El académico bielorruso critica el «internetcentrismo», que define como la tendencia a considerar las formas de organización propias de algunas comunidades de internet como fórmulas utópicas universales
Los discursos utópicos sobre internet como herramienta de transformación social tiene en el académico bielorruso Evgeny Morozov a un detractor implacable. En su primer libro, El desengaño de internet, criticaba la visión ingenua de las redes sociales como fórmula mágica para las revoluciones, haciendo hincapié en cómo gobiernos y empresas las utilizan como mecanismos de control y propaganda.
A principios de diciembre acudió al foro «Ciberrealismo, más allá de la euforia digital», que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en el que puso en cuestión el «solucionismo», la idea de que todos los problemas se resolverán con nuevas tecnologías. Acerca de esto, y de la falta de rigor analítico que considera generalizada entre quienes opinan sobre internet, trata su segunda obra, To Save Everything, Click Here («Para salvar/guardar todo, haga clic aquí», aún no traducida). A pesar de ello, insiste en que no está en contra del uso de la web social para el activismo político, sólo quiere alertar de que, mientras se dedican demasiadas energías a la comunicación viral, se olvidan prioridades como la construcción de estructuras organizativas fuertes.
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