Y sigo cuestionando y criticando a Félix Rodrigo Mora, y a sus serviles acólitos, esta vez con el tema del anticlericalismo. Nos da a entender que el anticlericalismo es de origen burgués, y que fue impuesto al pueblo, a las clases trabajadoras, para mejor dominarlas y explotarlas dentro del capitalismo. Como si el anticlericalismo surgiese en el siglo XIX, o, poco antes, con los ilustrados del XVIII. Seguro que nunca habrá oído hablar de la Reforma protestante, que además de antipapista, era anticlerical. O de El libro del buen amor del Arcipreste de Hita, del siglo XIV, o El Lazarillo de Tormes, del siglo XVI, donde también hay críticas al clero católico y sus excesos. El historiador, y también sacerdote, Juan María Laboa, en un número para Cuadernos Historia 16, el 220, titulado «La Iglesia y la II República» nos cuenta que el anticlericalismo español tenía dos variantes, una la elitista (a la que se refiere Rodrigo Mora) y otra más popular, que poco tiene que ver con la anterior, del que os pongo unos extractos:
En efecto, desde comienzos del siglo XIX pasado el sentimiento anticlerical fue extendiéndose e impregnando las diversas capas de nuestra sociedad. Este anticlericalismo fue nutriéndose de diversas fuentes, y ha ido manifestándose con virulencia, de palabra y obra, hasta nuestros días, pero sobre todo hasta el final de la Guerra Civil.
A partir del Diccionario crítico-burlesco, editado durante las Cortes de Cádiz, la vena literaria y política anticlerical no ha dejado de exteriorizarse en España. La represión de Fernando VII alimentó su radicalización, el Trienio Constitucional le ofreció amplio cauce, las diversas vicisitudes políticas decimonónicas ayudaron a mantenerla o aumentarla, la Revolución de 1868 constituyó un escaparate nacional de su variedad y de su fuerza, y a lo largo de la Restauración el Partido Liberal se alimentó en gran parte de una política anticlerical, a menudo más de palabra que de hechos, pero siempre eficaz. El número de periódicos y revistas caracterizados por su talante rabiosamente anticlerical era abundante y su influjo fue importante y duradero. La capacidad de la gente de creer cualquier clase de bulos anticlericales, por inverosímiles que fuesen, resultó sorprendente. En 1834 se propaló la especie de que los frailes habían envenenado las fuentes, y cien años más tarde se habló de caramelos envenenados por religiosas. En 1936 en ambientes de la izquierda se dijo y se creyó que los conventos de religiosos y las torres de las iglesias encerraban armas, generosamente utilizadas por los frailes y curas contra los obreros y republicanos en general.
Existía, ciertamente, un rechazo intelectual. Es verdad que en todos los países católicos, la herencia de la Ilustración iba acompañada de una oposición frontal entre la Iglesia y una parte de la nueva cultura que se presentaba agresiva, renovadora y creativa, pero en la mayoría de estos países el catolicismo ofrecía a su vez una amplia gama de manifestaciones, desde las más conservadoras hasta las llamadas católico-liberales, es decir, más abiertas y dialogantes. En España, por el contrario, el talante cultural católico se ha manifestado el siglo previo a la República monolíticamente conservador y cerrado, sin ninguna posibilidad de diálogo con las corrientes más liberales.
La Generación del 98 inculpó al catolicismo de la decadencia española. Laín Entralgo habla de la común e individual disidencia del catolicismo ortodoxo de todos ellos [1]. La Institución Libre de Enseñanza, por su parte, que consiguió, en alguna medida, despertar de su modorra a una cultura demasiado convencional y conformista chocó desde el primer momento con la Iglesia. Se ha escrito que en cierto sentido, el Krausismo representa la verdadera incorporación de los presupuestos ideológicos de la Ilustración en nuestro panorama cultural y social [2], y se conoce suficientemente el talante y la postura que la Institución tenía ante la Iglesia católica española. Los institucionistas Azaña, Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos, Álvaro de Albornoz y tantos otros buscaban y querían una república laica y racional, moderada, culta y feliz, en la cual la Iglesia de puro redimensionada quedaba absolutamente marginada.
A partir del Diccionario crítico-burlesco, editado durante las Cortes de Cádiz, la vena literaria y política anticlerical no ha dejado de exteriorizarse en España. La represión de Fernando VII alimentó su radicalización, el Trienio Constitucional le ofreció amplio cauce, las diversas vicisitudes políticas decimonónicas ayudaron a mantenerla o aumentarla, la Revolución de 1868 constituyó un escaparate nacional de su variedad y de su fuerza, y a lo largo de la Restauración el Partido Liberal se alimentó en gran parte de una política anticlerical, a menudo más de palabra que de hechos, pero siempre eficaz. El número de periódicos y revistas caracterizados por su talante rabiosamente anticlerical era abundante y su influjo fue importante y duradero. La capacidad de la gente de creer cualquier clase de bulos anticlericales, por inverosímiles que fuesen, resultó sorprendente. En 1834 se propaló la especie de que los frailes habían envenenado las fuentes, y cien años más tarde se habló de caramelos envenenados por religiosas. En 1936 en ambientes de la izquierda se dijo y se creyó que los conventos de religiosos y las torres de las iglesias encerraban armas, generosamente utilizadas por los frailes y curas contra los obreros y republicanos en general.
Existía, ciertamente, un rechazo intelectual. Es verdad que en todos los países católicos, la herencia de la Ilustración iba acompañada de una oposición frontal entre la Iglesia y una parte de la nueva cultura que se presentaba agresiva, renovadora y creativa, pero en la mayoría de estos países el catolicismo ofrecía a su vez una amplia gama de manifestaciones, desde las más conservadoras hasta las llamadas católico-liberales, es decir, más abiertas y dialogantes. En España, por el contrario, el talante cultural católico se ha manifestado el siglo previo a la República monolíticamente conservador y cerrado, sin ninguna posibilidad de diálogo con las corrientes más liberales.
La Generación del 98 inculpó al catolicismo de la decadencia española. Laín Entralgo habla de la común e individual disidencia del catolicismo ortodoxo de todos ellos [1]. La Institución Libre de Enseñanza, por su parte, que consiguió, en alguna medida, despertar de su modorra a una cultura demasiado convencional y conformista chocó desde el primer momento con la Iglesia. Se ha escrito que en cierto sentido, el Krausismo representa la verdadera incorporación de los presupuestos ideológicos de la Ilustración en nuestro panorama cultural y social [2], y se conoce suficientemente el talante y la postura que la Institución tenía ante la Iglesia católica española. Los institucionistas Azaña, Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos, Álvaro de Albornoz y tantos otros buscaban y querían una república laica y racional, moderada, culta y feliz, en la cual la Iglesia de puro redimensionada quedaba absolutamente marginada.
Para Azaña la España católica ya no existía: la Iglesia ya no era motor e impulsor de la nación: su influjo era retardatario, un freno para el progreso, que no admitía el empuje liberal que arrastraba España desde el siglo XIX, ni admitía disidencias en el pensamiento ni pulcritud moral fuera de sus fronteras… Mi anticlericalismo, recalca, no es odio teológico, es una actitud de la razón. Con él estarían de acuerdo buena parte de los intelectuales del momento, quienes consideraban que el catolicismo era el principal responsable del escaso desarrollo político, económico, científico e intelectual del país. La Iglesia, para ellos, significaba inmovilismo.
Para los anarquistas, la religión tradicional constituía una barrera tan importante como el capitalismo, en su marcha hacia una nueva moral y una nueva cultura. Hicieron, pues, del anticlericalismo el frontispicio indispensable de la revolución, mientras que los socialistas lo veían como un factor concomitante natural, que no exigía tanta atención.
En los textos anarquistas no sólo aparece la Iglesia formando con el Estado y el Capital la maligna trilogía de dominadores, sino que, alguna vez, adquiere la importancia que se la describe como la verdadera clave de toda dominación. Puede asegurarse, teniendo en cuenta la poderosa influencia que siempre ha ejercido la gente negra, que la causa principal de toda guerra es una maniobra clerical [3].
Los anarquistas integraba la propaganda antirreligiosa en el primer plano de su activismo político: a Dios hay que matarlo en la imaginación, escribía M. Lores [4]. Los best-sellers del anarquismo español fueron los escritos en los que se atacaba a la religión, superando las Doce pruebas de la inexistencia de Dios, de Sebastián Faure, todos los récords en cuanto a cifras de tirada: la edición de 1917 alcanzó 600.000 ejemplares.
El anticlericalismo anarquista tuvo un carácter obsesivo y virulento. Gerald Brenan llega a decir que el anarquismo era la Reforma protestante española, Álvarez Junco que en esa función moral, en esa, si se nos permite la expresión, «competición por la clientela», residía el secreto de la implacable pugna anticlerical del anarquismo [5].
Otro tanto debemos afirmar de cuanto los socialistas pensaban y defendían a propósito de la Iglesia. El anticlericalismo primitivo de Prieto, el talante revolucionario de Largo Caballero y de otros exponentes destacados no proclamaban, ciertamente, la aniquilación del catolicismo, pero expresaban con claridad su rechazo de cuanto tuviere algo que ver con la Iglesia. Por otra parte, no cabe duda, de que el anticlericalismo constituía un ingrediente decisivo de la mayoría de los partidos republicanos [6]. La intensificación de la política anticlerical de los socialistas fue en gran medida consecuencia, según Payne, de la dictadura, que parecía demostrar que el papel de la Iglesia en el sistema capitalista era mayor que el que los marxistas españoles le habían atribuido. Siguió asimismo la expansión del Partido Socialista y de los sindicatos afectos a él en organizaciones mucho más amplias, en las que entraron partidarios más heterogéneos y también analfabetos, entre los cuales el anticlericalismo radical era popular. Agréguese a esto la reanudación de la propaganda anticlerical después de 1930, que por sí sola explica en parte el creciente odio [7]. Pocas semanas después de la victoria del Frente Popular declaraba Álvarez Vayo, quien llegaría a ser ministro de Estado durante la guerra, que durante las primeras semanas el Gobierno ha procedido con lentitud, por lo que ha sido necesario quemar «La Nación» y alguna iglesia de Madrid para acelerar el ritmo hacia el cumplimiento del pacto electoral.
En realidad, muchos españoles estaban de acuerdo con Unamuno cuando escribía que para el pueblo español ser católico se reduce a ser bautizado, a casarse por la Iglesia y ser enterrado religiosamente (…). Este pueblo no profesa ya la fe católica (…) practican no en virtud de sentimiento religioso, sino de resentimientos políticos (…). Para ellos, la religión no es algo para consolar al pueblo (…) sino aquello que dicen ser un freno para contener las masas, un método para conservar el orden de sus negocios [8].
Obviamente, en esta época y en algunos ambientes, el anticlericalismo estaba relacionado con un desconocimiento de la doctrina y con una falta de práctica sorprendente y escandalosa en un país que se consideraba católico en su inmensa mayoría. En uno de los escasos, si no único, libro dedicado a lo que podría ser considerado sociología religiosa, el P. Peiró refiere que en Madrid, en la parroquia de San Ramón de Vallecas, de 80.000 almas, el 7 por 100 cumple con el precepto de oír misa (en este porcentaje se cuentan 3.000 niños); el 6 por 100 cumple con Pascua; el 10 por 100 muere sin sacramentos; el 25 por 100 no se bautiza; el 40 por 100 de los que se casan no saben el Padrenuestro y el 90 por 100 de los niños que asisten a las escuelas parroquiales, pasada la edad escolar, ni confiesan ni van a misa. Evidentemente, ésta no era la media española, pero no deja de ser significativo [9], sobre todo porque estos números y porcentajes podían repetirse en otras ciudades y en otras regiones.
Para Peiró, la clase trabajadora había apostatado de la religión. Las otras clases, por influencia del ambiente, por atavismo, por interés, se conservaban fieles a la religión. Es decir, de alguna manera, según esta interpretación, la religión se habría convertido en cuestión de clases. Y, así, los obreros consideraban que pertenecía a las clases burguesas, odiándola con el mismo sentimiento que tenían hacia esas clases reputadas como enemigas.
La virulencia mortal del anticlericalismo español se derivaba, pues, de su dimensión dual: el anticlericalismo cultural y político de los republicanos o de izquierdas, pertenecientes en su mayoría a la clase media, y el total anticlericalismo de los movimientos revolucionarios de masas.
Juan María Laboa
(Sacerdote e Historiador. Universidad de Comillas)
(Sacerdote e Historiador. Universidad de Comillas)
[1] P. Laín Entralgo, España como problema, Madrid, 1962, p. 424.
[2] José L. Abellán, Historia crítica del pensamiento español, vol. I, Madrid, 1984, p. 436.
[3] José Álvarez Junco, La ideología política del anarquismo español, 1868-1910, Madrid, 1976, p. 211.
[4] M. Lores, Creencia y Ciencia, La Coruña, 1905, p. 13.
[5] José Álvarez Junco, op. cit. p. 214. Las siguientes líneas de su revista El Chornaler sintetizan todo lo que el clericalismo representa para la mente libertaria: ¡Guerra al fanatismo! ¡Guerra a la farsa! ¡Guerra a las mentiras! ¡Guerra al pillaje y a la ignorancia! (…) ¡Guerra a ese ejército infame y superfluo que es la discordia del género humano y el origen de todos los males! ¡Guerra a los embusteros que dicen «el quinto, no matar», y han asesinado a sus hermanos indefensos! ¡Guerra a la barbarie! ¡Guerra a los enemigos del progreso, de la luz y de la Ilustración! ¡Guerra a la burguesía de sotana! (El Chornaler, nº 20).
[6] E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en al España del siglo XX, Barcelona, 1972.
[7] Stanley G. Payne, El catolicismo español, Barcelona, 1984, pp. 192-193.
[8] A. Jutglar, Ideologías y clases en la España contemporánea, II (1874-1931), Madrid, 1969, p. 158.
[9] P. Peiró, El problema religioso-social de España, Madrid, 1935.
El anticlericalismo que critica Félix es aquel que sirve para ocultar otros sistemas de dominación más perfectos, y, por tanto, más liberticidas que la propia Iglesia. El resto de anticlericalismos, o bien no los menciona o lo hace con otros calificativos. Teniendo esto claro (cosa fácilmente comprobable leyendo los textos de Félix con la mente libre de "aditivos", cosa que los contribuyentes de este blog no hacen o no pueden hacer) es bastante fácil entender que aquel anticlericalismo popular que consideraba a la Iglesia como un poder ilegítimo, es apoyado por Félix; cosa que hace, de forma explícita o implícita, en mil y una ocasiones en todos sus textos. E igualmente es constatable que Félix rechaza abiertamente ese otro anticlericalismo burgúes y de izquierdas que sólo tiene como intención legitimar otros tipos de poder ilegítimo (los suyos propios).
ResponderEliminarDicho lo cual, la crítica que se le podría y se le debe hacer a Félix es que no haya especificado más si cabe todos estos aspectos. Pero de ahí a recurrir a la insalubre (y, por cierto, a la vista está que inoperante) manipulación de su ideario, pues va un trecho.
Tu amo dice otra cosa, no distorsiones hasta sus propias palabras. Dice que el anticlericalismo fue burgués y fue para dominar a las clases populares. No cambies ahora tú las palabras de tu amo.
EliminarLa opresión ejercida por la burguesía comparada con la que ejercía el clero es una broma. El clero mantuvo en la "idílica" Edad Media al pueblo llano en el analfabetismo, lo quemó en la hoguera de la Inquisición, lo enfrentó en guerras de religión, obstaculizó el libre pensamiento y los avances técnicos y científicos... Las revoluciones burguesas, en las que participaron en masa las clases populares (sin éstas nunca habrían triunfado) fueron un gran paso adelante en el proceso de conquista de las libertades. Los liberales acabaron con la dictadura clerical, impulsaron sociedades laicas, abolieron la Inquisición y gracias a todo ello se pudo desarrollar el socialismo (en su rama marxista o anarquista). Nunca como ahora el ciudadano de a pie ha tenido más acceso al conocimiento, al arte, al libre pensamiento, a la sanidad, a la educación... Decir que ahora estamos más oprimidos que nunca es pintar el mundo al revés. El problema es que el liberalismo ha degenerado en capitalismo y la burguesía se ha convertido en una clase parasitaria: ya no es capaz de crear nada innovador, sólo crea usura a través de sus bancos, y ya va siendo hora, como decía Marx, de mandarla al basurero de la historia.
ResponderEliminarLos anarquistas, que somos herederos de la facción más revolucionaria de la Ilustración (no de toda la Ilustración, pues la Ilustración es en realidad pensamiento burgués), queremos mantener de este sistema un montón de aspectos positivos como el acceso a la sanidad, educación, cultura, tecnología, etc. pero queremos deshacernos de lo injusto, caduco e inoperante (las desigualdades, las guerras, las hambrunas, el subdesarrollo, el enchufismo, el caciquismo, el borreguismo, el consumismo descerebrado, la falta de espíritu crítico, etc.) En realidad no somos "nihilistas", los nihilistas son más bien gente como Félix Rodrigo Mora y sus seguidores con su ridícula pretensión de volver a un pasado ideal que nunca existió, arramblando para ello con todos los avances sociales que han costado muchos muertos al Movimiento Obrero. Éste habrá perdido muchas batallas pero no la guerra: todos los imperios acaban cayendo... El de la burguesía también caerá. El pensamiento "proletarista" (como lo llaman Mora y los suyos) no ha muerto: una manifestación de más de 40.000 personas en mi ciudad contra los recortes sociales lo demostró con creces el pasado 29 de marzo. Lo que está muerto y enterrado es el tardorromanticismo rancio que idealiza épocas remotas y que en el siglo pasado acabó en el baño de sangre del nazismo. Ahora se ha vuelto a poner de moda entre una izquierda que no sabe ni dónde tiene la nariz pero personalmente no le doy mucho tiempo de vida, no en una época tan dura como la que estamos empezando a vivir. Es un buen intento por parte del sistema para desmovilizar a la gente... pero se va a quedar en eso, en "intento". Y si no al tiempo.
¡Alex! Parece que usted todavía no entiende el significado de la palabra «anticlericalismo», que no es la misma que «antirreligiosidad» o «anticristianismo». ¿A ver cuando aprende usted a liberarse de los preceptos de otra persona que no es usted?, y tiene los suyos. Que parece un «lorito» del FRM. ¡Un poco de criterio personal, y menos servilismo seguidista! A los maestros también hay que saberlos mandar a la mierda. Que pareces un esclavo de los dictámenes y desvaríos de tu amo.
ResponderEliminar1- Las minorías poderhabientes tienen ahora más poder que jamás en la historia; esto es un HECHO.
ResponderEliminar2- La tecnología ha crecido según las necesidades de esas minorías. Otro HECHO.
3- Que no hay nada totalmente negativo ni totalmente positivo, es otro HECHO. Por ello, se deberá salvar lo salvable de la tecnología, de los derechos y libertades, del acceso al conocimiento, etc. (que es bastante poco).
4- Hoy, en pleno siglo XXI, sigue habiendo gente que vive en el campo, en zonas rurales de montaña, al margen de la modernidad y de la Iglesia. Por tanto, es obvio que hace muchos siglos la gente del mundo rural vivía mucho más al margen que ahora de todo lo que se cocía en las urbes (porque es en las urbes donde se han gestado todos los sistemas de dominación).
5- No he leído ni escuchado a Félix jamás pretender volver a ningún pasado; más bien dice que hay que aprender del pasado, sobre todo de los errores, cosa que el anarquismo no hace.
6- Compruebo, no si dolor, que el anarquismo suscribe el 99% de la historia el ideario estatófilo oficial; es decir la historia y el ideario que nos han contando y nos cuenta ese 99% de historiadores burgueses (y anarquistas) al servicio del poder y de sí mismos, y suspuestamente enfrentados entre sí.
7- El anarquismo está como está (objeto decorativo) precisamente por mimetizarse tanto con el orden establecido. La gente no quiere nada de sucedáneos: con el original tienen suficiente.
8- Ahora sigan ustedes con su obsoleto, mil veces derrotado y ampliamente superado discurso (derrotado y superado por los supuestos rivales que supuestamente dicen ustedes combatir).
¿A quién le molesta los avances científicos? ¿A quién le molesta la II República? ¿A quién le molesta Darwin? ¿A quién le molesta el "proletarismo"? A la Iglesia. A la Iglesia. A la Iglesia. A la Iglesia. Blanco y en botella.
EliminarA vosotros no os molesta el estado, os molesta el estado liberal porque queréis volver al estado teocrático. Nosotros no seguimos ninguna historia oficial. Vosotros os oponéis a la historia oficial escrita por la burguesía porque vuestro líder ha creado una historia-ficción a la medida de los intereses clericales, por eso se basa en el "gran historiador" Juan de Mariana, un cura.
Si tanto asco os da el "proletarismo" y el Movimiento Libertario no sé por qué os da "dolor" que éste suscriba esto o lo otro. ¿Acaso porque tenéis el objetivo de infiltrarlo y desviarlo ideológicamente?
En la montaña sólo viven las cabras y los místicos y es precisamente ahí donde se han fraguado todos los movimientos involucionistas en este país. ¿Alguien se acuerda del asno Pelayo, de Covadonga y la famosa Reconquista?
Nuestro ideario hunde sus raíces en el siglo XIX, sí, pero el vuestro también... sólo que en el siglo XIX antes de Cristo.
Antes que el capitalismo y el Estado ya existía el poder de las minorías. El entorno rural estaba dominado por jefes tribales y, posteriormente, caballeros villanos. El anarquismo es enemigo de toda autoridad, sea estatal o no.
EliminarYo no conmemoro en ningún momento, ninguna Constitución, Fuero o ley impuesta. Pero menos conmemoró batallas como la de Las Navas de Tolosa de 1212, cosa que tu admirado amo sí que hace.
1- Félix critica más y mejor a la Iglesia y al Estado que todos los stirnerianos juntos, porque lo hace como se debe hacer, es decir, no como la mayor parte de los anticlericales, que sólo saben repetir consignas, que sólo saben criticar, pero que no saben construir una sociedad más sana que la que critican. Antes al contrario.
ResponderEliminar2- Invito a que alguien cite alguna frase donde siquiera remotamente Félix proponga crear un estado teocrático. Y como nadie la encontrará deberá vigilar la tentación de entrar en terrenos especulativos que, además, negarían el resto de su ideario.
3- Félix no se basa en Juan de Mariana, ni en nadie en concreto; tan sólo hace lo que se debe hacer: coger lo positivo de todos. ¿No acaso eso lo que decís sobre la ciencia y la tecnología? Simplemente Juan de Mariana, siendo lo que era, y que no gusta a Félix, decía cosas interesantes. Y también Maquiavelo, por cierto (por ejemplo llamar a las cosas por su nombre, sin tapujos y sin esconder sus intenciones).
4- Causa dolor ver al anarquismo siendo, en defintiva, tan burgués y tan estatófilo como otras corrientes porque, ciertamente, y en teoría, debería ser una auténtica alternativa; cosa que NO ES. Recordad que los hechos son los hechos; y los hechos actuales no hace falta que nos los cuente nadie y que, por ello, podamos ser engañados... Pero claro, no hay engaño más pernicioso que el autoengaño (práctica de la que son expertos muchos anarquistas).
5- Comentarios como el de las cabras y la montaña, dicen mucho acerca del que los lleva a cabo.
6- Félix no habla de todo el mundo rural ni en todas las épocas; se limita a hablar y escribir de lo que ha estudiado: el mundo rural de la península Ibérica; vosotros, por contra, suscribís a pies juntillas la versión que nos dice que TODO el mundo RURAL, en TODAS partes del planeta y en TODAS las épocas fue un horror... y las urbes donde surge la ciencia y la libertad (sin adjetivos: totales y sin "aditivos"). Tal es vuestra visión CERRADA y EXCLUYENTE de la humanidad (visión que coincide en lo esencial, y no por casualidad, con el ideario que decís combatir). Repito, si el anarquismo está como está (en la ruina), es por esas coincidencias que hacen que la gente se quede como está antes que cambiar para que todo siga igual.
7- ¿Me podéis decir que aporta el anarquismo que sea sustancialmente diferente al sistema actual?
Un sistema actual que basa su poder precisamente en la inculcación a la masa del productivismo, modernismo, ciencia, tecnología, consumo y comodidad.
8-Y ahora responded con que la Iglesia bla bla bla..., el curilla Félix, y vuelta a empezar.
9- Félix, en todo caso, se estaría inventando el pasado; pero vosotros os inventais el presente (negando la evidencia, vuestra propia evidencia), lo cual es bastante más grave y significativo.
«Vosotros, por contra, suscribís a pies juntillas la versión que nos dice que TODO el mundo RURAL, en TODAS partes del planeta y en TODAS las épocas fue un horror... y las urbes donde surge la ciencia y la libertad.»
Eliminar¿Dónde he dicho que el mundo rural fuese un horror? Te recuerdo que el mundo rural lo conozco en persona, no me hace falta haberlo estudiado. ¡Y la ciudad no es tan malvada!
Solamente he dicho que el campo y la ciudad no son incompatibles. Tú y tu amo soís los que confrontáis ambos medios.
Tu amo, cuando quiere, también saber contar mentiras y difamar, como que los Panteras Negras formasen una organización racista y misógina.
http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2012/01/el-antirracismo-religion-politica-ii.html
¡Y esto es un HECHO!
Y además te recuerdo que el texto de Historia 16 de la entrada lo ha escrito otro cura. Una prueba de mi anticlericalismo excluyente.
ResponderEliminar1- El mundo rural que conoces es tan tardío que ni si siquiera lo es. Por tanto, poco o nada sabes del mundo rural antiguo (y poco o nada quieres saber de él).
ResponderEliminar2- Con tu respuesta admites implícitamente que tú difamas y mientes, pero no te parece mal hacerlo porque otros también lo hacen.
3- Los panteras negras eran racistas (ser racista no significa ir matando gentes de otras razas, sobre todo cuando el que lo es no está en condiciones de hacerlo).
4- El que haya curas que escriban así, da más la razón a Félix que a ti mismo (diferenciando entre Iglesia y personas), pero eso tampoco parece importarte, ni mucho menos sonrojarte.
En esta sociedad todo o casi todo está al servicio del poder y no sólo la ciencia o la tecnología: la literatura, el arte, los periódicos, el cine, etc. Pero de ahí no se infiere que haya que cargarse el arte, la literatura, el cine o los periódicos... Los partidarios del amigo Félix la tienen tomada con la ciencia porque en este terreno fue donde la impostura religiosa fue más temprana y claramente desenmascarada y a partir de ahí los curas en sus prédicas cargaron contra los avances técnicos y se dedicaron a exaltar un pasado idílico (donde ellos monopolizaban el poder).
ResponderEliminarEl mundo rural que conocí hace más de treinta años y conozco, es el mundo rural castellano. El de la antigüedad tampoco lo conoces tú ni tu amo.
ResponderEliminarY yo no miento cuando difama FRM al BPP de racismo y misoginia. Porque me demuestras que ni siquiera sabes el significado de las palabras «racista» y «misogino». De lo mismo que tampoco miento, cuando FRM habla de unos Concejos «abiertos» inexistentes en las Comunidades de Villa y Tierra de tiempos de la batalla de Las Navas de Tolosa, en la segunda década del siglo XIII. Es sorprendente que condene la conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1812, y a su vez conmemore dicha batalla. A gente de este tipo ni la respeto ni la respetaré.
Y se puede ser creyente y cristiano y a su vez anticlerical. El anticlericalismo también puede ser católico, no es necesario que sea liberal o ateo, y en este país estaba muy arraigado entre las clases populares desde siglos antes que el XIX.
Con el texto, y otros que suelo utilizar, es porque también recurro a varias fuentes y me informo, y muchas no son de mi afinidad ideológica. En cambio tú, no sales de la misma y única.
No sé por qué insistís con que Félix defiende los intereses de la Iglesia; no hay una sola línea en la que eso suceda, y por contra, hay un buen montón de alusiones críticas hacia ella.
ResponderEliminarY en cuanto a ese pasado en el que la Iglesia monopolizaba el poder, pues eso es lo que Félix (y otros autores) demuestran como FALSO. De hecho, los que otorgan ese poder a la Iglesia se alían, de facto, con ella... ¿Alguien ha visto a la Iglesia negar tal poder? La iglesia poco menos que se jacta de él (aunque también, como el resto de poderes fácticos, sabe adaptarse perfectamente a las nuevas condiciones; cosa que no hace el anarquismo, que vive anquilosado en las mismas consignas de hace 100 años; consignas que no son válidas precisamente porque sus rivales sí se han actualizado).
Bueno, tú afirmas una cosa sobre los concejos y Félix otra; él lo ha estudiado en profundidad y tú probablemente no (limitándote a suscribir lo que la mayor parte historiadores al servicio del poder y mirando sólo por su culo, nos ha dicho hasta la fecha). Además, Félix no es el único, sino que también ha recopilado datos de otras fuentes e historiadores no famosos, sin ínfulas y sin pretensiones (y por ello, si me apuras, más creíbles). Y también ha buscado en las fuentes originales musulmanas de la época, las cuales, confirman, punto por punto su versión, acerca de la superioridad bélica y económica, y en materia de libertades, de las sociedades del norte de la península Ibérica.
ResponderEliminarEl Concejo abierto solamente funcionó (y aún permanece en algunos lugares) a nivel de aldea. Los municipios al sur del Duero, se formaron en base a la conquista, y para repoblarlos, los reyes se valieron de unos fueros para atraer habitantes. Los Concejos medievales estaban en poder de una minoría privilegiada, los descendientes de los caballeros villanos. Caballeros exentos de pechar, que descendían de los aldeanos ricos que podían costearse un caballo. Sus milicias concejiles estaban dirigidas por estos caballeros, y el estamento popular (que era un auténtico cajón de sastre, con campesinos, artesanos, comerciantes, burgueses...) estaba subordinado a ellos. La finalidad repobladora de estos núcleos fue de carácter militar. Los reyes otorgaban libertades como las retiraban. Creerse la falacia democrática medieval es de pecar de ingenuidad.
EliminarY da la peculiaridad, que este tema, también lo he estudiado en profundidad, y he consultado varios historiadores. Y reconocen lo que te he dicho anteriormente, refutando a FRM.
Para empezar, te pongo un enlace al medievalista J.A. Bonachía:
http://losdeabajoalaizquierda.blogspot.com.es/2011/04/sobre-los-concejos-medievales.html
O Manuel F. Ladero Quesada en «Las ciudades de la Corona de Castilla en la Baja Edad Media» para CUADERNOS DE HISTORIA ARCO/LIBROS:
«… desde el punto de vista de la propia evolución interna de las sociedades urbanas, la instauración del regimiento [1345] no significa otra cosa que el reconocimiento de una realidad ya plenamente manifiesta desde bastante tiempo antes; el control del poder municipal por un reducido grupo de vecinos. La idea tan frecuentemente expresada de unas ciudades castellanas gobernadas democráticamente por todos sus habitantes de forma asamblearia es un mito o una manipulación de la realidad histórica. (…) La Castilla de los “concejos abiertos” nunca existió salvo, quizás, en pequeños núcleos rurales.»
Me hace mucha gracia la afirmación "el anarquismo está como objeto decorativo", cuando la víbora que esparce el veneno que aquí vomitas se mueve como pez en el agua en ese movimiento. ¿Acaso da charlas para algún partido comunista o movimiento republicano? Sería divertido. ¿Dónde vende sus libros? ¿Quién le está prestando atención?
ResponderEliminarLo que causa dolor es que un movimiento que se fundamenta en la antítesis de lo que defendéis de tanta coba a flautistas de Hamelín como vosotros.
El punto 3 de tu última intervención es significativo. Repetir una frase no la hace cierta. "Los panteras negras eran racistas". Haz el favor de leer la entrevista con Jean Genet y luego aportas algún dato, por favor. El racista eres tú, que de un conflicto neocolonial en el que mueren 1 millón de personas masacradas en África lo despachas diciendo que la culpa es suya (de los negros en general): Ruanda 1996. ¿Tienes la misma opinión de la II Guerra Mundial? ¿Y acaso de la bomba de la Estación de Bolonia? Es muy probable que la vergüenza haga que no te atrevas a decir lo mismo en público en este caso.
"Un sistema actual que basa su poder precisamente en la inculcación a la masa del productivismo, modernismo, ciencia, tecnología, consumo y comodidad."
QUE NO!!!!! Que eso es una sandez. Que por más que lo repitáis no deja de ser MENTIRA. El sistema actual basa su poder en la explotación y en el fanatismo. En la explotación la vertiente capitalista y en el fanatismo la vertiente religiosa. Actualmente el sistema no está produciendo sino destruyendo producción (despidos, EREs, cierre de empresas, ¿te suena?), ¿la semana santa que estamos sufriendo por radios, prensa y tv, es un ejemplo del modernismo actual dominador? ¿Los recortes a la investigación de cerca del 90% es como apoyamos la ciencia y la tecnología? Y qué decir del consumo y la comodidad ¿la de quién? Por eso, como el sistema utiliza esa vía para dominarnos nos baja los salarios y nos privatiza el agua, la sanidad, la educación, etc., para ahogarnos en comodidades y consumo. Que la realidad se dé de tortas con tu discurso forma parte de la perversidad del sistema de dominación actual. ¡Maldita sea!
¡Vete a venderle la moto a los del Barrio de Salamanca en Madrid, y déjanos tranquilos, que son quienes consumen! Hay que tener poca vergüenza para tener este discurso entre los trabajadores.
Por cierto, ¿ya sabes en qué trabaja tu maestro?
1- Yo no soy Félix, por tanto confundir lo que yo digo con lo que dice Félix, es propio de gente que no sabe que decir ya.
ResponderEliminar2- Si Félix se mueve en el mundo libertario él sabrá porqué; yo intuyo que lo hace porque, a pesar de todo, es en el ámbito que más opciones hay de cambiar algo. Y es por ello por lo que gran parte de ese mundo libertario le está abriendo las puertas (y no porque esa otra parte del mundo libertario sean más tontos que vosotros).
3- Yo no he dicho ni una palabra sobre Ruanda; pero si inventártelo te sirve para no estar callado, pues adelante.
4- La explotación no sería aceptada por la gente si a cambio no le fueran concedidas comodidades y regalías, que son su máxima aspiración: consumo, productivismo,... Por tanto, el sistema n ose basa en la explotación, sino en el adoctrinamiento. Y sí se basa en el fanatismo, pero no en el religioso, al menos no en nuestros lares. ¿Podrías decirme en que se diferencia en su vida diaria, una persona que va a procesiones y otra que no? En nada: todos viven por y para el consumo, el placer y la comodidad. Pretender hoy, en pleno siglo XXI que la gente dirige sus vidas por motivos religiosos, es demostrar lo anquilosado de tales planteamientos.
5- El ESTADO ha dado pan y circo (y "prestaciones") hasta donde ha podido, y ha sido MUCHO. El que ahora haga recortes no significa que esté interesado en hacer volar todo por los aires; no hay nadie más interesado que el PODER en que continúe hasta el infinito el ESTADO DE BIENESTAR. Cuanto más bienestar, menos posibilidades de revolución. Y Ahora recortan prestaciones, además de por lo ya expuesto, a sabiendas de que la masa obrera (incluida y sobre todo la anarquista) es más débil y pusilánime que jamás en la historia. Y ante el convencimiento de que en el hipotético caso de que esa masa obrera se MUEVA REALMENTE, lo hará de forma contraria a sus intereses; intereses que deberían ser los contrarios a los de los de las minorías poderhabientes, pero que, a la postre son beneficiosos para éstas.
Y sobre los concejos, repito: no hay nada que debatir aquí, en este blog; vosotros os limitáis a coincidir con lo que dice la historigrafía oficial, es decir, la que beneficia al poder establecido (cuando no creada por él). Félix y otros dan otra versión (que probablemente será ampliada en un futuro, según he leído). Pero para lo que nos ocupa, si os fijais, en realidad daría igual si todo fuera pura invención de Félix, porque la sociedad a la que aspira es LOABLE. En todo caso estaríamos, por tanto, ante la b´suqueda de un mito, un imposible, una utopía; algo parecido a lo que buscan ciertos anarquistas: separar ciencia y tecnología de los poderes que las sustentan. Por tanto, en el peor de los casos, vosotros y Félix buscais el mismo tipo de imposibles. Con el la diferencia de que vosotros NEGAIS u os inventais el presente, y Félix el pasado. Yo tengo muy claro qué actitud es más grave y más perniciosa y más contraproducente. Y en este punto no concuerdo con Félix, y quizá tampoco con vosotros, que sí coincidís con él; me refiero a aquello de que quien no conoce su pasado... Para mi no conocer nuestro pasado es grave, ciertamente, pero INVENTAR EL PRESENTE, como hacéis vosotros, es propio de mentes obtusas (por no decir otra cosa) e inhabilita para todo tipo combate político.
ResponderEliminarLo de los concejos medievales es un ejemplo de cómo FRM saca de la historiografía oficial lo que le interesa y omite lo que no. Lo de debatir aquí o no el tema, es cosa que tú no decides aquí. Si no quieres hablar de ello, debido a tu desconocimiento, ¡de acuerdo! ¡Lo comprendo! Pero no vengas dando órdenes.
EliminarY ¡bravo! Ya empiezas a hablar tú, y no Félix a través de tí.
Y el presente como el pasado no me lo invento.
1- No he dado ninguna orden, sólo he hecho una afirmación; el hecho de que te la cojas con papel de fumar también dice mucho acerca de tu grado de pusulanimidad.
ResponderEliminar2- jaja jeje, otra gracieta más sobre mi supuesto maestro. A tu lado pusulánime añadimos el de menospreciador gratuito. Si quieres que el DEBATE siga por estos derroteros, adelante (por algo he dicho que aquí no hay nada que debatir).
3- El presente te lo inventas, y de qué manera; de hecho, y para empezar, crees que el movimiento libertario (el anti-felix, por supuesto) está más vivo que nunca (autoengaño a la enésima potencia).
Hace treinta años, aquí en la CNT de Valladolid, apenás había cinco afiliados y ni se sabía nada de ellos. Y ahora hay mucha más gente, un ejemplo de vitalidad. Y muchos siguen y otros se han quedado atrás o se fueron, pero gracias a ellos los de hoy tiran para adelante. Y yo no soy, ni lo he sido nunca, de la CNT, pero es lo que veo y he visto.
EliminarY lo de «stirneriano», nada que decir. Se me invitó a formar parte del grupo, y acepte. Y el nombre no es cosa mía y se debe a otras cosas, que no es éste el lugar para contarlo. Aunque me pueda definir ideológicamente de afinidad libertario, mis lecturas y fuentes son otras.
Y también FRM recurre a la historiografía académica:
«Autores tan destacados de los siglos XIX y comienzos del XX como Francisco Martínez Marina (autor de la obra fundamental Teoría de las Cortes), Rafael Altamira o Antonio Sacristán y Martínez exponen un punto de vista con el que coincido en bastantes cuestiones...»
http://www.agendaviva.com/revista/articulos/Entrevistas/Eduardo-Rodrigo-Mora-Estudioso-del-mundo-Completa
No fueron treinta años, son veinte. Me he equivocado en la cuenta. Pero es igual, en estos últimos veinte años he visto crecer a la CNT, y esto es un HECHO.
EliminarPerdón, PUSILÁNIME y "PUSILANIMIDAD" (porque a buen seguro que te habría faltado tiempo para hacerme esa observación, a falta de otras más sólidas).
ResponderEliminarEl aceptar CIERTAS cosas de la historiografía oficial, al mismo que se critica a ésta de forma genérica, es precisamente un buen ejercicio de honradez, honestidad y búsqueda de la verdad, y no lo contrario (como quizá, sólo quizá, has querido insinuar).
ResponderEliminarTambién Félix pone a parir (y con razón) a Hegel, Kant, etc. pero al mismo tiempo usa ciertas ideas o frases de éstos que le parecen acertadas (más allá del significado último, intenciones y vida al servicio del poder de los autores de las mismas).
Por contra la crítica monolítica que le hacéis a Félix dice mucho más a su favor, por cuanto el 99% de su ideario ni siquiera lo mencionais... bien por estar de acuerdo con él, o bien por ser incapaces siquiera de intentar una refutación; obviamente la primera opción es la más grave y significativa: es decir, la de ser incapaz de reconocer que se tiene algo en común con el rival ideológico.
Ahora resulta, que si el tal FRM, y lo reconoces, cuando recurre a la historia, o lo que sea, oficial, es un buen ejercicio de honradez. Pero si lo hago yo o sus críticos, no está bien, ¿nos guiamos por prejuicios? ¿Cómo los de tu amo?, por ejemplo.
EliminarMe hace gracia "Ahora recortan prestaciones, además de por lo ya expuesto,..." ¿dónde lo has expuesto? Deben ser las voces en tu cabeza, porque los demás no hemos visto nada. Ni un dato ni una referencia.
ResponderEliminarDel resto de cosas que decía, ni mú.
Y lo que se lleva la palma es esto de que aunque todo sea falso, Félix aspira a una sociedad loable. Entonces para ti el fin justifica los medios, es decir, la mentira. Perfecto. De todos modos ya lo suponíamos por la cantidad de falacias que emplea.
Ah! Echa un vistazo a los siguientes comentarios a ver si los reconoces:
PerryJan 8, 2012 11:27 AM
Enhorabuena Félix por todo tu trabajo, al cual sigo con asiduidad, e intento modestamente darlo a conocer.
Solamente señalar un hecho erróneo en este articulo. En el haces referencia al racismo de los negros, y pones el genocidio de Ruanda como ejemplo. Pues bien, este racismo de los hutus contra los tutsis lo originó el colonialismo belga. Antes vivian en armonía. Los belgas introdujeron este racismo, al favorecer a la minoria tutsi (mas altos, delgados, piel mas clara, nariz estrecha) y colocarlos en posiciones de poder. En los documentos de identidad q impusieron constaba obligatoriamente su etnia, lo que facilito luego el genocidio. Pero 100 o 150 años no habia racismo. Un saludo.
Responder
Alex CosmaFeb 5, 2012 12:41 PM
Independientemente de la responsabilidad de los colonizadores, no hay que olvidar la propia responsabilidad de los colonizados; si realmente antes vivían en armonía, es CULPA SUYA dejarse engañar por los colonizadores. Si yo mato a mi hermano porque alguien le procura ventajas que a mi no, ¿quién tiene más culpa?
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¿Así que tú no hablas de Ruanda? ¿Esto me lo he inventado?
Esa es tu contestación a la explicación que hace otra persona sobre el conflicto de Ruanda.
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
Una digresión:
ResponderEliminar¿Sabéis por qué Félix ha conseguido tantos adeptos?
Por lo dicho anteriormente: no por su análisis del pasado (que también) sino por el que hace del presente; un análisis crudo y duro, como debe ser, reconociendo la gigantesca miseria del hombre-mujer actual. Entonces, partiendo de ahí, es lógico que la gente también acepte su versión del pasado como más cierta que la de sus rivales. Por tanto, si queréis que vuestra visión del pasado tenga más aceptación que la de Félix (dejando al margen que vuestra visión es la de la oficialidad y, por tanto, vuestra corriente no es necesaria), deberíais empezar por reconocer todos vuestros errores del presente (y los de la sociedad en la que vivís).
Lo dicho: Félix acierta mucho más que todos sus rivales. Y en lo que no acierta, sea lo que sea, se lleva su recompensa por el resto de sus aciertos... aciertos que, como dije antes, son silenciados por sus detractores; los cuales con esa actitud ponen en evidencia su egolatría, soberbia y ausencia de autocrítica.
Félix, por ahora, y no es broma, tiene 100 adeptos por cada detractor dentro del mundillo libertario. Y los escasísimos detractores que tiene están enciscados en agarrarse como un clavo ardiendo a 3 ó 4 cositas que dice Félix, que, además, son claramente negadas en el resto del argumentario del propio Félix. Es decir, que sólo una mente perturbada (la egolatría también es un tipo de demencia)o con intereses no mostrados, puede afirmar que Félix pretende una sociedad en la que exista un poder ilegítimo, ya sea Estado o Iglesia, o burguesía o capital. Félix podrá estar todo lo equivocado que queramos, pero de ahí a llamarle criptoreaccionario, o curilla, o neocon (sí, eso le ha llegado a llamar) o que sus ideas son desmovilizadoras... van un trecho; un buen trecho que algunos no han tenido la menor vergüenza en recorrer a toda velocidad y con prisas...
¿Por qué no reconoces que HAS MENTIDO en el tema de Ruanda, como te ha demostrado más arriba el interlocutor anónimo, en vez de cambiar de tema? ¿Es esa la sociedad "de la verdad" que defendéis tú y tu jefe? ¿Así que buscas el "genuino cristianismo"? ¿Entonces porque nos niegas una y otra vez vuestra inspiración religiosa? Que hay 100 defensores de Félix por cada detractor. Pero qué necio e infantil eres. Con esta estúpida fanfarronada demostráis (tu jefe y tú) que: 1) nuestros argumentos os ponen muy nerviosos 2) tenéis intención (como ya dije más arriba) de infiltrar y dominar el movimiento libertario.
EliminarPues tenéis razón en poneros nerviosos porque a estas perlas que has soltado aquí (y que aquí quedarán registradas durante mucho tiempo) les voy a dar la máxima difusión. Ya verás cómo se os va quedar esa ratio de 100/1.
Un artículo de un tal Galindo, con el que no comparto casi nada pero que cuando dice cosas interesantes, no tengo ningún reparo en reconocérselas.
ResponderEliminarhttp://politikon.es/2012/04/06/descalificando-gratuitamente-a-la-religion/
Lo que no suscribo del artículo (o mejor dicho, del autor) es la certeza que tengo de que para Galindo la Iglesia representa al genuino cristianismo, cuando realmente es la negación de éste.
Está muy bien que hayas contado los adeptos y los detractores. 100 a 1, ¿me puedes decir la muestra sobre la que has hecho la estadística? Lo digo porque cada vez que hablo con alguien de mi entorno le pone a parir y yo no me atrevo a dar cifras pero desde ya te adelanto que el que deforma la realidad presente eres tú, no sólo el pasado.
ResponderEliminarDebes haber estudiado estadística en la misma escuela que la Prado Esteban, que cuenta su conversación con 2 parteras y en función de lo que le dicen que recuerdan extrapola que hoy hay más problemas en los partos que antes. Yo no sé para qué estudió estadística mi hermana. Le voy a dar la mala noticia cuanto antes.
Y ahora resulta que la ingente cantidad de sandeces que tenemos que escuchar se han reducido a "3 ó 4 cositas" que además "son claramente negadas en el resto del argumentario". ¿Esquizofrenia? ¿Bipolaridad? El diagnóstico lo dejo a otro.
Sobre el "genuino cristianismo" os dejo unas citas de Pablo de Tarso (Romanos XIII), el gran inventor del engendro de religión que valoráis tan positivamente como elemento liberador y cuyas enseñanzas siguieron los primeros cristianos:
13:1 Todos deben someterse a las autoridades constituidas, porque no hay autoridad que no provenga de Dios y las que existen han sido establecidas por él.
13:2 En consecuencia, el que resiste a la autoridad se opone al orden establecido por Dios, atrayendo sobre sí la condenación.
Os invito a seguir leyendo el capítulo XIII entero de Romanos, porque luego habla hasta de pagar los impuestos y todo. Maravilloso, maravilloso.
Sorrow:
ResponderEliminar1- Veo que sigues insistiendo con lo de RUANDA, cuando no he dicho una sola palabra sobre ese tema.
2- Haz una búsqueda en google, y quizá me haya quedado corto con el ratio 100 a 1. No me invento nada, es lo que hay, para bien o para mal.
3- Da toda la difusión que quieras (al estilo correveidile chivato infantil): me ratifico en todo lo dicho, y, además, yo no soy Félix ni hablo por él... y quizá incluso él podría estar en desacuerdo con ciertos planteamientos míos.
4- Y dices que el ratio bajará después de esa "difusión"... es decir, que, implícitamente, apruebas la exactitud de tal ratio.
Y para el anónimo de las 04:37 PM:
Las escrituras cristianas han sido (o fueron) objeto de innumerables manipulaciones (a fin de desvirtuar, e incluso invertir, su contenido) por parte de las élites eclesiásticas, y esto ha sido objeto de muchos estudios. Algunas de dichas manipulaciones son burdas y fácilmente detectables, ya que rompen con el estilo y el hilo conductor del texto en el que fueron introducidas.
Si yo soy un chivato tú eres un asqueroso infiltrado. Dale recuerdos al arzobispo, cómprate un duro de bosque al lado de Covadonga y dedícate a aparearte con las cabras, so fascista.
EliminarEn el Movimiento Libertario cuando se descubre a un inflitrado se corre la voz, esto nada tiene que ver con chivatazos ni con la infancia. A ver si te haces mirar tu retraso mental.
EliminarLo de Ruanda no te lo ha pegado Sorrow sino yo, y son tus palabras en otro blog. Da igual que sigas mintiendo.
ResponderEliminarY las escrituras cristianas claro que fueron manipuladas. Precisamente para hacer aparecer la existencia de jesús de nazaret como hecho histórico y seleccionar lo que había de ser el cristianismo en los siglos venideros.
Haz el favor de dejar de hacer demagogia y lo mismo que te he puesto una cita (Romanos XIII) demuéstrame que ese capítulo de esas epístolas de Pablo de Tarso fueron manipuladas como dices.
Ahora resulta que no es el cristianismo lo que defendéis sino lo que os sale de los cojones del mismo. Pues no lo llaméis cristianismo ni habléis defendiendo a la Iglesia, porque si no lo mínimo que os podemos llamar es meapilas.
¡A ver si nos sosegamos todos un poco! Empezando yo... Que nos vendrá mejor.
ResponderEliminarSobre el asunto de Ruanda o los Panteras Negras (a estos los he añadido yo), todo viene de esta dirección de FRM:
http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2012/01/el-antirracismo-religion-politica-ii.html
Decir que las primeras escrituras cristianas fueron manipuladas por la jerarquía eclesiástica, es un hecho. Lo que debieron decir realmente antes de ser distorsionadas, es una especulación, porque no se sabe. Que los primeros escritos cristianos hablasen sobre un personaje real o no, eso depende de las creencias de cada persona. Se ha escrito mucho, y nada está claro. Y si FRM lo ha hecho, pues otra interpretación o especulación más a añadir.
Lo que si es cierto, que a lo largo de la historia del cristianismo surgieron divergencias y diferentes interpretaciones de la fe. Y muchas fueron perseguidas por la jerarquía eclesiástica, un hecho histórico reconocido, y hasta exterminadas, y otras prevalecen (la gran cantidad de sectas e iglesias cristianas que pululan por ahí). El hecho que la jerarquía eclesiástica se sirviese de la fuerza y el apoyo del poder político y militar, ya que siempre han estado juntos (y, por ende, se les ha considerado lo mismo), aquellos que buscaban un mayor grado de justicia social o llevar su fe al margen del clero oficial, tener otra visión religiosa, rechazaban la influencia y el poder de este clero. Eran, también, anticlericales, y mucho tiempo antes que los liberales o los ilustrados, como fue la llamada Reforma protestante.
El anticlericalismo popular iba más allá, veían en el clero un aliado de los poderosos y ricos, el sistema o Estado. El anticlericalismo creyente es consecuencia del papel de la misma Iglesia. A las clases populares no les hizo falta el papel de los liberales o los republicanos para tener su sentimiento anticlerical muy arraigado en el tiempo.
La burguesía española del s.XIX y principios del XX, fue la menos anticlerical de Europa. Puntualmente los grupos más avanzados de esta, siempre minoritarios, hicieron intentos por separar la iglesia del Estado, las desamortizaciones (de muy escaso alcance) y durante la 2ª República, pero tampoco podemos olvidar que el primer presidente de la misma, de 1931 a 1936, fue un conocido meamisas, D. Niceto Alcalá-Zamora y que sólo después de la llegada del Frente Popular en febrero de 1936, las cosas empezaron a pintar un poco distintas para la Iglesia católica española.
ResponderEliminarHablar de burguesía anticlerical en España, o es hablar de la caza de gamusinos o es hablar de una selecta minoría de eruditos e intelectuales, marginados por su propia clase (antropófoba y católica), y que en ocasiones por eso mismo se ha visto empujada al ideal revolucionario, si bien con poca convicción (Ganivet sería un ejemplo de estos).
Frente a las diversas formas de la cultura burguesa, había en la época de la que hablamos una sólida cultura obrera (en sus diferentes formas históricas e ideológicas), eminentemente anticlerical y antiburguesa, con su propio proyecto económico, ético y estético. Claro, todo esto es antes de que apareciera la estúpida mal llamada ¿? cultura de masas o industria cultural que hoy lo invade todo, pero esa es otra historia.
Todavía estoy frotándome los ojos con el enlace de los Panteras Negras.
ResponderEliminar¡Sorprendente! ¿No? Pues compáralo con esta entrevista a Jean Genet, después de estar en persona con ellos en 1970, y mejor lo sabría empíricamente:
Eliminarhttp://losdeabajoalaizquierda.blogspot.com.es/2012/04/jean-genet-con-los-panteras-negras.html
Siempre he admirado la obra de Jean Genet, es uno de mis autores favoritos, en concreto el "Diario del ladrón" y "Para un funámbulo" son libros que me acompañan desde pequeño (y tengo casi 50 años). Es de esos autores malditos que siempre han sido queridos por lxs anarquistas, como Antonin Artaud, Lautreamont o Sade. Genet plantó cara a la vida y las convenciones burguesas, al heterosexismo y fue un marica feliz, igual que yo. He leído la entrevista, no la conocía y bueno, muy contento, no esperaba menos de él. Conozco a los Panteras Negras más allá de los prejuicios y las sucias difamaciones de Rodrigo Mora, que en su artículo deja claro ser un cerdo racista inculto de la peor especie con especial inquina hacia lxs negrxs.
ResponderEliminar¿Pero según se ve! Son o somos «burgueses».
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