miércoles, 30 de marzo de 2016

¿Quién fue Élisée Reclus?


A propósito del nuevo libro de Rodrigo Quesada, dejamos una breve nota biográfica sobre Élisée Reclus, el influyente geógrafo anarquista francés autor de El Hombre y la Tierra.

EDITORIAL ELEUTERIO
26 noviembre 2015

Élisée Reclús, nació en Sainte-Foy-la-Grande, en medio de una familia protestante, siendo el cuarto hermano de una decena de hijos del pastor Jacques Reclus, que como tal, sea en secreto o explícitamente, esperó siempre que uno de su descendencia siguiera su camino: lamentablemente para él, tanto Élisée como Élie, su hermano mayor, caminaron juntos el Ideal anarquista.

Desde muy niño, dejó que su imaginación vagara libre por montes, ríos y praderas, acrecentando lo que años después se mostraría en plenitud en las cientos de miles de páginas que van desde la geografía física a la «Geografía Social», estudio y método desarrollados por Élisée Reclus para dar a conocer como las formas de relaciones libres entre las personas y de éstas con la Naturaleza han estado presentes en la evolución de la humanidad, sobre todo en cuanto a lo que él denominó como las tres leyes: la «lucha de clases», la búsqueda del equilibrio y la soberanía del individuo.

Desde un comienzo, su vida está plagada de idas y venidas, cárceles y exilios: si bien cuando joven viajó a causa de sus estudios en Alemania con los hermanos moravos, ya luego como estudiante de teología en Montauban, no tardarían en dar frutos: por un viaje para ver el mar Mediterráneo, junto a su hermano Élie, será expulsado de la facultad.

Aprendiendo idiomas, estudiando geografía con Karl Ritter y resistiendo al golpe de Estado que da Napoleón III (en esta época ya era republicano y socialista), la vida de Reclus estará marcada desde entonces por la exploración de Europa y América, sea por cuenta propia o por los exilios, los que soporta gracias a sus investigaciones y la presencia de su hermano Élie. Mientras va de Irlanda a la actual Colombia, a Estados Unidos o de vuelta a Europa, su espíritu socialista crece, se fortalece, al tiempo en que se modifica. Se unirá a la causa communard que toma París en 1871, siendo arrestado y finalmente expulsado. Desde antes, ya había trabado contacto con Bakunin y Kropotkin. Del primero se hará cargo se sus escritos. Con el segundo, además, le unirá la pasión geográfica.


Obras como La Tierra, Nueva Geografía Universal o El Hombre y la Tierra son demostración cabal de la fortaleza, sabiduría y disciplina de este hombre que, muy por el contrario a lo que muchos creen, en cada página desenvuelve, para dar a conocer, la Anarquía en su estado natural: la de los ríos y montañas, la de los pueblos primitivos o de las sociedades laborales que se ayudan en interés de la libertad.

Se dice que al momento de morir, le comentaban la sublevación en Sebastopol en Rusia, por lo que se le escuchó decir: La Revolución, ¡Al Fin!. Este mismo hombre había expresado que «La Anarquía es la más alta expresión del orden». Murió físicamente un 4 de julio de 1905.

jueves, 24 de marzo de 2016

Un miembro del clan Kennedy revela el oculto motivo de la guerra en Siria


La guerra contra Bashar al Assad no habría comenzado por las protestas civiles de la Primavera Árabe en 2011 sino como consecuencia de un proyecto de oleoducto qatarí

26 de febrero de 2016

La decisión de Estados Unidos de organizar una campaña para derrocar al presidente de Siria, Bashar al Assad, en gran parte se basó en la negativa de este mandatario a permitir el paso por su país de un gasoducto desde Qatar hacia Europa, asegura el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy, en un artículo para la revista Politico. «Nuestra guerra contra Bashar al Assad no comenzó por las protestas civiles pacíficas de la Primavera Árabe en 2011, sino en 2000, cuando Qatar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía», señala Kennedy.

Esa infraestructura hubiera garantizado que los reinos suníes del golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y hubiese fortalecido a Qatar, que es el aliado más cercano que Estados Unidos posee en la región, según destaca el autor, quien hace hincapié en que allí se encuentran dos de las principales bases militares norteamericanas y la sede del Mando Central de Estados Unidos en Oriente Medio.

Según se hace eco RT, este columnista indica que, para defender los intereses de Rusia, el presidente sirio se negó a firmar ese acuerdo y optó por otro gasoducto, que se hubiera extendido desde Irán a Líbano y hubiese convertido a los iraníes en los mayores proveedores de gas a Europa, lo cual iba en contra de los intereses de los árabes de mayoría sunita

Inmediatamente después de la negativa al proyecto inicial, las agencias de inteligencia de EEUU, Qatar, Arabia Saudita e Israel comenzaron a financiar a la oposición de Siria y a preparar una revuelta para derrocar al régimen de Assad, según los datos de diversos informes secretos a los que ha tenido acceso Kennedy, quien detalla que la CIA transfirió seis millones de dólares a la cadena de televisión británica Barada para que elaborara reportajes en favor del derrocamiento del mandatario sirio.

Sin embargo, Robert Kennedy júnior subraya que las decisiones de Washington obviaron el hecho de que el Gobierno de Siria era mucho más moderado que las monarquías suníes, gracias a que el país era secular y poseía una élite pluralista. Además, Assad abogaba por la liberalización y, entre otras cosas, aportó a la CIA toda la información después de los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York.

Intereses

El autor recuerda que la inteligencia norteamericana ha utilizado a los yihadistas para proteger los intereses relacionados con los hidrocarburos de Estados Unidos y derrocar a regímenes en Oriente Medio desde mediados del siglo XX, debido a que consideraba que las fuerzas religiosas radicales eran un contrapeso fiable a la influencia de la Unión Soviética en la zona.

Ya en 1957, EEUU trató en vano de provocar una revolución en Siria y derrocar al gobierno secular democráticamente elegido. Sin embargo, no se detuvo ahí, sino que la aparición de «el grupo criminal petrolero» Estado Islámico es el resultado de una larga historia de intervención de Estados Unidos en la región, finaliza el jurista.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Mito clásico del origen de la democracia


Hubo una vez un tiempo en que existían los dioses, pero no había razas mortales. Cuando también a éstos les llegó el tiempo destinado de su nacimiento, los forjaron los dioses dentro de la tierra con una mezcla de tierra y fuego, y de las cosas que se mezclan a la tierra y el fuego. Y cuando iban a sacarlos a la luz, ordenaron a Prometeo y a Epimeteo que los aprestaran y les distribuyeran las capacidades a cada uno de forma conveniente. A Prometeo le pide permiso Epimeteo para hacer él la distribución. «Después de hacer yo el reparto, dijo, tú lo inspeccionas.» Así lo convenció, y hace la distribución. En ésta, a los unos les concedía la fuerza sin la rapidez y, a los más débiles, los dotaba con la velocidad. A unos los armaba y, a los que les daba una naturaleza inerme, les proveía de alguna otra capacidad para su salvación. A aquellos que envolvía en su pequeñez, les proporcionaba una fuga alada o un habitáculo subterráneo. Y a los que aumentó en tamaño, con esto mismo los ponía a salvo. Y así, equilibrando las demás cosas, hacía su reparto. Planeaba esto con la precaución de que ninguna especie fuera aniquilada.

Cuando les hubo provisto de recursos de huida contra sus mutuas destrucciones, preparó una protección contra las estaciones del año que Zeus envía, revistiéndolos con espeso cabello y densas pieles, capaces de soportar el invierno y capaces, también, de resistir los ardores del sol, y de modo que, cuando fueran a dormir, estas mismas les sirvieran de cobertura familiar y natural a todos. Y los calzó a unos con garras y revistió a los otros con pieles duras y sin sangre. A continuación facilitaba medios de alimentación diferentes a unos y a otros: a éstos, el forraje de la tierra, a aquéllos, los frutos de los árboles y a los otros, raíces. A algunos les concedió que su alimento fuera el devorar a otros animales, y les ofreció una exigua descendencia, y, en cambio, a los que eran consumidos por éstos, una descendencia numerosa, proporcionándoles una salvación en la especie. Pero, como no era del todo sabio Epimeteo, no se dio cuenta de que había gastado las capacidades en los animales; entonces todavía le quedaba sin la especie humana, y no sabía qué hacer.

Mientras estaba perplejo, se le acerca Prometeo que venía a inspeccionar el reparto, y que ve a los demás animales que tenían cuidadosamente de todo, mientras el hombre estaba desnudo y descalzo y sin coberturas ni armas. Precisamente era ya el día destinado, en el que debía también el hombre surgir de la tierra hacia la luz. Así que Prometeo, apurado por la carencia de recursos, tratando de encontrar una protección para el hombre, roba a Hefesto y a Atenea su sabiduría profesional junto con el fuego —ya que era imposible que sin el fuego aquélla pudiera adquirirse o ser de utilidad a alguien— y, así, luego la ofrece como regalo al hombre. De este modo, pues, el hombre consiguió tal saber para su vida; pero carecía del saber político, pues éste dependía de Zeus. Ahora bien, a Prometeo no le daba ya tiempo de penetrar en la acrópolis en la que mora Zeus; además los centinelas de Zeus eran terribles. En cambio, en la vivienda, en común, de Atenea y de Hefesto, en la que aquéllos practicaban sus artes, podía entrar sin ser notado, y, así, robó la técnica de utilizar el fuego de Hefesto y la otra de Atenea y se la entregó al hombre. Y de aquí resulta la posibilidad de la vida para el hombre; aunque a Prometeo luego, a través de Epimeteo, según se cuenta, le llegó el castigo de su robo.

Puesto que el hombre tuvo participación en el dominio divino a causa de su parentesco con la divinidad, fue, en primer lugar, el único de los animales en creer en los dioses, e intentaba construirles altares y esculpir sus estatuas. Después, articuló rápidamente, con conocimiento, la voz y los nombres, e inventó sus casas, vestidos, calzados, coberturas, y alimentos del campo. Una vez equipados de tal modo, en un principio habitaban los humanos en dispersión, y no existían ciudades. Así que se veían destruidos por las fieras, por ser generalmente más débiles que aquéllas; y su técnica manual resultaba un conocimiento suficiente como recurso para la nutrición, pero insuficiente para la lucha contra las fieras. Pues aún no poseían el arte de la política, a la que el arte bélico pertenece. Ya intentaban reunirse y ponerse a salvo con la fundación de ciudades. Pero, cuando se reunían, se atacaban unos a otros, al no poseer la ciencia política; de modo que de nuevo se dispersaban y perecían.

Zeus, entonces, temió que sucumbiera toda nuestra raza, y envió a Hermes que trajera a los hombres el sentido moral y la justicia, para que hubiera orden en las ciudades y ligaduras acordes de amistad. Le preguntó, entonces, Hermes a Zeus de qué modo daría el sentido moral y la justicia a los hombres: «¿Las reparto como están repartidos los conocimientos? Están repartidos así: uno solo que domine la medicina vale para muchos particulares, y lo mismo los otros profesionales. ¿También ahora la justicia y el sentido moral los infundiré así a los humanos, o los reparto a todos?» «A todos —dijo Zeus— y que todos sean partícipes. Pues no habría ciudades, si sólo algunos de ellos participaran, como de los otros conocimientos. Además, impón una ley de mi parte: que al incapaz de participar del honor y la justicia lo eliminen como a una enfermedad de la ciudad.»

Así es, Sócrates, y por eso los atenienses y otras gentes, cuando se trata de la excelencia arquitectónica o de algún tema profesional, opinan que sólo unos pocos deben asistir a la decisión, y si alguno que está al margen de estos pocos da su consejo, no se lo aceptan, como tú dices. Y es razonable, digo yo. Pero cuando se meten en una discusión sobre la excelencia política, que hay que tratar enteramente con justicia y moderación, naturalmente aceptan a cualquier persona, como que es el deber de todo el mundo participar de esta excelencia; de lo contrario, no existirían ciudades. Ésa, Sócrates, es la razón de esto.

PLATÓN
(Protágoras, 320d-323a)

viernes, 26 de febrero de 2016

Declaración de Rechazo

 

   Reproducimos a continuación la declaración de una compañera israelí que ha decidido no hacer el servicio militar, con las consecuencias que eso conlleva. Pedimos de antemano disculpas a nuestros lectores por las deficiencias de la traducción, pero nuestro conocimiento del hebreo es muy limitado.

TIERRA Y LIBERTAD
Nº 331 - Febrero 2016

Tengo 20 años de edad y he decidido rechazar la incorporación al Tzáhal (Fuerzas Armadas de Israel) y considero útil hacerlo públicamente y sin tapujos.

La decisión de unirse o no al ejército israelí es una decisión política que todo el mundo debería ser capaz de hacer por su propia cuenta. Protesto contra la ley que obliga a jóvenes y adolescentes a unirse al ejército.

No confío en la jerarquía autoritaria. El ejército es un brazo de la burguesía, el gobierno y la industria armamentística. Hay quienes se benefician del conflicto palestino-israelí y nunca dejarán de lado el control económico del West Bank en Occidente. Estos poderes han creado el racismo y la segregación. El gasto público en el ejército israelí (que también viene de los Estados Unidos) tiende a crecer cada año a expensas de la educación, la salud y el bienestar, y sin embargo, no hay seguridad en el país (hay muchas amenazas públicas en Israel). Supongo que nuestro miedo es explotado como una distracción para prevenir los pensamientos profundos sobre esta situación.

No se puede construir una sociedad justa en base a la injusticia. Me niego a participar en un mecanismo racista, fascista, discriminatorio y opresivo. Me niego a participar en un órgano de poder que, durante décadas, ha mantenido a millones de personas sin derechos civiles. Por otro lado, hay personas como nosotros con las que compartimos las mismas necesidades. Ellos sólo quieren vivir sus vidas. Los arrestos, detenciones administrativas, el acoso por el ejército y los colonos judíos, la esclavitud asalariada, la ausencia de bienestar... no podemos estar seguros si les damos buenas razones para luchar.

El ejército, al igual que la escuela, es una institución que perfora la socialización. El objetivo principal de la escuela pública es integrar a la sociedad en una entidad monolítica, por lo que el principal objetivo ideológico del Tzáhal no es proteger a la gente, sino ser un crisol (jerga israelí usada tanto por el ejército como por las instituciones que fabrican a la gente) que mantiene el «ethos» vivo y hace que el pueblo se pierda en sí mismo, mientras que en la realidad sólo protege a la jerarquía. Es una institución con burócratas torpes, que tienen que ver solamente con cada uno de ellos y que no se preocupan por el mundo real y otros sectores que trabajan en verdaderos asuntos civiles. Este tipo de estructura está educando a la juventud con una manera de pensar dogmática que perpetúa la relación jerárquica entre el opresor y el oprimido. Esta parte de la vida es la etapa final para entrar en la edad adulta, que en esta parte de la tierra se juega entre el río y el océano.

Creo que la decisión de adherir a una organización militar debe estar motivada por el deseo personal y el razonamiento. ¡Claro que funciona! Podemos tomar como ejemplo la Federación Democrática de Rojava. En un momento no tan lejano tal vez podamos aprender una o dos cosas de ellos. No tienen leyes de conscripción pero, sin embargo, poseen un porcentaje similar de reclutamiento para las YPG e YPJ como Israel lo tiene para el Tzáhal. Si no hay deseo de proteger algo, probablemente ese algo no será protegido.

Rechazo la idea de unirse al ejército: prefiero el compañerismo, hallar un sentido en la vida, la experiencia, ayudar a la comunidad. Elijo no sacrificarme por dos años enteros de abusos, humillación y opresión para nada. No voy a usar el uniforme militar; no voy a contribuir a la presión al pueblo para unirse al ejército. Rechazar la conscripción no es una cosa sencilla pero, en cualquier caso, el objetivo es no unirse al ejército.

Por último, pero no menos importante, está la cuestión social de la justicia. El ejército y sus prácticas ponen en peligro el medio ambiente mediante el derramamiento de petróleo y aguas residuales; el derroche de armas y material de guerra lanzándolo al mar; la actividad militar en curso pone en peligro el equilibrio de la flora y la fauna. Todo lo anterior sucede sin en absoluto rendir cuentas, tal y como el ejército hace con el gasto público.

Alzar la voz, en cualquier situación es de gran ayuda. Invito a todos los que tienen una voz para alzarla conmigo.

Evidentemente, las cosas malas suceden cuando la gente buena no hace algo.

Tanya Golan

martes, 9 de febrero de 2016

Los titiriteros a prisión igual que Els Joglars en el año 1977


No es la primera vez que en España se encarcela a gente del teatro. En el año 1977 se detuvo y encarcelo a los miembros de Els Joglars, en aquella época por la autoridad militar. Ahora un Juez de la Audiencia Nacional ha decido el ingreso en prisión de dos integrantes de un grupo de teatro, porque en la representación teatral se veían escenas como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía y la violación de una monja y el apuñalamiento posterior con un crucifijo.

7 febrero 2016

Por ello les aplican: ENALTECIMIENTO DEL TERRORISMO tipificado en el artículo 578 del Código Penal vigente, castigado con la pena de prisión de 1 a 3 años de prisión y multa; y de UN DELITO COMETIDO CON OCASIÓN DEL EJERCICIO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y DE LAS LIBERTADES PÚBLICAS GARANTIZADOS POR LA CONSTITUCIÓN, tipificado en el artículo 510 del Código Penal, castigado con la pena de 1 a 4 años de prisión y multa.

Seguro que no tiene nada que ver y es casualidad, entra dentro de la elucubración mental, pero el juez que ha ordenado el ingreso en prisión fue policía desde 1974 época franquista a 1983, en plena transición, pero seguramente esto no le ha influido para hacer el auto de prisión que ha hecho.

Parece de película de ciencia ficción, en pleno siglo XXI, sobretodo porque cada dia vemos, el robo de politicos y banqueros y no hay juez que encarcele a nadie con tanta facilidad y eso que todos los que investigan por desfalcos seguro que les pueden aplicar lo de destrucción de pruebas, aunque se alargan durante años las investigaciones que en casos muy contados pisan la carcel. Si los mete en prisión porque considera que ese es un teatro no apto, tendrá que explicarnos que van a hacer a todos aquellos, que tanto por internet como en los juegos de plataformas, se hartan de «matar enemigos», creando una mentalidad de violencia a gran escala eso, por no hablar de aquellos niños a los que se lleva a campos de futbol o a ver el maltrato animal y se le imbuye en un ambiente de insultos, gritos, fanatismo, etc. suponemos que si sigue el criterio de defender a los menores encarcelaran a los padres por poner en peligro a sus hijos.

Es posible que moleste que sean un juez, un policía y una monja quien aparece en la obra de teatro, gente de orden y pilares de la sociedad, si fueran una bruja, un jorobado y un tuerto seguramente no habría pasado nada, son el mal y lo que hay que suprimir. Porque, no olvidemos que en el teatro para niños y niñas solo puede ser de una manera, como todo en la vida, el bueno y guapo pega al malo y se casa con la chica guapa, ya lo sabéis, olvidaros de la libertad de expresión no son buenos tiempos para ello están muy envalentonados buscando constantemente a quien encarcelar, judicializar y destrozarle la vida para justificar lo que ellos llaman aplicación de leyes y que no tiene nada que ver con la justicia.

Quizás, hoy tras ver el documental de Metromuster Tarajal estoy más enfadado de lo normal, viendo como cargos públicos, desde ministros a directores de la Guardia Civil que juraron un cargo para «defendernos y doy por supuesto que para no mentir», cambiaban las versiones a medida las imágenes que se veían destapaban sus mentiras, pasando por un auto judicial verdaderamente lamentable para cerrar el caso y dejarlo todo como si no hubiera responsables de uno de los asesinatos en masa más graves que se han dado en este país desde que se dejaron de utilizar los piquetes de ejecución.

En resumen la cárcel para los de siempre, los inconformistas, los que cuestionan el orden establecido, nada diferente en el horizonte, la democracia es ese holograma que nos prometen en televisión y que algunos disfrutan y con la que nos golpean a todos.

Por cierto en la revolución que pienso y quiero, a los jueces los haría trabajar de agricultores y granjeros, a los policías de mineros y a los banqueros en la construcción, con contratos indefinidos, esa sería mi revolución, aunque igual incurro en algún artículo del código penal al soñar libremente con un mundo nuevo o decir lo que pienso.

Carlos
CGT-Comunicación Barcelona

domingo, 7 de febrero de 2016

Comunicado de la CNT-AIT de Granada respecto a la detención de los integrantes de «Títeres desde Abajo» por supuesto enaltecimiento del terrorismo


El viernes 5 de Febrero los dos integrantes de «Títeres desde Abajo» fueron detenidos en el transcurso de su última obra, «La Bruja y Don Cristóbal», bajo la acusación de enaltecimiento del terrorismo. Nuestro sindicato conoce a estas dos personas: una de ellas es militante de nuestra Organización, y la otra es un gran y querido amigo que conocemos desde hace años. Esta obra no es la primera de «Títeres desde Abajo».

«La Bruja y don Cristóbal» se estrenó en Granada el pasado 29 de enero y se repitió el 31 del mismo mes. Muchas personas pudimos asistir a los dos actos, y conocer la trama y su trasfondo. Su posición, que procura ser humanitaria, ante ciertos problemas de actualidad, podía chocar con el de otras posturas políticas. La obra sí defiende la convivencia, la tolerancia y la aceptación de lo diferente. Los enfrentamientos que se producen son ante representaciones de poderes que no lo aceptan, y en ese sentido se desarrolla la trama.

En la actuación del 5 de febrero, ya en Madrid, parte del público asistente se sintió muy molesta con la obra, y lejos de limitarse a una cuestión estética o de criterios, llamaron a la policía para denunciar una supuesta enaltecimiento del terrorismo. La policía acudió y procedió a detener a los integrantes de Títeres desde Abajo, que habían tenido que interrumpir la obra por la acción de los descontentos. Desde entonces, están incomunicados y en comisaría.

La prensa, fiel a la fácil fórmula «noticia impactante y difícil de comprobar», concentrada también en el morbo de determinadas figuras políticas de Madrid, ha procedido a publicar la denuncia tal cual, sin contrastar la versión de los acusados, dando por resultado un relato completamente erróneo de lo que es la obra que pudimos ver en Granada, y que esperamos documentar pronto. En el contenido de las noticias se subrayaba la exaltación del terrorismo por medio de una pancarta con el lema escrito de «Gora Alka-ETA», sacando de contexto la trama. Asimismo, se hablan de asesinatos y violaciones a monjas y jueces.

Al respecto, y para indicar unas necesarias aclaraciones, debemos relatar lo que es, en realidad, la obra. En esencia, «La Bruja y don Cristóbal» procura representar, bajo las figuras recurrentes de cuentos y teatros, la «caza de brujas» al movimiento libertario que ha sufrido en los últimos años, con los montajes policiales estilo «Operación Pandora» La obra está protagonizada por una bruja, que representa a las personas de mala fama pública, y que se ve en la situación de enfrentarse a los cuatro poderes que rige la sociedad, esto es: la Propiedad, la Religión, la Fuerza del Estado y la Ley. La protagonista está en su casa, y, en primer lugar, su vida es interrumpida por la aparición del «Propietario», que resulta ser el legítimo poseedor legal de la casa donde vive. No existen monjas violadas; bajo la forma de los muñecos, los adultos podemos comprobar que el propietario decide aprovecharse de la situación para violar a la bruja; en el forjeceo, la bruja mata al propietario. Pero queda embarazada, y nace un niño. Es entonces cuando aparece la segunda figura: una monja, que encarna la Religión. La monja quiere llevarse al niño, pero encuentra resistencia en la bruja, y en el enfrentamiento, la monja muere. Es entonces cuando aparece el Policía, que representa la Fuerza del Estado, y golpea a la bruja hasta dejarla inconsciente, y tras ello, construye un montaje policial para acusarla ante la Ley, colocando una pancarta de «Gora Alka-ETA» sobre su cuerpo, que intenta mantener en pie para realizar la foto, como prueba. A partir de este montaje policial, surge la cuarta figura, que es la del Juez, que acusa, y condena a muerte, a la protagonista, sacando una horca. La bruja se las arregla para engañar al juez, que mete la cabeza en su propia soga, y la aprovecha para ahorcarle, para salvar su propia vida. El relato continúa algo más, pero esta es la esencia de lo que transcurre, y donde se encuentra toda la polémica.

Se puede valorar si la obra es o no es para niños o para todos los públicos, pero resulta sorprendente que dos personas estén detenidas e incomunicadas por una cuestión de mayores de doce o dieciocho años. Si bien se hace necesario indicar que, más allá del reclamo de unos títeres, Títeres desde Abajo nunca ha mencionado que su última obra es para niños. En su blog dividen sus obras en las dedicadas a todo el público, «Teatro Popular», y las específicamente para niños, «Espectáculos Infantiles». «La Bruja y don Cristóbal» no aparece en esta última sección, por lo cual no se puede acusar a Títeres desde Abajo de engaño y atraer a un público determinado. El hecho de usar muñecos no lo hace necesariamente infantil, y en ello estaría de acuerdo el «cuervo Rockefeller». Asimismo, en la sinopsis presentada se hablaba claramente de «cachiporras» y de «libertad». No se puede insistir en que el problema es que no se sabía el contenido por parte de los asistentes. Obviamente, de terrorismo no, porque no hay terrorismo. Pero, en cualquier caso, en la actualidad, los niños presencian cotidianamente cosas mucho peores, no solo en la televisión, sino en la propia calle que pisan, y no vamos a entrar en detalles sobre si hay padres que los llevan a los toros, la politización de muchas chirigotas que actúan en plena calle (y nos parece fenomenal), les enseña historias de crucificados o los llevan a ver bambi. Dicho esto, creemos que es importante ver la obra: aunque pueda ser de mayores, no es tan dura como se ha presentado, que da la sensación de ser una nueva parte de Saw.

Sin embargo y en cualquier caso, es absolutamente inexistente el enaltecimiento al terrorismo, el motivo por el que han sido detenidos y puestos en absoluta incomunicación. Una medida represiva que resulta extremadamente paradójica: es precisamente lo que denuncia la obra. No deja de sorprender cómo las leyes contra el terrorismo pueden servir con tanta eficacia a prejuicios políticos bien definidos e imponer situaciones de indefensión a los acusados, con tan solo unas palabras de los denunciantes. Personas que confunden el terrorismo con lo que no aceptan social ni políticamente; que se indignan ante la censura a Charlie Hebdo pero que luego no dudan en hacer de talibanes ibéricos; que defienden a los niños de la politización representada en una denuncia a los desahucios, mientras ignoran la politización de la enseñanza y de la religión que les meten entre oreja y oreja, o que claman «es la ley» cuando un niño y su familia se quedan sin casa, hecho «sin duda, poco político».

A todo ello, se suma el Ayuntamiento de Madrid, que quiere denunciar a Títeres desde Abajo, como reacción netamente política que se debe, indudablemente, a su necesidad de responder públicamente a las acusaciones de complicidad con los detenidos, que se realiza desde los sectores reaccionarios de la derecha española y buena parte de la prensa, que busca desesperadamente cualquier ataque político, sin importar la libertad de la gente. Bellos aquellos años donde un 15-M, que se esfuerzan en representar, era objeto de todo tipo de acusaciones ridículas.

Desde nuestro sindicato queremos expresar nuestro apoyo a Títeres Desde Abajo, exigimos la inmediata libertad de los detenidos y el libre ejercicio de la creación artística. Estamos en otra situación de represión política ejercida por las autoridades y un sector social muy definido políticamente en este país. Las energías que gastan ante representaciones artísticas, bien podían usarlas para fines más importantes para personas realmente necesitadas, pero es evidente que todo no es más que una máscara para ocultar intenciones políticas que se transmiten por la fuerza y no la cultura. Finalmente, agradecer a todas las personas, asociaciones y organizaciones que en el transcurso de unas pocas horas han mostrado su apoyo a Títeres desde Abajo y que han contactado con nuestra Organización al conocer nuestra relación directa con los dos detenidos, que esperamos que salgan libres inmediatamente.

6 de Febrero de 2016

lunes, 18 de enero de 2016

¡Malditos nacionalismos!


Por MANUEL VICENT

Cuando muchos hemos nacido en una sociedad en la que se nos enseñaba desde nuestra más tierna infancia, cuando entrábamos a formar parte del sistema de enseñanza del Estado, donde prevalecía aquello del nacionalcatolicismo y del nacionalsindicalismo que preconizaba la patria común de todos los españoles en la que no se ponía nunca el sol, y en la que no se podía poner en cuestión aquello que nos decían los libros, por imposición, de los que habían vencido en una guerra civil que había acabado con la libertad de pensamiento y decisión.

Algunos habíamos nacido en familias que hablaban un idioma diferente del que nos enseñaban en el colegio y padecimos la represión de no poder hablarlo libremente en clase, al tiempo que nos enseñaban a reprimir la necesidad de poder expresarnos con nuestra lengua materna en las clases. Aprendíamos la lengua del imperio y cuando abandonábamos las paredes de la clase, jugábamos con nuestra lengua vernácula, hablábamos de nuestras cosas empleándola aunque era casi cosa de paletos para aquellos que formaban parte del aparato del régimen franquista.

Como muchas otras cosas, por más que intentaran impedirlas, nunca pudieron con ellas.

Ese planteamiento del nacionalismo español fue provocando un sentimiento a favor del aprendizaje y de la enseñanza de nuestra lengua vernácula y acabó consiguiendo lo contrario de lo que pretendía que no era otra cosa que la erradicación de las lenguas propias de los diferentes territorios en favor de la lengua «española», tal como la han llamado.

El error de llamar lengua española a la que se enseñaba de forma oficial en todos los colegios, alimentó el sentimiento de muchos, contrario a lo español, ya que al no ser consideradas sus lenguas como españolas, les excluía a ellos de ser españoles, ya que si su lengua no era española, ellos tampoco lo eran.

Este simple hecho fue bastante para que ese nacionalismo español que se intentaba imponer en las mentes de todos nosotros, nunca llegase a cuajar.

El nacionalismo español

Siempre se nos ha enseñado que todos los que vivíamos en España formábamos parte de una misma nación, hablábamos una misma lengua, teníamos una misma bandera, nos teníamos que emocionar con un mismo himno nacional y formábamos parte de una patria, una sola, que era grande y libre.

Ese ideario se hizo patente en la Constitución de 1978, cuando se dice en el artículo 2: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas».

En su Artículo 3 dice:

«1.- El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

»2.- Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos».

Como podemos ver lo que se nos enseñó durante la dictadura acaba siendo aceptado y ensalzado por la Constitución y convirtiéndose en el ideario del nacionalismo español, si además añadimos la bandera, lo acabaremos de ver claro.

Si la pretensión era asegurar la indisoluble unidad de la nación española, se hubiera podido ser más demócrata y menos nacionalista. ¿Cómo se puede entender que en un país o una nación, donde conviven varias leguas, sólo una de ellas tenga la consideración de deber conocerse para todos los españoles? ¿No hubiera sido más integrador elevar el deber de conocimiento de todas las lenguas que configuran el Estado?

Siendo esto así, la realidad es que en estos momentos tiene una mayor consideración para todos los españoles el inglés o cualquier lengua externa que esté implantada en los estudios obligatorios que las propias lenguas del Estado.

Esto es lo que no facilita la aceptación de la nación española como la patria común e indivisible de todos los españoles y, por más que se imponga pasará lo mismo que pasaba con la dictadura, que no se puede aceptar una patria impuesta que no considera iguales a todos los españoles, tal como se dice en el artículo 1 de la Constitución: «España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político».

No hay igualdad entre los españoles si una de las lenguas regionales se impone sobre las otras que, además, quedan relegadas a sus propias regiones.

Si además de esto se impone a las comunidades con lengua propia qué es lo que pueden hacer o no con ella, es cuando el rechazo a la patria indivisible se hace más patente.

Todo esto propicia el nacimiento de nacionalismos regionales que se sublevan contra las imposiciones del nacionalismo español, y generan sentimientos patrióticos propios, basados, como el español, en la invención de la tradición como proceso de ritualización y formalización de diferentes hechos o leyendas.

Cuando se enfrentan el nacionalismo con Estado propio y el que no tiene Estado, se puede producir una situación en la que el carente de Estado propio quiera obtenerlo y para segregarse puede utilizar diferentes métodos, uno de ellos puede ser una votación para ver si la mayoría de sus ciudadanos quieren separase o no del Estado al que están vinculados. Eso es lo que está pasando en España, los gobernantes catalanes pretenden tener Estado propio y quieren convocar un referéndum para conseguir la separación de España.

La contestación del nacionalismo español es que el artículo 2 de la Constitución lo hace imposible, ya que marca la indisolubilidad de la nación española y, además, el apartado 2 del artículo 1 dice: «La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado».

Según los nacionalistas españoles esto impide que se puedan hacer referéndums que afecten a la integridad nacional en el que sólo puedan decidir una parte de los españoles y, además, atendiendo al principio de igualdad de los españoles, ese referéndum no se puede hacer exclusivo para esa Comunidad.

Defienden que la soberanía nacional reside en todos los españoles y que, sobre este tema, atendiendo al principio de igualdad entre todos, solo se pueden pronunciar todos los españoles.

Así llevamos varios años pero a los que tenemos la soberanía nadie nos pregunta, ni a todos los españoles, ni a unos cuantos: los catalanes. Es como si la soberanía nacional fuese, en exclusiva, de los españoles para votar a unos parlamentarios que tienen secuestrada la soberanía nacional como algo propio de ellos, marginando al resto de los ciudadanos.

Para ellos la modificación de la Constitución en un sentido que pueda favorecer la creación de nuevos Estados, fraccionando el propio, es imposible, no es deseable, la Constitución es inviolable en ese sentido.

Pero no se plantean lo mismo a la hora de modificar la Constitución, con nocturnidad y alevosía, en pleno verano. La reforma constitucional española de 2011 modificó el artículo 135 de la vigente Constitución estableciendo en el texto el concepto de «estabilidad presupuestaria» y que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible. La entrada en vigor de parte del artículo se demora a 2020.

Todos sabían en quién recaía la soberanía nacional pero nadie pasó a referéndum de los españoles esta modificación constitucional que había sido exigida por la Unión Europea.

¿Por qué es modificable la Constitución para las imposiciones exteriores y no para las interiores?

Según Marianico Rajoy lo que más preocupa a los españoles en estos momentos, es «la defensa de la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles, el papel de España en la UE, la consolidación de la recuperación económica y la lucha contra el terrorismo».

Si todo esto que nos plantea el señor Rajoy como preocupante y esencial para los españoles es así, ¿por qué dejan que los mercados financieros, el FMI, el Banco Mundial nos marquen las políticas económicas que hemos de seguir? ¿Por qué dejan que algunos españoles, en los que reside la soberanía y somos todos iguales, puedan ser despojados de su trabajo, su casa, sus recursos, su sanidad, su educación por los intereses de un sistema económico que quiere garantizar el superbienestar de unos pocos? ¿Por qué renuncian a la libertad de su Estado, a la capacidad de legislar sin injerencias exteriores? ¿Por qué se pliegan a las exigencias de las grandes corporaciones multinacionales, sacándoles de sus apuros, pagando sus deudas y cargando estas sobre las espaldas de todos los españoles al convertirlas en deuda pública, cuando son deudas privadas de esas empresas? ¿Por qué no hacen lo mismo con la deuda de todos los españoles que las tienen con los bancos y les dejan caer sin remedio en la más absoluta de las miserias? ¿Por qué venden los bienes y servicios de esa patria, que tanto defienden, a los intereses económicos privados, en muchos casos extranjeros o multinacionales, para que los exploten y nos los hagan inalcanzables? ¿Por qué defienden una globalización económica mundial neoliberal, cuya única pretensión es acabar con las economías locales, nacionales y, al mismo tiempo, con ese Estado que es inviolable para ustedes?

Los nacionalismos sin Estado propio

Su pretensión es conseguir un Estado propio y para ello necesitan, una lengua, una bandera, un himno y un territorio sobre el que ejercer el poder.

En definitiva es lo mismo que nos han enseñado los Estados-Nación ya existentes.

Si nos centramos en lo que está pasando en Cataluña podremos ver que las diferencias ideológicas, entre unos y otros, no son tales.

En Cataluña los miembros de la extinta Convergencia i Unió son defensores de la misma economía neoliberal, no quieren formar parte del Estado español y quieren crear un Estado propio que con las políticas neoliberales y de la Unión Europea no tiene ningún sentido.

En Cataluña durante sus etapas de gobierno han puesto en marcha las mismas políticas que nos llevan a realizar las preguntas que acabamos de realizar para el Estado español.

La única problemática actual para ellos y para los que se les coaligan, agrupan o apoyan es la de tener un Estado «independiente».

¿Independiente de quién? ¿De España? ¿De la economía? ¿De las Unión Europea? ¿De la globalización económica mundial? ¿De las corporaciones multinacionales? ¿De los bancos?

Para unos de los que apoyan el proceso de segregación, tener un Estado y una república catalana es algo imprescindible, por encima del bienestar del pueblo, ya que no cuestionan el actual sistema mundial, mientras ellos tengan su pequeño feudo de poder.

Para otros que son antisistema y anticapitalistas les provoca un grave problema decidir qué es antes, la independencia o la economía, les crea verdaderos problemas saber si deben elevar a la Presidencia de una república catalana a quién ha fomentado la corrupción y la expropiación de ese pueblo que «defienden» para tener un Estado propio.

La verdad es que es bastante contradictorio ser antisistema y participar en el sistema electoral promovido por la democracia liberal española o catalana. Si uno es antisistema debe serlo negándose a participar en el mismo, si participa deja de ser antisistema y se convierte en un instrumento más del sistema para mantener engañada a la población.

A estos antisistema se les ha llamado herederos de la tradición anarquista catalana, una gran mentira que está siendo difundida por los medios de comunicación social del nacionalismo español para cuestionar la credibilidad de los independentistas catalanes. Es una gran mentira, llena de falsedades, ya que si fueran anarquistas nunca se hubiesen presentado a unas elecciones, ni se prestarían a mantener el sistema político liberal imperante. El anarquismo no juega a todo eso, su pretensión es acabar con los Estados y con el poder.

Los medios de comunicación, cuando ven un atisbo de democracia diferente al que están acostumbrados, dentro de las formaciones políticas, no saben cómo calificarlo y, como los anarquistas siempre han defendido las asambleas como órganos de decisión de la población, cuando ven una decisión que se toma de forma asamblearia la convierten en anarquismo. Eso, señores, es falsificar la historia, es mentir y es tener engañada y desinformada a esa población a la que dirigen sus comentarios.

En definitiva, para todos ellos la independencia es la solución a todos los problemas que tiene la población de su zona de influencia, como si tener un poder propio les liberase de los poderes mundiales que son los que están dominando a todos los países del mundo.

No les falta razón cuando hablan del derecho a decidir como cada pueblo quiere organizarse, eso es deseable, pero no hablan que aunque puedan decidir sobre si seguir o no en un Estado como España, ello no les va a permitir organizarse como quieran ya que la soberanía de los Estados, en la actualidad, depende de lo que quieran hacer con ella las grandes corporaciones industriales, financieras y comerciales multinacionales; todas ellas han decidido, desde hace unos años, que los Estados-Nación no sirven para nada, no les sirven para sus propios intereses y hay que acabar con ellos de iure aunque no lo hagan de facto. Los Estados nacionales son una ilusión de independencia para que creamos que tenemos algún poder de decisión, son la niebla, el humo, que no nos deja ver el bosque.

Por la libre unión de los pueblos

Desde el anarquismo siempre se ha defendido la libre unión de las personas y los pueblos en una federación que desde la comuna o el municipio pueda llegar a ser universal.

El planteamiento del anarquismo parte de denostar el nacionalismo, sin calificarlo como de izquierdas o de derechas, ya que es una forma de separar y desunir a la humanidad. El nacionalismo es una creación, una invención de los poderosos, en un momento concreto de la historia de la humanidad, para controlar y dominar a la población.

Mantener a las personas unidas por mitos, por leyendas, por banderas, por himnos, por hablas comunes, por la riqueza de sus tierras; es un engaño que utilizan, para mantener sus posiciones dominantes, los ricos, los poderosos, los gobernantes...

Todos hemos sido testigos, en algún momento de nuestras vidas, de las guerras generadas por el virus nacionalista, inoculado por aquellos que pretenden dominar a otros o distinguirse de otros, con la excusa de ser peores que ellos, de ser inferiores o por no tener el mismo color de piel. Históricamente recordamos el nazismo como la más perversa especie de virus del nacionalismo racista y antihumano, pero no podemos obviar otros nacionalismos, propiciados y alentados por los intereses nacionales de sus vecinos, como fue la guerra de los Balcanes en los años 90 del siglo XX y las matanzas a las que dio lugar. Podríamos eternizarnos poniendo ejemplos pero creo que no es necesario.

El problema, en la actualidad, es que los grandes poderes económicos multinacionales, desde finales del siglo XX, han optado por una política económica de globalización mundial y necesitan tranquilidad para poder alcanzar sus objetivos de dominación total de la humanidad. Esta tranquilidad para poder expandir sus sistema la obtienen mediante medidas de distracción que en unas partes del planeta se presentan en forma de guerras por cambios de sistemas políticos; de guerras supuestamente religiosas; de guerras territoriales, etc.; en otras partes se plantean conflictos por conseguir nuevos Estados-Nación (nacionalismos); en muchos países se están planteando enfrentamientos de género; en otros se plantean enfrentamientos entre extranjeros y nacionales; en casi todos se plantean luchas por el trabajo ya que se ha convertido en algo escaso por el avance tecnológico, etc.

Todo esto trae como consecuencia: la inmigración de personas que quieren vivir en zonas donde puedan salir de la pobreza extrema a la que son sometidos; los refugiados que huyen de las guerras de exterminio que hay en sus países; las personas sin vivienda; las que no pueden pagar la atención sanitaria; los niños que no pueden comer diariamente; los que no pueden pagar sus estudios; los que no pueden calentarse en invierno; los que no pueden tener agua diariamente, etc.

Mientras tanto los grandes accionistas, los especuladores, cada día son más ricos.

Estamos siendo víctimas de la propaganda dirigida por esas empresas multinacionales que mediante la economía globalizada, la desregularización mercantil, están consiguiendo que los países, que los gobiernos, que los parlamentos no sirvan para nada ya que son ellos, a través organismos económicos mundiales (FMI, Banco Mundial), quienes controlan la legislación y las decisiones que han de tomarse en cada país.

En esta coyuntura hablar de la creación de nuevos Estados es marear la perdiz y evitar que los hombres y mujeres trabajadoras nos unamos para luchar contra los verdaderos poderes que nos están esclavizando. Si no somos capaces de rebelarnos contra la globalización económica que se nos ha impuesto, nunca podremos ser libres, ni tener poder de decisión, nos limitaremos a ser mercancía en manos de estas grandes corporaciones para ser utilizados a su antojo.

No es posible que seamos tan ingenuos y que sigamos creyendo que los Estados nacionales o supranacionales nos van a sacar de esta situación, ya que quienes participan en el sistema democrático impulsado por el neoliberalismo son cómplices, por acción o por inacción, de toda la desregularización que ha supuesto y que está suponiendo la globalización económica mundial.

Mientras los explotados del mundo no seamos capaces de unirnos contra los que nos explotan, tenemos la batalla perdida; para liberarnos no nos sirven nuevos Estados, nuevos gobiernos, nuevos partidos o nuevas religiones, ya que todos ellos son cómplices o títeres de esas grandes corporaciones.

Somos personas, miembros de la familia humana y nuestra patria es el mundo (la única en la que no se pone el sol), en estos momentos no hay otra patria, conocida, más grande, más rica, ni más poderosa. De nosotros depende que seamos capaces de hacerlo realidad y liberarnos del poder, el control y el asesinato programado, sean estos nacionales o supranacionales.

Por la anarquía…

Nº 330, enero 2016