conformo con algo, aunque materialista sea, no quiere decir que dependa de cosas superfluas, que no me hacen falta. En contra de lo que creas de mí, que me es completamente indeferente. Pero, en ningún momento se me ocurriría decir a los demás lo que deben consumir o no deben hacer, ¡allá cada cúal!

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  8. ¿Acaso he dicho yo lo que la gente DEBA consumir?
    Lo dicho: parece que no sólo manipulas el ideario de Félix, sino las palabras de todo aquel que te venga bien. Parece que necesitaras manipular para sostener tu argumentación. Intenta no hacerlo (no es una orden, sino una sugerencia) porque estoy seguro que tú mismo crees que no es necesario hacerlo y te sobrsa y te bastas con argumentos sólidos para desmontar mi argumentario.

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    1. «Tú y yo sabemos a qué comodidad me refiero y de la que eres, muy probablemente, como miembro de esta sociedad, consumidor compulsivo.»

      Estas son palabras tuyas. Y las siguientes son palabras mías.

      «El hecho que viva en esta sociedad de consumo capitalista de cosas inútiles e innecesarias, no me obliga a ser un consumidor compulsivo.»

      ¿Qué he manipulado yo?

      Hay un refrán popular que dice: «Cree el ladrón que todos son de su condición».

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  9. Una digresión:
    ¿Sabéis por qué Félix ha conseguido tantos adeptos?
    Por lo dicho anteriormente: no por su análisis del pasado (que también) sino por el que hace del presente; un análisis crudo y duro, como debe ser, reconociendo la gigantesca miseria del hombre-mujer actual. Entonces, partiendo de ahí, es lógico que la gente también acepte su versión del pasado como más cierta que la de sus rivales. Por tanto, si queréis que vuestra visión del pasado tenga más aceptación que la de Félix (dejando al margen que vuestra visión es la de la oficialidad y, por tanto, vuestra corriente no es necesaria), deberíais empezar por reconocer todos vuestros errores del presente (y los de la sociedad en la que vivís).
    Lo dicho: Félix acierta mucho más que todos sus rivales. Y en lo que no acierta, sea lo que sea, se lleva su recompensa por el resto de sus aciertos... aciertos que, como dije antes, son silenciados por sus detractores; los cuales con esa actitud ponen en evidencia su egolatría, soberbia y ausencia de autocrítica.
    Félix, por ahora, y no es broma, tiene 100 adeptos por cada detractor dentro del mundillo libertario. Y los escasísimos detractores que tiene están enciscados en agarrarse como un clavo ardiendo a 3 ó 4 cositas que dice Félix, que, además, son claramente negadas en el resto del argumentario del propio Félix. Es decir, que sólo una mente perturbada (la egolatría también es un tipo de demencia)o con intereses no mostrados, puede afirmar que Félix pretende una sociedad en la que exista un poder ilegítimo, ya sea Estado o Iglesia, o burguesía o capital. Félix podrá estar todo lo equivocado que queramos, pero de ahí a llamarle criptoreaccionario, o curilla, o neocon (sí, eso le ha llegado a llamar) o que sus ideas son desmovilizadoras... van un trecho; un buen trecho que algunos no han tenido la menor vergüenza en recorrer a toda velocidad y con prisas...

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  10. No se trata de estimular liderazgos sino de desarrollar ideas o balbucear basura de extrema derecha camuflada de anti-sistema. Félix no tiene rivales porque su discurso es una patochada reaccionaria más antigua que el cagar, lo que me resulta chocante es ¿cómo a podido infiltrarse en el movimiento libertario? ¿Y a qué ocultos intereses sirve, consciente o inconscientemente? Al respecto recomiendo la lectura del libro de Juan J. Alcalde "Los servicios secretos en España" en especial la segunda parte titulada "La represión contra el movimiento libertario español (1939-1995)", porque Félix Rodrigo Mora encaja perfectamente con la que es la tesis principal del libro, los caballos de Troya dentro de la CNT para desnaturalizarla y vaciarla de contenido, caricaturizándola y dificultando su desarrollo.

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  11. Menudas memeces esto de "adeptos" y "maestros". Espero que, fruto del esfuerzo, dentro de poco tiempo podamos ver, generalizadas dentro del sector libertario, discusiones racionales-argumentadas sobre las ideas y los planteamientos, y no sobre las personas-egos y los dogmas.

    Considero, sin dudar, valiosísimas las aportaciones generales de Félix. Me parece deplorable que haya anarquistas que se lo carguen de este modo personal y, sobretodo, manipulador (manipulaciones de lo más cutres, por cierto, como la omisión según convenga de sus ideas para criticarlo absurdamente, etc.).

    Salud, discusión y... ah, sí: ética. Si estamos un poco degradados, mejorémonos, pero no soltemos mierda.

    (digo "ética" y "degradación" siendo ateo, que parece que algunas personas equiparan la reflexión sobre la ética, la moral y la espiritualidad a la religión -se entiende que espiritualidad puede tener un significado no "esotérico"-).

    Salud, respeto, esfuerzo, discusión y acción.

    Joan

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  12. La abominable ética judeo-cristiana llena de prejuicios, sentimiento de culpa y tabúes, que exhibe Rodrigo Mora, es exactamente lo contrario a la ética anarquista. Y sobre las "valiosísimas aportaciones generales de Félix", repito son más antiguas que el cagar, son los planteamientos revisionistas de extrema derecha de toda la vida.
    Salud

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  13. Prejuicios, sentimiento de culpa, tabúes y se me olvidaba lo principal, la hipocresía.
    ¿Qué me importa que diga que no es cristiano, si habla y actúa igual que uno de ellos?

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