Jacinto Toryho, miembro de CNT y de la FAI y director de Solidaridad Obrera de 1937 a 1939, testigo del fracaso del golpe militar del 36 en Barcelona y de la llamada Revolución Española, denunció explícitamente en su libro Del triunfo a la derrota (Argos Vergara, 1977) cómo las gastaba el separatismo catalán cuando no conseguía llevar a su redil al movimiento obrero. Hoy es preciso rescatar esa parte de la historia que los falsarios del «nacionalismo de izquierda» (últimamente bajo los ropajes del «¿anarco?independentismo») ponen tanto empeño en que olvidemos. Cuando Torhyo toca el tema de la proclamación del frustrado Estat Catalá, que coincidió y no por casualidad con el levantamiento proletario en Asturias en Octubre del 34, opina lo siguiente:
«Simultáneamente a la tragedia asturiana se produjo la tragicomedia de Cataluña. Aquélla fue un conato de auténtica revolución, mientras que ésta no pasó de mísera caricatura, bufonada que anegó en ridiculez a sus promotores. /.../
Los inspiradores, organizadores y directores de la ‘epopeya’ fueron dos alienados que se adueñaron de los resortes del Poder con la complacencia y la colaboración de varios cultores de la hipocresía en sus innumerables matices /.../ Al aludir a los inspiradores, organizadores y directores me refiero a José Dencás Puigdollers, consejero de Gobernanción, jefe de los servicios de Orden Público, también separatista y jefe de los ‘escamots’, grupos armados a los que imprimieron una tónica mussolinesca. Dencás era un separatista que odiaba a España con fervor satánico. Poseía todos los rasgos que el psiquiatra halla en el paranoico. Con anterioridad a la República había militado en la Lliga [Regionalista, de fuerte tendencia derechista]. Luego se pasó a la Esquerra y Estat Catalá. Siendo diputado de las Cortes Constituyentes, su pueril fervor antihispánico le llevó a desgarrar con una hoja de afeitar los escudos de la República Española que había grabado en los pupitres de los escaños correspondiente a Esquerra Catalana. Antes de la ‘proeza’ de octubre, los ‘escamots’, capitaneados por Badía, practicaban el deporte de apalear obreros a los que previamente secuestraban para someterlos a torturas diversas, por la más férrea negativa de éstos al menor con tacto con ellos. Porque los trabajadores de Cataluña, originarios de tierra catalana o de otros puntos de la Península, jamás tuvieron nada en común con los catalanistas de la derecha (la Lliga), ni con los de la izquierda (la Esquerra), quienes en lo social no eran fracciones diferentes, sino dos expresiones reaccionarias a las que solamente separaba un matiz partidista electorero. /.../
La insurrección de Cataluña tuvo una nota original: comenzó con una huelga general impuesta por el Gobierno contra la voluntad de los obreros que se negaron a hacer el juego a los innovadores. Pues tratábase de una innovación singularísima, ya que por primera vez en la Historia la huelga general la organizaba y dirigía el Poder público. Los ‘escamots’ de Dencás y Badía, armados hasta los dientes, los días 5 y 6 impusieron el cierre de fábricas, oficinas, bancos, tiendas, talleres. Mas no habían contado con la ‘huéspeda’: los trabajadores se negaban a complacerlos. En algunas fábricas cedían momentáneamente ante las armas exhibidas por los representantes de la coacción oficial, mas apenas éstos se alejaban, volvían al trabajo con más ahínco. Los medios de de transporte fueron paralizados merced a la elocuencia de las ametralladoras de que hacían alarde los hombres de Badía. /.../
En el feudo de Dencás /.../ se halló un montón de cenizas de papeles y documentos incinerados antes de escapar [tras el fracaso del golpe de estado secesionista], pero encontróse sin haber sido pasto de las llamas la lista firmada por Miguel Badía con los nombres de las personas que deberían ser fusiladas al día siguiente del triunfo allí donde se las encontrara y sin formación de causa. La mayoría de esos nombres eran militantes de la FAI y de la CNT. /.../
Acerca del ‘generalísimo’ de la insurrección separatista [Dencás] y de la Esquerra que la impulsó, escribió, en 1935, Joaquín Maurín [ex-secretario general de la CNT que se pasó a la facción antiestalisnista del marxismo], líder del Bloque Obrero y Campesino: /.../ "Dencás, jefe de la fracción de ‘Estat Catalá’, turbio en sus propósitos, no podía ocultar sus intenciones deliberadamente fascistas. Todo su trabajo de organización y toda su actividad política tendían hacia un objetivo final: un fascismo catalán. Su declaración de guerra a los anarcosindicalistas, sus ‘escamots’ de camisas verdes regimentadas, todo eso tenía un denominador común: el nacional socialismo catalán"».
¿Qué el nacionalismo español es fascista y los pequeños nacionalismos como el catalán, el vasco o el gallego son de izquierda? Nada más lejos de la realidad: los hechos del pasado parecen echar por tierra ese mito de la «izquierda» posmoderna.
El llamado «¿anarco?independentismo», me da la sospecha que es el moderno «Caballo de Troya» infiltrado en el seno del Movimiento Libertario, por los nacionalismos y similares corrientes identitarias de base étnica.
ResponderEliminarSoy Toni.
ResponderEliminarLos nacionalistas haciendo de nacionalistas, mismo perro con distinto collar. Respecto al anarcoindependentismo, ciertamente es sospechosa esa separación como rama aparte del anarquismo, cuando el anarquismo ya lucha por la liberación de todas las culturas y pueblos. Tampoco estoy muy metido en esos ambientes para opinar, pero quizás el mayor problema del anarcoindependentismo sea su nombre. Pero repito, hablo sin saber mucho del tema.
Un saludo compañeros.
Si el 6 de octubre en Cataluña no pasó de ser una mísera caricatura fue por la negativa de la dirección de la CNT catalana a entrar en la Alianza Obrera, buena parte de la culpa, sin duda, la tuvo la política represiva de Dencàs y su brazo ejecutor, Miquel Badia, pero también las peleas constantes y los resentimientos personales entre las organizaciones obreras y el dogmatismo de unos y otros.
ResponderEliminarSin la participación del grueso de la CNT la Alianza Obrera era débil y sólo podia tener el apoyo, condicionado, de la Generalitat y los "escamots", y ni la Generalitat (que, además, era una olla de grillos) estaba para armar obreros, ni los "escamots", aparte de las desavenencias,estaban lo bastante preparados, el fracaso era evidente, En algunos sitios de Cataluña, por cierto, participó la CNT, pero ,evidentemente, la base de la CNT era Barcelona.
"¿Que el nacionalismo español es fascista y los pequeños nacionalismos como el catalán, el vasco o el gallego son de izquierda?"
Evidentemente que hay nacionalismo catalán, vasco y gallego de derechas, cosa que no quiere decir que todos lo sean, pero no creo que se pueda equiparar con tanta facilidad nacionalismo español con nacionalismo catalán, vasco o gallego, todos, como ideologias que son, pueden degenerar, pero no es lo mismo, a mi modo de ver, el nacionalista que pide la sumisión de otras naciones a la suya (sean reconocidas o no como tales), que el nacionalista que quiere romper con esta sumisión.
Lo que no entiendo es eso de que un nacionalista pida liberación para su nación, sin saber lo que se supone que es eso de una nación. Que se diga algo sobre que unas naciones dominen a otras... Pero, ¿qué es una nación?
ResponderEliminarEl problema de ese nacionalismo denominado de izquierdas es que solamente está haciendo el juego a ese otro nacionalismo denominado de derechas, para crear su propio estado: «Unos agitan el árbol y otros recogen el fruto».
Y muy en consonancia con esta entrada, en contra del nacionalismo catalán y su incompatibilidad con el anarquismo, lo tenemos en estas otras entradas que se pusieron antaño:
ResponderEliminar«Catalanistas contra libertarios», de José Peirats.
«Sobre el catalanismo», de Anselmo Lorenzo.
«Los enemigos del proletariado catalán», de Juan García Oliver
Qué casualidad que las zonas más nacionalistas/separatistas sean las más ricas, donde está la burguesía más poderosa, la que lleva las riendas de la economía del país: la catalana (la Caixa, Banco Sabadell), la vasca (BBVA), gallega y asturiana (industria alimentaria), las mismas burguesías que exprimieron la teta del Imperio Español en su última época. Y luego estos nacionalistas hacen intolerables comparaciones entre sus respectivos feudos y los países Tercer Mundo en lucha contra la explotación colonial. Qué sangrante ironía cuando, sin ir más lejos, la burguesía catalana (Mediapro, Banco Sabadell) ha colaborado con la podrida monarquía de Qatar para masacrar Libia:
ResponderEliminarhttp://vorticeinmediaista.blogspot.com/2011/09/los-vinculos-entre-el-diario-publico.html
Mirad quiénes van a hablar de "imperialismo" y de "racismo" (los que hace un siglo estaban midiendo cráneos para saber si un individuo era de pura raza catalana o un mestizo "español" hijo de moro, judío o gitano). Y para más inri, dicen que no son nacionalistas sino independentistas. Pero ¿qué tomadura de pelo es ésta? SER INDEPENDENTISTA PRESUPONE NECESARIAMENTE SER NACIONALISTA. Ya basta de torpedear la lógica más elemental y de dar patadas al diccionario. El que ni habla ni razona de manera clara algo tiene que ocultar.
He caido sobre este articulo un pco tarde, y fue por casualidad documentándome para un articulo, y tengo que decir que me ha encantado. Este debate, denuevo punto de discordia en la actualidad, al fin y al cabo no es mas que una carta que se saca con motivos políticos y económicos. Este artículo cita otro ejemplo mas de los orígenes de este supuesto "nacionalismo-independentismo", que desde mi punto de vista, es solo otra maniobra de una burguesía que utiliza la ignorancia de pretendidos izquierdistas y borregos para alimentar el ruido de un discurso vacío de contenido.
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