La mayoría de los alemanes se niega a seguir ayudando a los griegos. Pocos saben que Grecia ayudó, en parte, a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.
Por Johannes Beck
(24/09/2011)
Londres, 1953: Alemania negocia con 22 países. La delegación germana ruega a sus socios la condonación de su deuda. Además de las obligaciones contraídas por las ayudas del Plan Marshall, tenía préstamos para pagar reparaciones que aún debía de la Primera Guerra Mundial.
La petición es escuchada. Los 22 países —Grecia entre ellos— perdonan a los alemanes la mitad de lo que deben. «Para la joven Alemania, aquel gesto supuso una ayuda enorme», dice Jürgen Kaiser, coordinador de la iniciativa Año para la Condonación de la Deuda (Erlassjahr.de): «El interés de su deuda de aquel entonces es comparable con el que hoy tienen que pagar países en desarrollo e incluso la propia Grecia.»
Londres como ejemplo: protocolo para países con sobreendeudamiento
La economía alemana creció con fuerza durante aquel año. Una década después, su Producto Interior Bruto (PIB) se duplicó. Desde aquella época, la economía germana no ha crecido con tanta intensidad. Aunque la condonación de la deuda no fuera la única razón para aquel despegue, dice Jürgen Kaiser, lo cierto es que «sin la condonación de parte de su deuda, el milagro económico alemán hubiera tenido lugar considerablemente más tarde».
Desde hace tiempo, la iniciativa Erlassjahr.de trata de que se implemente un protocolo de insolvencia. «El Acuerdo de Londres de 1953 podría servir como ejemplo sobre cómo actuar con países con sobreendeudamiento como Grecia», opina Jürgen Kaiser, de Erlassjahr.de. «Durante la crisis de deuda de los años 80 y 90, a muchos países del Tercer Mundo les hubiera ido mejor con un cierto protocolo de actuación, en lugar de con los ineficaces mecanismos del Banco Mundial y del FMI.»
La deuda del Gobierno griego es hoy de aproximadamente el 150% del PIB. Antes del Acuerdo de Londres, Alemania tenía un porcentaje de deuda del 21%, es decir, menos de un séptimo de la que actualmente tienen los griegos. Para cuando el Acuerdo de Londres se terminó de completar en 1958, los alemanes habían reducido esa cifra hasta el 6%. Países como Grecia, Portugal e Irlanda suspirarían por llegar a esa tasa de endeudamiento.
Condonar la deuda a los griegos o vuelta al dracma
«No tiene sentido seguir financiando la crisis», dice Jürgen Kaiser. Para salir de la recesión, Grecia necesitaría con urgencia que se le descargara en parte de su deuda. En Europa se plantean otras alternativas, como que Grecia abandone la zona euro y vuelva a su moneda. Erlassjahr.de considera que ello no solucionaría el problema: «No es posible legalmente y, en el terreno económico, sería una tontería» dice Jürgen Kaiser. «La vuelta al dracma significaría que los bancos griegos son incapaces de pagar lo que deben», advierte Kaiser. «Seguirían teniendo deuda en euros, pero no conseguirían pagarla con el dracma drásticamente devaluado».
Un pacto de coalición del Gobierno alemán favorecería un protocolo de insolvencia
Jürgen Kaiser lo tiene claro: «Habría que liberar a Grecia de su deuda de forma controlada, mediante lo que viene a denominarse "protocolo de insolvencia"». La coalición que gobierna Alemania actualmente ya lo contempla, pero «algo así no será promovido por el Gobierno», se lamenta Jürgen Kaiser. Erlassjahr.de reivindica que se tome el Acuerdo de Londres en 1953 como ejemplo. Entonces los griegos permitieron descargar de deuda a Alemania y contribuyeron parcialmente al milagro económico alemán. Hoy Grecia tiene sobreendeudamiento, pero podría recibir aire fresco mediante la condonación parcial de su deuda por parte de Alemania y de otros países. De esa manera, sería capaz de crecer de nuevo.
Por Johannes Beck
(24/09/2011)
Londres, 1953: Alemania negocia con 22 países. La delegación germana ruega a sus socios la condonación de su deuda. Además de las obligaciones contraídas por las ayudas del Plan Marshall, tenía préstamos para pagar reparaciones que aún debía de la Primera Guerra Mundial.
La petición es escuchada. Los 22 países —Grecia entre ellos— perdonan a los alemanes la mitad de lo que deben. «Para la joven Alemania, aquel gesto supuso una ayuda enorme», dice Jürgen Kaiser, coordinador de la iniciativa Año para la Condonación de la Deuda (Erlassjahr.de): «El interés de su deuda de aquel entonces es comparable con el que hoy tienen que pagar países en desarrollo e incluso la propia Grecia.»
Londres como ejemplo: protocolo para países con sobreendeudamiento
La economía alemana creció con fuerza durante aquel año. Una década después, su Producto Interior Bruto (PIB) se duplicó. Desde aquella época, la economía germana no ha crecido con tanta intensidad. Aunque la condonación de la deuda no fuera la única razón para aquel despegue, dice Jürgen Kaiser, lo cierto es que «sin la condonación de parte de su deuda, el milagro económico alemán hubiera tenido lugar considerablemente más tarde».
Desde hace tiempo, la iniciativa Erlassjahr.de trata de que se implemente un protocolo de insolvencia. «El Acuerdo de Londres de 1953 podría servir como ejemplo sobre cómo actuar con países con sobreendeudamiento como Grecia», opina Jürgen Kaiser, de Erlassjahr.de. «Durante la crisis de deuda de los años 80 y 90, a muchos países del Tercer Mundo les hubiera ido mejor con un cierto protocolo de actuación, en lugar de con los ineficaces mecanismos del Banco Mundial y del FMI.»
La deuda del Gobierno griego es hoy de aproximadamente el 150% del PIB. Antes del Acuerdo de Londres, Alemania tenía un porcentaje de deuda del 21%, es decir, menos de un séptimo de la que actualmente tienen los griegos. Para cuando el Acuerdo de Londres se terminó de completar en 1958, los alemanes habían reducido esa cifra hasta el 6%. Países como Grecia, Portugal e Irlanda suspirarían por llegar a esa tasa de endeudamiento.
Condonar la deuda a los griegos o vuelta al dracma
«No tiene sentido seguir financiando la crisis», dice Jürgen Kaiser. Para salir de la recesión, Grecia necesitaría con urgencia que se le descargara en parte de su deuda. En Europa se plantean otras alternativas, como que Grecia abandone la zona euro y vuelva a su moneda. Erlassjahr.de considera que ello no solucionaría el problema: «No es posible legalmente y, en el terreno económico, sería una tontería» dice Jürgen Kaiser. «La vuelta al dracma significaría que los bancos griegos son incapaces de pagar lo que deben», advierte Kaiser. «Seguirían teniendo deuda en euros, pero no conseguirían pagarla con el dracma drásticamente devaluado».
Un pacto de coalición del Gobierno alemán favorecería un protocolo de insolvencia
Jürgen Kaiser lo tiene claro: «Habría que liberar a Grecia de su deuda de forma controlada, mediante lo que viene a denominarse "protocolo de insolvencia"». La coalición que gobierna Alemania actualmente ya lo contempla, pero «algo así no será promovido por el Gobierno», se lamenta Jürgen Kaiser. Erlassjahr.de reivindica que se tome el Acuerdo de Londres en 1953 como ejemplo. Entonces los griegos permitieron descargar de deuda a Alemania y contribuyeron parcialmente al milagro económico alemán. Hoy Grecia tiene sobreendeudamiento, pero podría recibir aire fresco mediante la condonación parcial de su deuda por parte de Alemania y de otros países. De esa manera, sería capaz de crecer de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario