Desde la revista La Iconoclasta nos envian esta carta publicada en su segundo número:
Con este artículo queremos plantear y comenzar un debate que consideramos necesario, de una prioridad real y que necesita de una seriedad sincera, sobre unas intenciones muy básicas:
—Potenciar la federación y organización como anarquistas al margen de la participación de sus integrantes en otras estructuras u organizaciones sociales y sindicales.
—Llevar al seno del movimiento un debate constructivo y de respeto, de cara a fortalecer nuestros lazos y la cohesión de nuestros proyectos e ideas.
Trazar una estrategia clara, de cara a extender las posiciones anarquistas en todas las luchas, así como potenciar proyectos capaces de fomentar una cultura y red social librepensante, solidaria y llena de viva.
La visión general, en España, del movimiento anarquista es, siendo sinceros, bastante preocupante: la desorganización en unos casos, la falta de conexión en las luchas o capacidad para extenderlas en otros, unido al aislamiento de la sociedad en no pocos casos, forman en definitiva, una tendencia hacia la guetificación que produce que no haya continuidad en el tiempo de nuestra lucha y actividad, que se pierda sin acumulación de experiencia y de reflexión (de los errores y aciertos que hayamos podido cometer), y que en definitiva da pie a establecerse una sensación de inanición, desilusión e inoperancia entre los militantes. El campo de trabajo que parece que tiene una continuidad generalizada y unas perspectivas más claras últimamente es en la participación dentro de los sindicatos y el mundo laboral, no sin faltar los agrios posicionamientos y actitudes, pero también los positivos debates actuales dentro de los mismos. Con esto no queremos decir que no se este trabajando otros campos, sino que este o se desconoce o es muy localista o no se le da tanta prioridad o se pierde con el tiempo.
También hay que decir que no todo esta tan mal en el panorama actual, hay síntomas positivos que hay que tener en cuenta y que quizás nos muestran que algo esta cambiando. La aparición de bastantes Ateneos Libertarios por toda la geografía española en menos de unos pocos años hacia hoy, que si se mantienen en el tiempo pueden ser caldo de cultivo cultural, de formación ética libertaria, para nuevas generaciones, grupos, colectivos anarquistas y su entorno social. La tímida aparición de grupos anarquistas nuevos o que no se tenían noticias suyas elaborando campañas de propaganda y proyectos culturales y sociales, así como un sin fin de anarquistas esparcidos por diversos movimientos sociales. Todo esto nos trasmite la sensación de que hay ganas de hacer cosas pese a la dispersión de las mismas y una progresiva tendencia hacia la organización de las fuerzas capaces y activas.
A nivel organizativo tenemos que plantearnos si lo que hay hoy nos sirve o no, cómo mejorarlo y de qué manera, pues es en esta cuestión donde padecemos grandes deficiencias que se ven reflejadas indirectamente en los roles y actitudes (de falta de respeto, saber estar y amplitud de miras sobretodo) que se toman entre los compañeros. Creemos que siendo tan reducido el número de los que decidimos formar un grupo o un colectivo anarquista no es positivo diluir fuerzas, físicas y económicas, en el mantenimiento de una federación para cada cuestión (juventud, mujer, ecología, LGTB, etc.), por el contrario vemos más enriquecedor y constructivo el aglutinar y compartir una misma federación en la que cada uno poder trabajar temas comunes o específicos de forma colectiva, una perspectiva débil o inexistente en la actualidad y que podía darnos un aire renovador si se extendiese en todos los sentidos.
No queremos hacer mención al trabajo que hacen o no ninguna de las organizaciones existentes hoy por hoy, porque esto es un problema de todos, de nuestras incapacidades para crear un presente creativo y vivo, tanto de los federados como de los que no. Una responsabilidad que recae en la actitud de cada uno a la hora de plantear un presente en el que el movimiento anarquista tenga una capacidad tal que sea influencia y motor de la transformación libertaria de la sociedad mediante un trabajo serio, entusiasta y tenaz.
Por eso pensamos que ya es hora de lanzar este debate en el seno de las mismas organizaciones, en los grupos y en los individuos, en un momento de franca debilidad por nuestra parte y que debe tornarse en empuje organizativo y de lucha en todas sus formas, de análisis y propuestas claras que nos de un impulso a ser fuerza activa de los cambios que puedan darse en estos años sombríos que nos va a tocar vivir.
—Potenciar la federación y organización como anarquistas al margen de la participación de sus integrantes en otras estructuras u organizaciones sociales y sindicales.
—Llevar al seno del movimiento un debate constructivo y de respeto, de cara a fortalecer nuestros lazos y la cohesión de nuestros proyectos e ideas.
Trazar una estrategia clara, de cara a extender las posiciones anarquistas en todas las luchas, así como potenciar proyectos capaces de fomentar una cultura y red social librepensante, solidaria y llena de viva.
La visión general, en España, del movimiento anarquista es, siendo sinceros, bastante preocupante: la desorganización en unos casos, la falta de conexión en las luchas o capacidad para extenderlas en otros, unido al aislamiento de la sociedad en no pocos casos, forman en definitiva, una tendencia hacia la guetificación que produce que no haya continuidad en el tiempo de nuestra lucha y actividad, que se pierda sin acumulación de experiencia y de reflexión (de los errores y aciertos que hayamos podido cometer), y que en definitiva da pie a establecerse una sensación de inanición, desilusión e inoperancia entre los militantes. El campo de trabajo que parece que tiene una continuidad generalizada y unas perspectivas más claras últimamente es en la participación dentro de los sindicatos y el mundo laboral, no sin faltar los agrios posicionamientos y actitudes, pero también los positivos debates actuales dentro de los mismos. Con esto no queremos decir que no se este trabajando otros campos, sino que este o se desconoce o es muy localista o no se le da tanta prioridad o se pierde con el tiempo.
También hay que decir que no todo esta tan mal en el panorama actual, hay síntomas positivos que hay que tener en cuenta y que quizás nos muestran que algo esta cambiando. La aparición de bastantes Ateneos Libertarios por toda la geografía española en menos de unos pocos años hacia hoy, que si se mantienen en el tiempo pueden ser caldo de cultivo cultural, de formación ética libertaria, para nuevas generaciones, grupos, colectivos anarquistas y su entorno social. La tímida aparición de grupos anarquistas nuevos o que no se tenían noticias suyas elaborando campañas de propaganda y proyectos culturales y sociales, así como un sin fin de anarquistas esparcidos por diversos movimientos sociales. Todo esto nos trasmite la sensación de que hay ganas de hacer cosas pese a la dispersión de las mismas y una progresiva tendencia hacia la organización de las fuerzas capaces y activas.
A nivel organizativo tenemos que plantearnos si lo que hay hoy nos sirve o no, cómo mejorarlo y de qué manera, pues es en esta cuestión donde padecemos grandes deficiencias que se ven reflejadas indirectamente en los roles y actitudes (de falta de respeto, saber estar y amplitud de miras sobretodo) que se toman entre los compañeros. Creemos que siendo tan reducido el número de los que decidimos formar un grupo o un colectivo anarquista no es positivo diluir fuerzas, físicas y económicas, en el mantenimiento de una federación para cada cuestión (juventud, mujer, ecología, LGTB, etc.), por el contrario vemos más enriquecedor y constructivo el aglutinar y compartir una misma federación en la que cada uno poder trabajar temas comunes o específicos de forma colectiva, una perspectiva débil o inexistente en la actualidad y que podía darnos un aire renovador si se extendiese en todos los sentidos.
No queremos hacer mención al trabajo que hacen o no ninguna de las organizaciones existentes hoy por hoy, porque esto es un problema de todos, de nuestras incapacidades para crear un presente creativo y vivo, tanto de los federados como de los que no. Una responsabilidad que recae en la actitud de cada uno a la hora de plantear un presente en el que el movimiento anarquista tenga una capacidad tal que sea influencia y motor de la transformación libertaria de la sociedad mediante un trabajo serio, entusiasta y tenaz.
Por eso pensamos que ya es hora de lanzar este debate en el seno de las mismas organizaciones, en los grupos y en los individuos, en un momento de franca debilidad por nuestra parte y que debe tornarse en empuje organizativo y de lucha en todas sus formas, de análisis y propuestas claras que nos de un impulso a ser fuerza activa de los cambios que puedan darse en estos años sombríos que nos va a tocar vivir.
Nuestra propuesta a trabajar, desbrozar y valorar:
1º Proponemos una federación (nueva o existente) que integre en su seno a todos los grupos, sean de la tendencia que sean o estén enfocados a cuestiones más especificas (mujer, genero, juvenil, etc.), garantizando la tolerancia hacia la diversidad de nuestro movimiento y la potencial influencia en todos los campos de acción.
2º Proponemos que los grupos que estén interesados, en cualquier momento, ha enfocar su labor hacia una cuestión concreta, trabajen y se coordinen desde la federación para que la capacidad de propaganda, solidaridad y lucha tenga más fuerza e influencia global tanto interna como externa a la federación.
3º Proponemos la utilización de un órgano de noticias, propaganda y debate (por ejemplo Tierra y Libertad, Ekinza Zuzena, El Fuelle, etc.) y otro más teórico y analítico (por ejemplo Germinal Libertario), ambos en papel y digital. Con una estética y maquetación atractiva para los tiempos que corren. Así como un portal-Web de la federación que contenga las publicaciones y otros materiales.
4º Proponemos que los acuerdos sean tomados mediante el consenso, y de no existir éste, la posición mayoritaria podrá realizar lo acordado de forma no vinculante o impositiva a los que no lo acepten y sin traba alguna por parte de los que no estén de acuerdo.
5º Proponemos la tolerancia en los modos de entender la lucha en el mundo laboral, anarquizando aquella que a nuestro parecer creamos mejor.
6º Proponemos consensuar un programa de nuestras aspiraciones (valiéndonos como ejemplo el texto de Malatesta «Nuestro programa»).
7º Proponemos consensuar la actitud y trabajo a desarrollar con respecto a luchas no iniciadas desde el movimiento anarquista.
8º Proponemos un apoyo decidido a la consolidación de Ateneos en cada pueblo o ciudad, así como tender a su coordinación.
9º Proponemos el aprendizaje del Esperanto de cara a romper las barreras idiomáticas y los recelos impuestos por los Estados y los nacionalismos.
Por último, hacemos un llamamiento a los grupos federados en la FAI, la FIJA, la FIJL, Mujeres Libres u otras federaciones o redes existentes, así como a los que no están en ninguna, en definitiva a todos los anarquistas, a participar en éste proceso sin ningún complejo, sin pelos en la lengua, proponiendo cosas o rechazándolas, pues es buscando un entendimiento constructivo como podremos cambiar el mañana.
1º Proponemos una federación (nueva o existente) que integre en su seno a todos los grupos, sean de la tendencia que sean o estén enfocados a cuestiones más especificas (mujer, genero, juvenil, etc.), garantizando la tolerancia hacia la diversidad de nuestro movimiento y la potencial influencia en todos los campos de acción.
2º Proponemos que los grupos que estén interesados, en cualquier momento, ha enfocar su labor hacia una cuestión concreta, trabajen y se coordinen desde la federación para que la capacidad de propaganda, solidaridad y lucha tenga más fuerza e influencia global tanto interna como externa a la federación.
3º Proponemos la utilización de un órgano de noticias, propaganda y debate (por ejemplo Tierra y Libertad, Ekinza Zuzena, El Fuelle, etc.) y otro más teórico y analítico (por ejemplo Germinal Libertario), ambos en papel y digital. Con una estética y maquetación atractiva para los tiempos que corren. Así como un portal-Web de la federación que contenga las publicaciones y otros materiales.
4º Proponemos que los acuerdos sean tomados mediante el consenso, y de no existir éste, la posición mayoritaria podrá realizar lo acordado de forma no vinculante o impositiva a los que no lo acepten y sin traba alguna por parte de los que no estén de acuerdo.
5º Proponemos la tolerancia en los modos de entender la lucha en el mundo laboral, anarquizando aquella que a nuestro parecer creamos mejor.
6º Proponemos consensuar un programa de nuestras aspiraciones (valiéndonos como ejemplo el texto de Malatesta «Nuestro programa»).
7º Proponemos consensuar la actitud y trabajo a desarrollar con respecto a luchas no iniciadas desde el movimiento anarquista.
8º Proponemos un apoyo decidido a la consolidación de Ateneos en cada pueblo o ciudad, así como tender a su coordinación.
9º Proponemos el aprendizaje del Esperanto de cara a romper las barreras idiomáticas y los recelos impuestos por los Estados y los nacionalismos.
Por último, hacemos un llamamiento a los grupos federados en la FAI, la FIJA, la FIJL, Mujeres Libres u otras federaciones o redes existentes, así como a los que no están en ninguna, en definitiva a todos los anarquistas, a participar en éste proceso sin ningún complejo, sin pelos en la lengua, proponiendo cosas o rechazándolas, pues es buscando un entendimiento constructivo como podremos cambiar el mañana.
G. La Iconoclasta
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