Ya que estamos en el día de la fiesta autonómica de Castilla y León, nacionalismos aparte, y, como viene sucediendo desde hace años, el sindicato CNT monta una carpa en la campa de Villalar, debido al carácter reivindicativo que tiene la fecha desde la muerte del dictador, el general Franco. Aunque podrían buscar otra fecha más acertada y relacionada con el movimiento obrero y el anarquismo como el Primero de Mayo, que ésta con una fuerte connotación nacionalista. Pero, ¿quién soy yo para decir a la gente de esta organización anarcosindicalista lo que tiene o no tiene que hacer? Cada cual que haga lo que considere necesario hacer o le dé la gana. No les digo nada más, aunque siga considerando un grave error su asistencia al evento. Hace unos años (¿2002 o 2003? ¡No lo recuerdo!) los compañeros del grupo libertario Amor y Rabia de Valladolid sacaron un manifiesto que atacaba a esta fecha. Y aquí os lo reproduzco:
23 DE ABRIL: NADA QUE CELEBRAR
Llega la fiebre del 23 de Abril, famoso día de la batalla de Villalar, «día de Castilla», o de la «Comunidad Autónoma de Castilla y León». Ya están pegados los carteles que suplican nuestra asistencia a la gran fiesta del politiqueo que se celebra en Villalar.
Nos parece importante analizar un detalle que para algun@s puede parecer obvio: ¿Qué se celebra?. Esta pregunta puede tener muchas respuestas. Por un lado están el gobierno de la «Autonomía» (que en el fondo no deja de ser un Estado) que como es lógico, celebra el día de la autonomía de Castilla y León. De cerca le siguen las fuerzas políticas y sindicales «representativas». Todos ellos aprovechan la ocasión para hacer propaganda, poner un chiringuito, y de paso darse un gran baño de multitudes. Y luego vienen los nacionalistas, que por supuesto, celebran el día de «la Patria Castellana».
Como el eje fundamental de la fiesta es para estos últimos la reivindicación del nacionalismo, creemos conveniente hacer una síntesis de los que es el nacionalismo es en esencia. Lo primero a concretar es que el nacionalismo no es en sí una ideología, carece de base ideológica, por lo que acaba apoyándose en una ideología ya sea de derechas o de izquierdas siendo ambos casos igualmente frecuentes.
El nacionalismo se materializa dentro de unas fronteras, y se organiza en un Estado, lo que lleva a que las naciones no garantizan la libertad de los individuos que las componen. Los Estados, ya sean democrático-parlamentarios, socialistas, etc., imposibilitan la fraternidad y el apoyo mutuo entre las personas, la abolición de las clases y la igualdad social. En suma, el nacionalismo es capaz de conseguir que un trabajador se sienta más afín a un empresario de su región que a otro trabajador de cualquier lugar del mundo.
El nacionalismo se basa en esplendores pasados o en diferencias raciales o étnicas ficticias, pero lo que es más importante, en ningún caso puede dar respuesta a las necesidades de las personas que somos individualidades a respetar y por encima de todo, soberanas.
Es hasta redundante y pesado decir que el nacionalismo junto con la religión conforman la peste que más cruelmente se ha cebado con la humanidad, provocando incesantes guerras desde el pasado más remoto. ¿Por qué los nacionalistas usan la cultura tradicional para reafirmar sus creencias? Quizá pretendan tocar la fibra sensible de la población rural, más cercana a esta cultura, o de las personas que aún disfrutan de una música que está en trance de desaparecer, pero que por supuesto no puede afirmarse que sea mejor que cualquier otra... y todo esto para conseguir votos.
Para ellos todo lo castellano es bueno en sí mismo, y se olvidan de los toros asesinados cruelmente en las fiestas populares, el integrismo católico, pero sobre todo, del individualismo de las gentes castellanas, que hunde sus raíces en la pequeña propiedad de la tierra y que ha producido un profundo adormilamiento en la sociedad que es alimentada a diario por la religión.
Quizá los castellanistas al sublimar o idealizar tanto lo castellano, se olvidan de que el presidente del gobierno es castellano, el policía de su barrio es castellano... y sobre todo, de que la «Castilla de las Comunidades» y sus comuneros fue simplemente la rebelión de una burguesía incipiente contra la autoridad de un monarca que no garantizaba su independencia política y económica. Para colmo, los héroes de la rebelión eran burgueses [o de la pequeña nobleza urbana] y militares como Padilla, Bravo y Maldonado, o pertenecían a una Iglesia que temía la llegada de los protestantes del norte, como el obispo de Zamora. En fin, lo único que hicieron fue manipular y engañar al pueblo con la idea de una sociedad más justa que nunca habría llegado a plasmarse.
Después de todo esto, sólo nos queda decir que nacionalismo y patriotismo, nada tienen que ver con el amor de una persona hacia el lugar donde vive y todo cuanto le rodea, por eso expresamos nuestro profundo respeto hacia l@s que se sienten vallisoletanos, castellanos, vascos, albaceteños, andaluces, etc.
EL NACIONALISMO ES UNA PESTE PARA LA HUMANIDAD.
NI NACIONALIDADES NI RAZAS: LO QUE NOS SEPARA ES LA CLASE SOCIAL.
NI NACIONALIDADES NI RAZAS: LO QUE NOS SEPARA ES LA CLASE SOCIAL.
Afortunadamente a gente tan sectaria y asquerosa como tú no la vemos por villalar.
ResponderEliminarLa única vez que fuí a Villalar, en un 23 de abril, fue para mear en el monolito.
EliminarPues para que no se pierdan las buenas costumbres, habrá que ir a Villalar este 23 de abril a cagar y a limpiarse el culo con un pendón de Castilla.
EliminarSolo para eso sirven los monolitos. Recuerdo, hará 40 años, que llendo por el bajo aragon nos encontramos con un monolito en el cual decia que desde ese lugar el generalisimo franco dirigio la ofensiva de la batalla del ebro. Cague sobre un papel y estampe la mierda sobre esa mierda. A la salida de teruel a zaragoza, los fascistas se cagaron y destrozaron un monolito dedicado a los cenetistas caidos en la guerra....... Sobre mi tumba no se cagaran, porque yo no tendre tumba. Y la calle a mi nombre no la cambiaran, porque yo no tendre calle a mi nombre.......................
ResponderEliminarA la CNT le falta espiritu libertario.
¡Perico! Algo parecido hice cuando subí, hace unos veinte años viniendo de las fiestas de La Cisterniga, en el monumento a Onésimo Redondo que tenemos en el Cerro de San Cristobal a las afueras de Valladolid.
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