domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Quién hace el caldo gordo?


LA COLUMNA DE REDACCIÓN
Periódico CNT, 406 (Diciembre 2013)

Es recurrente escuchar en el entorno libertario que la CNT es muy difícil de destruir si se ataca de frente, pero muy fácil si se hace desde dentro.

No cabe duda que los mayores ataques que ha sufrido la Organización han sido realizados desde dentro. Y no nos referimos sólo a los envites del «posibilismo» más recalcitrante. Que también. Sino al peligro que han supuesto los descerebrados que diciendo abrazar la idea, han puesto en riesgo todo un movimiento libertario de referencia mundial.

En los últimos tiempos se ha puesto en la picota al supuesto Comando Insurreccional Mateo Morral. Nadie que haya leído sus comunicados y visto sus acciones puede creerse de verdad que esté realizado por libertarios. Huele desde lejos a las sucias y apestosas cloacas del Estado. Sin embargo habrá compañeros que van a sufrir en sus carnes las consecuencias de unas acciones fabricadas para desprestigiar a todo lo que suene a anarquía.


Otro tanto ha ocurrido el pasado 20N cuando tras una manifestación antifascista en la Complutense de Madrid supuestamente se ha destrozado un local y agredido a unos estudiantes de lo más demócratas, oiga. Ésta acción es incomprensible y sin ningún sentido, salvo por la coincidencia con la filtración del anteproyecto de ley del nuevo Codigo Penal. ¿A quién beneficia el uso de acciones de éste tipo?

Señalada está ya una organización ejemplo de la juventud, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias. Nuestras queridas «julis» ya son famosas, y no por su fantástico periódico El Fuelle. No por las múltiples charlas que dan por toda la península. No por llenar nuestras calles con pegatinas sinceras y reflexivas. No, saltaron a la palestra porque según dicen los medios de comunicación tras una manifestación algún descerebrado se puso a «cagar donde come».

Conociendo a las FIJL sabemos de sobra que nada han tenido que ver con lo que se les atribuye. Los demócratas somos nosotros que queremos un poder popular. Los pacifistas somos nosotros que denunciamos y sufrimos la violencia. Sin embargo, dicen que somos los terroristas. Por eso han sacado una ley para acabar con la disidencia. Pues que sepan que lo tienen claro.
 

jueves, 12 de diciembre de 2013

martes, 10 de diciembre de 2013

El periódico británico THE GUARDIAN pone al descubierto las relaciones financieras entre Mussolini y el Vaticano

 

LA IGLESIA CATÓLICA SE NIEGA A HACER COMENTARIOS SOBRE LAS EVIDENCIAS

El periódico británico The Guardian ha hecho saltar la liebre de una de las fuentes de financiación de la Iglesia Catolica durante la primera mitad del pasado siglo XX. Según el rotativo londinense, el Vaticano adquirió propiedades en Suiza, Francia e Inglaterra con el dinero recibido del Gobierno del dictador fascista Benito Mussolini durante durante los años que duró su régimen en Italia.

29 de enero de 2013

El periódico británico The Guardian ha hecho saltar la liebre de una de las fuentes de financiación de la Iglesia Catolica durante la primera mitad del pasado siglo XX. Según el rotativo londinense, el Vaticano adquirió propiedades en Suiza, Francia e Inglaterra con el dinero recibido del gobierno del dictador fascista Benito Mussolini durante durante los años que duró su régimen en Italia. A esa conclusión llegó el diario británico después de someter a una investigación periodística los datos que poseía y acudiendo a los archivos del servicio de inteligencia británico.

El Vaticano, escribe The Guardian, utilizando una red de empresas fantasmas, se hizo con la posesión de edificios en Londres, como el de la tienda de Bulgari en la calle New Bond o el del banco Capital Altium en la plaza de Saint-James, así como con otros bienes inmuebles en el Reino Unido, Francia y Suiza, por un valor total de unos 800 millones de dólares.

El dinero para hacer posible este tipo de operaciones de compra, había sido recibido por la Santa Sede en 1929, del Gobierno de Benito Mussolini a cambio del reconocimiento formal por parte de la Iglesia Católica de su régimen fascista.

No obstante los datos aportados por The Guardian, el arzobispo Antonio Mennini, representante oficial del Vaticano ante el Gobierno de Londres, se negó a comentar las evidencias mostradas por el periódico londinense.

PRECISIONES SOBRE EL ARTÍCULO DEL PERIODICO BRITÁNICO

Por otra parte, el también conocido periodista de investigación, Daniel Estulin, precisó que la información del británico The Guardian «puede ser interesante para la gente de la calle», pero para los expertos «nada de lo que se está contando es obviamente una sorpresa». En opinión de Estulin, la Santa Sede siempre ha escondido su dinero, ya que en primer lugar es una organización que se centra en los negocios, y no en la religión. «El Vaticano siempre ha sido una empresa de negocios, lo de la religión es secundario», apunta el periodista. «La religión tiene 1.700 años, y esa gente durante 1.700 años se ha dedicado a ganar dinero. Ese su negocio principal», indicó el periodista.

Daniel Estulin, que es el autor del súper ventas La verdadera historia del Club Bilderberg, conduce en la radiotelevisión rusa RT, el programa «Desde de la sombra». Cada semana entrevista a algunos de los expertos más polémicos en el mundo de la política profunda, desvelando por el camino los secretos más oscuros de las élites y presentándolo de una forma amena al público.

«La religión —dice Estulin— tiene 1.700 años, y esa gente durante 1.700 años se ha dedicado a ganar dinero, es su negocio principal». Daniel Estulin opina que una parte de la riqueza del Vaticano se ha utilizado para formar el grupo internacional de bancos, llamado Grupo Inter-Alfa, que fue montado por la familia Rothschild, «la mano derecha de la reina de Inglaterra», y que controla un 70% de las finanzas mundiales.

Daniel Estulin señala que hay otras organizaciones, vinculadas con el Vaticano, que tienen su dinero «bien escondido» y que no han sido mencionadas por The Guardian. Entre ellas, según el periodista, se encuentran «bancos grandes y pequeños, pero muy privados y muy importantes, y muy sucios».

lunes, 9 de diciembre de 2013

Presentado un manifesto 'precursor' del anarquismo redactado en Haro


El documento, impreso en Pasamar, forma parte del fondo del Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam y sale a la luz años después

6-diciembre-2013

José María Pérez, durante décadas corresponsal del diario La Rioja y en los últimos años asociado al Club de Amigos de la Unesco, destapa la existencia de un documento que revela la importancia que llegó a alcanzar en la localidad jarrera el movimiento obrero allá a finales del siglo XIX.

En aquel periodo de absoluta inestabilidad y violencia, en el que el poder perseguía sin recato cualquier colectivo sindical de forma represiva, y los sindicatos aceptaban ese pulso físico impulsando lo que acabó denominándose acción directa y no dejaba de ser sino el amparo filosófico de todo tipo de atentados contra el capital, Haro editó un manifiesto que se considera «precursor de los movimientos anarquistas» y que acabó integrándose en los fondos del Instituto Internacional de Historia Social con sede en Amsterdam (Holanda) al esconderse, durante la Guerra Civil, todo documento que pudiese inculpar a todos los militantes de movimientos de izquierda.

Allí se encuentra el original del documento que reproduce fielmente, y en su totalidad, el cuaderno de trabajo editado por Librería Garabato y el propio Club de Amigos de la Unesco.

Impreso en una imprenta que tuvo domicilio en la calle de la Vega, éste recoge los acuerdos y planteamiento formulados por un grupo de sindicalistas «que cuestiona el uso de la violencia y advierte la escasa relevancia de los sindicatos a los que se califica de pequeños grupos sin peso en el entramado social. De suyo, sólo se hace referencia explícita a uno, la UGT que acababa de poner en marcha poco antes Pablo Iglesias pero que se encontraba entonces poco implantado», apuntó durante la presentación del mismo José María Pérez.

«Es sobre todo una propuesta que se formula, en un contexto de crisis económica como el actual, desde Haro a todo el país». Y que deja claros algunos planteamientos, como el hecho de negarse a ser «correa de transmisión de los partidos políticos». El objetivo era movilizar a los trabajadores para lograr su integración en un movimiento fuerte que protegiese sus derechos, «vista la persecución que sufría a todos los niveles la Internacional Socialista» en todo el conjunto de España.

Es algo que deja claro el manifiesto al concluir esperando «la respuesta» de los interesados a los que se remite, en concreto, a la sede que al parecer tenían los promotores de este movimiento en la calle de San Felices. «Quien lo reciba tenga a bien responder a esta dirección si es para nuestra satisfacción. Y si es para mal, a fuer de adversarios leales», remata el texto que firma Vicente G. García, demostrando una actitud de discrepancia exquisita.

No sólo parece evidente que sus preceptos invitan a los analistas «a concebir este documento como un precursor del anarquismo» (la Confederación Nacional de Trabajadores se suma a la huelga general promovida por UGT en Barcelona, primero, y en el conjunto del Estado, después, en 1917).

También lo constata el hecho de que buena parte de quienes promovieron esta iniciativa que cuestionaba abiertamente cualquier estrategia vinculada al terrorismo, «acabaron incorporándose a los diferentes colectivos anarquistas que fueron apareciendo».

viernes, 6 de diciembre de 2013

La trampa de la liberación nacional


El FLN contra los messalistas: la lucha contra las corrientes políticas rivales en el seno del movimiento independentista argelino (1954-1962)


La pretensión del FLN (Frente de Liberación Nacional argelino) de ser la única corriente del movimiento independentista nunca fue más que propaganda. Eso nunca ocurrió durante la Guerra de Argelia, de manera similar a otros muchos grupos de corte nacionalista, anticolonialista y independentista, en especial los armados, que se constituyen como «frente unitario». Sin embargo, gracias a la creencia ciega en el FLN, Jean Paul Sartre y la izquierda autoritaria marxista francesa y de toda Europa aceptó como válida dicha pretensión, de manera que la organización que hacía la competencia al FLN y era apoyada por Camus, el MNA (Movimiento Nacional Argelino de 1954 a 1957, y posteriormente Movimiento Norte-Africano) de Messali Hadj.

Messali Hadj era un sindicalista revolucionario buen amigo de Daniel Guerin que, a diferencia del FLN, buscaba una alianza con las tendencias libertarias y no dogmáticas del movimiento obrero francés (de manera temporal también buscó alianzas con corrientes trotskistas, las cuales al menos parcialmente rompieron sus relaciones con Messali Hadj y se pasaron al FLN) para apoyarle en la lucha por la independencia de Argelia. Camus era amigo de Messali Hadj desde los años 30 y escribía en los años 50 en la misma revista sindicalista que Messali Hadj, Révolution Prolétarienne.

Masacres contra localidades messalistas y el papel de Frantz Fanon

Cuando en 1954 Messali Hadj (que siempre fue al mismo tiempo sindicalista y luchador en la resistencia) tuvo que confrontar la estrategia militar del FLN, estaba seguro de que no se había hecho uso aún de todas las posibilidades para intentar llegar a la independencia a través de la lucha no violenta. Al principio de la Guerra de Argelia los messalistas eran mucho más numerosos que los combatientes del FLN. Cuando el FLN de repentinamente se decidió el 1 de noviembre de 1954 por la lucha armada, la primera oleada represiva de los militares franceses se dirigió de manera casi exclusiva contra las organizaciones messalistas. Eso era algo que el FLN sabía. En esa guerra interna entre el FLN y los messalistas en Argelia hubo en 1956 y 1957 tres sangrientas campañas en las que el FLN atacó a los messalistas. En la noche del 13 al 14 de abril de 1956, unidades del FLN masacraron a varios cientos (algunas fuentes hablan de 490) de habitantes messalistas del pueblo Tifraten, mujeres y niños incluidos, los cuales fueron degollados. Esto ha pasado a la historia como la «noche roja»[1]. En la noche del 28 al 29 de mayo de 1957 el FLN asesinó 303 (otras fuentes hablan de 374) simpatizantes messalistas en el pueblo Beni Ilmane en Mélouza. La responsabilidad del FLN fue reconocida y confirmada mucho después en la Argelia independiente por el entonces oficial del FLN al mando, Amirouche, en la época de apertura democrática entre 1988 y 1992. La masacre es conocida hoy día como la «Masacre de Melouza».[2]

Alice Cherki, biógrafa de Frantz Fanon, escribe al respecto: «A comienzos de 1957, poco antes de que se descubriesen los muertos de Mélouza, Franz Fanon fue nombrado portavoz de prensa del FLN (...) En Túnez, durante una conferencia de prensa, Fanon echo la culpa de la masacre de Mélouza al ejército francés, en lo cual empleó toda su elocuencia. Pero se equivocaba. En realidad la orden de matar fue dada por Amirouche, el jefe militar del FLN de la Wilaya III.» Fanon, según Cherki, no tenía ningún motivo para no fiarse de las informaciones de la guerrilla del FLN. Pero Fanon siguió con esa versión aún cuando se enteró de quienes habían sido los verdaderos autores. Según Cherki, «Fanon, que de esa forma había sido engañado y burlado, no dijo nada al respecto (...). Pero "el pueblo siempre tiene la razón" y en la lucha no debe uno renegar de sus representantes, piense uno lo que piense de ellos, pensó Fanon».[3]


Finalmente en septiembre de 1957 tuvo lugar una nueva oleada de atentados contra lideres sindicales messalistas en las ciudades argelinas, cuando el FLN quiso imponer su propio sindicato, la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA), contra la Unión Sindical de Trabajadores Argelinos (USTA), que estaba establecida en las ciudades y era de orientación messalista. Camus protestó contra la última oleada de atentados contra sindicalistas messalistas con el siguiente llamamiento, que tan solo fué publicado por la publicaciones libertarias La Révolution Prolétarienne (noviembre de 1957) y Le Monde Libertaire (diciembre 1957). En las publicaciones del marxismo ortodoxo o en la revista de Sartre nadie quiso saber nada al respecto:

«Me dirijo a los sindicalistas y tengo que plantearles la misma pregunta que me planteo a mí mismo. ¿Vamos a permitir que los mejores activistas sindicales de Argelia sean asesinados por una organización que aparentemente pretende imponer al movimiento argelino una dirección totalitaria mediante atentados? Los mandos sindicales argelinos, de los cuales la Argelia del futuro —sea ésta como sea— no pueden prescindir, son lo suficientemente escasos (y nosotros somos responsables de esta situación). Pero entre ellos se encuentran en primera fila activistas sindicales. Se les mata uno tras otro y, cada vez que cae uno de estos activistas, se oscurece el futuro de Argelia un poco más. Esto ha de decirse, lo más alto posible, para evitar que el anticolonialismo con la conciencia limpia quede paralizado y lo permita todo, y muy particularmente los asesinatos.»[4]

Las diferencias de contenido entre el FLN y los messalistas

Camus observó atentamente el desarrollo de la Guerra de Argelia, tanto el FLN como a los messalistas. En una entrevista con Jean-Michael Bloch para la publicación (no libertaria) Demain del 21 de febrero de 1957 dijo Camus en referencia a la diferente reacción de ambos movimientos respecto al alzamiento húngaro, que tenía lugar al mismo tiempo que el argelino: «En lo que respecta a Argelia, al menos por lo que yo sé, sólo Messali Hadj se ha posicionado en contra de la intervención rusa en Hungría, sin renunciar en lo más mínimo a sus propias demandas. No he sabido de protesta alguna del FLN.»[5]

El FLN obtenía a través de Nasser armas de la Unión Soviética, mientras que el movimiento en torno a Messali Hadj permaneció mucho más libre de la influencia soviética, luchando también con armas robadas a los colonialistas, sin recibir envíos de armas. El MNA actuaba de manera activo contra el antisemitismo en sus propias filas, mientras que en el seno del FLN el antisemitismo se extendía sin obstáculo alguno, entre otros motivos debido a que se fomentó la admisión de ex nazis en las propias filas.[6]

En el messalismo estaban mucho más difundidos los conceptos federalistas que en el puramente nacionalista FLN, aún cuando el messalismo no estaba tampoco libre de tendencias y comportamientos autoritarios. Por ejemplo, los messalistas incluso llevaron a cabo en 1949, al inicio de la Guerra de Argelia, una «limpieza interna» contra la entonces denominada «corriente nacionalista bereber» en sus propias filas (ejecutada por cierto por Krim Belkacem, el cual tras fundarse el FLN no tardó en cambiar de bando, pasando a ser uno de sus jefes clandestinos). No obstante los bereberes de las cabilas por regla general podían aparecer como tales públicamente y usar su idioma en el messalismo, algo impensable en el FLN, que propagaba el empleo del árabe como idioma nacional y el Islam como religión unificada.[7] Con el apoyo del alzamiento húngaro para el messalismo se considera que en cierto modo los húngaros habían sido víctimas de un colonialismo, el colonialismo de la Unión Soviética.


Esos enfrentamientos internos entre argelinos permanecieron notoriamente desconocidos e incomprendidos, si no tenemos en cuenta los artículos de (y sobre) Messali Hadj en la revista sindicalista revolucionaria La Révolution Prolétarienne. Ahí puede encontrarse por ejemplo en el número 439 de mayo de 1959 en la página 24, arriba, el artículo «Messali Hadj nous parle de l’Afrique» (Messali Hadj nos habla de África) sobre un encuentro de libertarios y sindicalistas revolucionarios con Messali Hadj justo después de su liberación. En esos círculos Hadj se sentía, según puede leerse, «como en casa» y ahí hizo pública su nueva estrategia, de negociar con urgencia a partir de entonces con todas las corrientes anticoloniales francesas sin condiciones previas —algo que Camus había propuesto hacía mucho tiempo en su llamamiento a convocar una «mesa redonda» con todas las fuerzas anticoloniales— cuando De Gaulle empezó a negociar exclusivamente con el FLN. Y en la página 24, abajo, de ese número de La Révolution Prolétarienne puede encontrase un artículo del activista Albert Sadik, al cual Camus agradece su compromiso al lado del anarquista Louis Lecoin a favor de la objeción de conciencia en el seno del ejército francés.[8]

El estalinismo de Jeanson, colaborador de Sartre

Como se ha nombrado anteriormente, en febrero de 1956 se encuentra en La Révolution Prolétarienne (número 403) una carta abierta de Dechezelles, un activista de dicha revista y al mismo tiempo abogado de Messali Hadj en sus procesos ante tribunales franceses. Hadj fué encarcelado varias veces, deportado o sometido a arresto domiciliario. Dechezelles denunciaba el libro L’Algérie hors la loi (La Argelia fuera de la ley), recién publicado por Francis y Colette Jeanson, como un instrumento de poder, que sólo incluía documentos del FLN y ninguno de los messalistas, creando así la impresión de que el FLN era el único movimiento por la liberación de Argelia. En el libro, prosigue Dechezelles en su crítica, se presenta a Messali Hadj como un colaborador y lacayo del gobernador francés y de la CIA. Además Hadj es acusado de una forma muy explícita típicamente estalinista de trabajar junto con los trotskistas, un reproche que por aquel entonces era en el bloque comunista un crimen castigado con la pena de muerte. Los Jeanson incluso escriben textualmente en dicho libro, El mesalismo está camino de la liquidación, anticipando las masacres del FLN que tendrían lugar posteriormente.[9] Aquí ha de recordar que Francis Jeanson era quien, por encargo de Sartre escribió en 1952 en Les Temps Modernes la critica a L'homme revolté de Camus, y más tarde organiza la Red Francis Jeanson, que apoyaba exclusivamente al FLN con ayudas financieras y con envíos de armas para la lucha armada (los llamados «llevamaletas»).

Las protestas de Camus, amigo de los messalistas

Fueron precisamente las mortíferas campañas de los años 1956 y 1957 las que hicieron que Camus mantuviese un fundado distanciamiento hacia el FLN. Quien lea y tenga en cuenta las revistas libertarias y sindicalistas revolucionarias de esa época, puede entenderlo de manera plausible. Camus protestó también en sus libros de manera abierta contra esas masacres y escribió en marzo/abril de 1958 al respecto en su Prologo a la Crónica Argelina:

«El asesinato ciego de una multitud inocente, en el que los asesinos saben por anticipado que van a encontrar mujeres y niños, deshonra por completo cualquier causa. (...) Por eso, es para mí al mismo tiempo indecente y dañino protestar contra las torturas junto con aquellos que han digerido sin problemas (la masacre de) Melouza o la mutilación de niños europeos. Así como me parece dañino e indecente, protestar contra el terror de la mano de gente que puede aceptar tan fácilmente la tortura.»[10]

En relación con dicho pasaje por cierto señala Camus el ejemplo de Gandhi, que ha demostrado «que uno puede luchar por su pueblo e incluso vencer, sin dejar de merecer respeto ni un solo día».[11]

A finales de 1957 el movimiento messalista había sido destruido. La guerra civil argelina en el seno de la guerra anticolonial de liberación costó más de 10.000 muertos y 23.000 heridos [12]. El FLN argelino sigue hasta nuestros días en el poder y carece de apoyos entre la población de la misma forma que los demás regimenes árabes, que han sido barridos en los levantamientos árabes.

(Artículo publicado en la revista alemana Direkte Aktion,
órgano de expresión de la FAU-AIT)



NOTAS:

[1] Datos sobre la «noche roja» de Tifraten con diferentes cifras sobre las víctimas messalistas, pero que en ambos casos no nombran pérdidas del FLN pueden encontrarse en: Gilbert Meynier: «Le PPA-MTLD et le FLN-ALN, étude comparé», en Mohammed Harbi y Benjamin Stora, La Guerre d’Algérie, Paris 2004, pp. 416-450, especialmente pp. 436ss.; y en «FLN contre MNA, une mémoire sanglante», en Le Monde, 28 de abril de 2004, suplemento especial sobre la Guerra de Argelia. Un resumen puede encontrarse en Graswurzelrevolution, nº 297, marzo de 2005, p.14s.

[2] Datos sobre la «Masacre de Melouza» con diferentes cifras sobre las víctimas messalistas, pero que en ambos casos no nombran pérdidas del FLN pueden encontrarse en: Moula Bouaziz, Alain Mahé, «La Grande Kabylie durant la guerre algérienne», en Harbi/Stora (ver Nota 1), p. 253, y en Jean Daniel, «Témoignage de Jean Daniel», en Harbi/Stora (ver Nota 1), p. 497. Un resumen puede encontrarse en Graswurzelrevolution, nº 297, marzo de 2005, p.14s.

[3] Alice Cherki, Frantz Fanon. Ein Portrait, Ed. Nautilus, Hamburgo, 2001, p. 151s.

[4] Albert Camus, «Post-scriptum», en Albert Camus et les libertaires (1948-1960) de Lou Marin, Égrégores Éditions, Marseille 2008, p. 296s.

[5] Albert Camus, «Der Sozialismus der Galgen» (El socialismo de los patíbulos), en Fragen der Zeit, Reinbek, 1960, pp. 183-188, especialmente 184.

[6] Al respecto según informa el ganador del premio de la paz del libro alemán en 2011, Boualem Sansal, en su excepcional novela Das Dorf des Deutschen oder das Tagebuch der Brüder Schiller, Merlin Verlag, Gifkendorf 2009.

[7] «Die Besiegten und Vergessenen des Algerienkrieges» (Los vencidos y los olvidados de la guerra de Argelia), Partes 1 y 2, en Graswurzelrevolution, números 296 y 297, febrero y marzo de 2005, respectivamente.

[8] «Messali Hadj nous parle de l’Afrique» de Messali Hadj y «Un acquittement qui fait date» de Albert Sadik en La Révolution Prolétarienne, nº 439, mayo de 1959, p. 24, reproducido en Albert Camus et les libertaires 1948-1960 de Lou Marin (ver Nota 4), pp. 319-323.

[9] Yves Dechezelles, «À propos d’un livre sur l’Algérie. Lettre ouverte à Francis et Colette Jeanson» en La Révolution Prolétarienne, nº 403, febrero de 1956, p. 21s., reproducido en Albert Camus et les libertaires 1948-1960 de Lou Marin (ver Nota 4), p. 311-318.Traducido al alemán en Graswurzelrevolution, nº 296, febrero de 2005.

[10] Albert Camus, «Vorwort zur Algerischen Chronik», en Fragen der Zeit (Nota 5), p. 146.

[11] Idem.

[12] Guy Pervillé, «La guerre d’Algérie: combien de morts?», en Harbi/Stora (ver Nota 1), pp. 477-493, especialmente p.484.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El derecho a la desobediencia civil

La historia de la humanidad está repleta de leyes injustas que fueron modificadas gracias a la presión social. ¿Cuestionaría alguien hoy las estrategias de desobediencia de Rosa Parks o de la resistencia judía contra los nazis?

OLGA RODRÍGUEZ

«Nuestro problema no es la desobediencia civil,
sino la obediencia.»
HOWARD ZINN

Rosa Parks demostró ya hace décadas la importancia de la desobediencia como estrategia. Cuando el 1 de diciembre de 1955 un conductor de autobús amenazó con llamar a la policía si Parks no cedía su asiento a un pasajero blanco, ella contestó: «Llámela». Las consecuencias de aquella histórica actitud las conocemos todos. Aquello supuso el principio del fin de la segregación racial que se aplicaba de forma sistemática en diversos puntos de Estados Unidos.

¿Cuestionaríamos hoy a Rosa Parks o a las mujeres sufragistas que conquistaron su derecho al voto a través de la desobediencia civil? ¿Defenderíamos que se las multara con 30.000 euros? ¿Pondríamos en tela de juicio a la resistencia judía contra el nazismo o a los insumisos que contribuyeron a la supresión del servicio militar obligatorio?

Las leyes no son siempre justas. La ley amparó la persecución de judíos en la Alemania nazi, la ley permite la discriminación de los palestinos, la ley facilitó el apartheid en Sudáfrica o condenó a los negros a la esclavitud en Estados Unidos.

Algunas leyes merman nuestro derecho a la protesta, dejan a familias sin casa, reducen nuestros derechos laborales, contribuyen a la desigualdad social, aceptan que los más ricos paguen menos impuestos que un ciudadano medio, permiten que nos obliguen a sufragar el rescate de los bancos sin que nos hayan consultado.

«Solo cumplía órdenes», afirma en la película The Reader una antigua guardiana del campo de concentración de Auschwitz. «Es que lo dice la ley», dicen algunos; «solo hago mi trabajo», se justifican otros.

Afortunadamente hay gente consciente de su responsabilidad social. Hay médicos que defienden la desobediencia y atienden a personas sin papeles, porque lo contrario sería profundamente inhumano. Hay profesores que protestan y participan en huelgas para reivindicar los derechos de nuestros hijos.

Hay activistas dispuestos a desobedecer a las autoridades para ayudar a una familia a no ser expulsada de su propia casa. Hay empleados de banco que se han negado a mentir a sus clientes y han optado por abandonar su trabajo (conozco a algunos que ahora colaboran en la PAH).

Hay abogados que protegen a los que desobedecen.Hay periodistas que se niegan a formar parte del discurso oficial que ampara los abusos, hay políticos que no están dispuestos a obedecer las imposiciones de la Troika.

Podría haber incluso gobernantes capaces de poner en práctica políticas alternativas. Pero eso solo sería posible con una enorme masa social dispuesta a apoyar activamente a un gobierno desobediente. Si no, se mantendrá el bucle que permite a todos presentarse a las elecciones pero no a ganarlas, porque el poder político está reservado para aquellos que actúan en connivencia con el poder económico y financiero.

Muchos de los avances de la humanidad, en lo referido a los derechos y libertades, han sido conquistados a través de reivindicaciones y desobediencias. Nada depende solo de los que ocupan el poder. Todos disponemos de un pequeño campo de acción y de influencia. Los de abajo pueden determinar la dirección de las políticas y de hecho así ha ocurrido en algunos de los capítulos más importantes de nuestra historia.

Estamos en un momento en el que la desobediencia civil frente a leyes injustas es una estrategia frente a la sumisión, una alternativa al silencio cómplice o, como ha dicho Ada Colau, una cuestión de superviviencia.

Habrá todavía quien prefiera bajar la cabeza sin rechistar. Habrá quien opte por borrar su memoria para seguir creyéndose las mentiras que quedan por llegar. Hay quienes eligen obedecer en un mundo que solo les ofrece pobreza, hambre, guerras, violencia y cinismo.

Pero son muchas las personas que saben que la sumisión no es la paz social, que renunciar a derechos fundamentales no lleva a la estabilidad, que la guerra nos la declararon hace ya tiempo. Que si desobedecemos ponemos en evidencia la falta de legitimidad de tantas medidas arbitrarias. Y que además, haciéndolo, construimos nuestra propia identidad, algo que también querrían robarnos.

Ocupación de una sede del BBVA
en Barcelona, febrero 2013.

lunes, 2 de diciembre de 2013

«Las pensiones no se tocan»


Manifestación de Bloque Obrero, CGT y CNT en contra de la reforma del PP

Valladolid, 1 de diciembre de 2013

Comienza diciembre igual que acabó noviembre: con manifestaciones sectoriales en la calle. La última: «Contra la reforma de las pensiones», convocada por Bloque Obrero, CGT y CNT, que ha salido de la plaza Portugalete y ha concluido en la plaza Alberto Fernández (Rondilla).

La protesta, que ha partido a mediodía a los gritos: «La crisis que la paguen los capitalistas» y «La lucha es el único camino», se abría con una pancarta: «Unidad anticapitalista. CONTRA LA REFORMA DE LAS PENSIONES. Las pensiones son nuestras y exigimos que lo sigan siendo», firmada por las tres organizaciones convocantes.

El Bloque Obrero, delante, con una pancarta: «Unidos podemos vencer. Construyamos poder popular». Detrás, un mar de banderas rojo y negras y dos pancartas: «Acción directa. Apoyo mutuo» y «Lucha por unas pensiones dignas», firmadas por CGT y CNT, respectivamente.

La marcha, formada por menos de medio millar de personas, ha subido por la calle Angustía para enfilar hacia Santa Clara atravesando Torrecilla, para continuar por la Avenida de Palencia y entrar en Rondilla por la calle Soto y por Mirabel hasta el centro cívico, donde se leyó el manifiesto.

Durante el recorrido, los manifestantes han coreado «Que se queden sin pensiones, los Borbones»; «Los recortes a la Casa Real»; «Las pensiones no se tocan»; «La crisis que la paguen los ricos»; «La lucha es el único camino»; «Con la pensión de mi abuela no se juega»; «PSOE y PP la misma mierda son» y cánticos a favor de «colgar» a Rajoy si «toca las pensiones».

Planes privados

En el manifiesto elaborado por las tres organizaciones convocantes se denuncia que «la reforma de las pensiones se sustenta sobre la falsa creencia de que el sistema público de pensiones no es sostenible, recorta el poder adquisitivo de las pensiones, liga su revalorización a la inflación (lo que supondría la reducción de una pensión media de 2.460 euros en un plazo de seis años), establece la jubilación ordinaria a los 67 años, amplía los años de cotización a 38 y medio y penaliza especialmente a la mujer trabajadora. Por tanto, no es más que una herramienta del Gobierno para favorecer los planes de pensiones privados ofertados por la banca a costa de sacrificar los derechos de los trabajadores y trabajadoras, condenándolos a una vejez cada vez más pobre».

Asimismo, manifestan «la connivencia de partidos autoproclamados de izquierda y de las cúpulas de los sindicatos mayoritarios que se erigen como los principales defensores de las pensiones, pero que han decretado y pactado reformas neoliberales que han favorecido la destrucción de derechos y servicios básicos».

«Frente a esta estrategia», defienden Bloque Obrero, CGT y CNT, «que sí hay riqueza suficiente para garantizar pensiones dignas y que la solución no pasa por endurecer las condiciones de trabajo y recortar salarios, sino que los mayores esfuerzos tienen que hacerlos aquellos organismos financieros y empresas con ganancias que más se están beneficiando de la crisis».

La propuesta también incluye el «garantizar el derecho efectivo al empleo para todos y todas. Disminuir la jornada laboral para dinamizar la vida social de trabajadores y trabajadoras, mejorar la conciliación con la vida familiar y fomentar su acceso a la cultura y el conocimiento».

«bligar por ley a las empresas con beneficios a realizar contrataciones y ajustar los ritmos de trabajo a condiciones humanas», es otra de las propuestas, junto a la eliminación de los planes de pensiones privados y la articulación de la autogestión social de los recursos públicos.

Por último las tres organizaciones piden «garantizar por ley la jubilación a los 60 años, con una pensión digna. Reconocimiento del trabajo social no remunerado, así como igualdad de derechos, a efectos de cotización para la pensión».