[No estoy muy versado en vanguardias artísticas, y menos del pasado, y soy de los que han creído que el llamado Futurismo estaba relacionado con el fascismo (el Partido Futurista formó parte del Partido Nacional Fascista). Pero ahora reconozco que no es así, veo que en Rusia existió unos llamados anarcofuturistas, como se pone en esta entrada del Blog Radiación Transparente. Y, también, en la misma Italia, como nos cuentan en Los de Abajo a la Izquierda, lo cual expongó completamente entero, pues... a veces nos da a reflejar lo ignorantes que podemos a llegar a ser.]
El Futurismo nació antes de la Primera Guerra Mundial en 1909, cuando aún estaba muy lejos el advenimiento del fascismo en Italia: en este período dentro del movimiento anarquista, es decir durante los primeros años del siglo XX, había tantos seguidores de Max Stirner como de Friedrich Nietzsche, los cuales —coherentes con los dictados de sus mentores ideológicos— fueron atraídos por el Futurismo. Por consiguiente, el Futurismo es un movimiento artístico en el que influyeron los dos teóricos individualistas. Por supuesto, su lucha contra el tradicionalismo (que idealiza un pasado mejor), su potencial subversivo, el gusto por la violencia, la indignación por lo «burgués» y lo «institucionalizado», estaban más cerca de los dictados ideológicos de Nietzsche y Stirner, que luego formarían la «parcela» del Movimiento Futurista denominado en lo sucesivo como «anarco-futurismo». La adhesión de una parte de los anarquistas al Futurismo fue con el objeto de oponerse al marinettismo, aunque Filippo Tommaso Marinetti intentó atraerse a los anarquistas solidarizándose con Giovanni Gobernato «Cromatico», que estaba encarcelado, con un escrito solidario que apestaba a nacionalismo (Marinetti también se solidarizó con Errico Malatesta en 1920). El movimiento anarquista vio claramente, durante el juicio de Giovanni Gobernato «Cromatico», a quienes se subordinaron Marinetti y otras importantes figuras del Futurismo (los reconocidos posteriormente por el régimen fascista. Renzo Novatore y «Cromatico», por supuesto, no lo fueron).
Volviendo a la época de la fundación del Manifiesto Futurista y, a continuación, diversos miembros destacados del movimiento como Lucini, Carlo Carrà, Buzzi, Ceccardi buscaban contactos con el mundo que había alrededor del anarquismo, lo que les unía no eran los métodos de expresión, que podían ser de los mas dispares, pero sí algunas ideas «filosóficas» de fondo. El llamado anarco-individualismo sale en la misma época que Vir, una revista anarquista publicada en Florencia en los años 1907 y 1908 y con esta ideología tienen contactos varios intelectuales entre los que se encontraban Giovanni Papini. Al pintor Umberto Boccioni, sensible al pensamiento anarquista, se le puede considerar como continuador del simbolismo de Edvard Munch y el divisionismo de Giuseppe Pellizza por Volpedo. Desde otro punto de vista, Le roi Bombance [El rey Francachela] la obra simbolista de Marinetti, está ambientada en los ambientes socialistas y anarquistas. Roi Bombance es esencialmente un drama satírico escrito por Marinetti en 1905, representado en 1909, que sería un fracaso y con críticas muy duras. Carlo Carrà tendrá con Leda Rafanelli una relación breve pero intensa en la que se basará el libro de Alberto Ciampi de 1989: Leda Rafanelli, Carlo Carrà: un romanzo, arte e politica in un incontro [Leda Rafanelli, Carlo Carra: Romance, arte y política en un encuentro] (el arquitecto Alberto Ciampi es uno de los mayores conocedores sobre la conexión del Futurismo con el anarquismo, igual que el francés Michel Antony). Pero cuando Carlo Carrà era compañero de Leda Rafanelli no sería lo suficientemente coherente con la militancia antifascista de la época, aunque durante el tiempo que estuvo cercano a la ideología anarquista contribuyó con sus diseños en varios periódicos de influencia anarquista como Sciarpa Nera [Bufanda Negra], La Rivolta [La Insurreción], La Barricata [La Barricada], entre algunos ejemplos, y también colabora con otras publicaciones anarquistas. Durante el tiempo que existe Vir habrá en sus páginas encuentros e intercambios de puntos de vista entre anarquistas y futuristas, entre ellos Monanni, Sem Benelli, Giovanni Papini. Desde sus posiciones, ¿cómo podían los anarquistas unirse al Movimiento Futurista?, para ello en 1912 se publicó claramente en La Barricata el manifiesto de Renzo Provinciali titulado Anarchia e Futurismo [Anarquía y Futurismo], La Barricata la editaban en Parma Leda Rafanelli y Carlo Carrà. En el manifiesto Anarchia e Futurismo Renzo Provinciali, y cómo era de prever, atacaba duramente a Marinetti:
«De hecho, los nacionalistas y los monárquicos comprendieron al principio que el Futurismo contrastaba estridentemente con sus ideas y por eso, aún hoy, siempre seremos adversarios. A pesar de las calurosas y fascinantes demostraciones marinettianas, que tienden a seducir y atraer admiradores, todos adocenados por su Futurismo, todos estos señores que se han quedado helados, indiferentes a los berridos de Marinetti, desde su comodidad, sin preocuparse por una miserable súplica o favor o el un muy deseado aplauso. En efecto, ¿cómo un monárquico, un burgués cualquiera, frío y cínico a lo que es la libertad, el socialismo, la anarquía, la rebelión, podrá excitar a las multitudes trabajadoras polifónicas por la revuelta? Y lo que es la escuela, ¿qué mejor forma para relacionarla con el Futurismo que con un programa de violencia y de acción, de rebeldía y de orgullo?»
La revista en la que se desarrolla y se aclara la relación entre el Futurismo y los anarquistas es La Barricata. Se informó a través del manifiesto Anarchia e Futurismo el esfuerzo de la militancia por unir al movimiento artístico con el político. En este caso tuvo gran interés un grupo significativo de universitarios futuristas de izquierda de Parma, donde se publicaba La Barricata y algo parecido en Milán hacen con Demolizione [Demolición] por el año 1910. De Ottavio Dinale que lo encontraremos escribiendo para el Popolo d’Italia [Pueblo de Italia] de Benito Mussolini en unos tiempos en que el fascismo no ha mostrado su verdadero rostro represor de la clase obrera, es decir, en la época del Manifiesto del Fascio Revolucionario de Acción Intervencionista, se unió a gente de izquierdas que tiempo después pasaran a la lucha antifascista. Otras revistas de la época, alrededor de los años diez, que nos pueden ilustrar y servir como medio de análisis y comparación entre los futuristas y los anarquistas es 'Rovente [Caliente] de Illari y Soggetti, publicado sucesivamente en Pavía (1919-1920); La Testa di Ferro [La Cabeza de Hierro] de Mario Carli, en el que escriben Renzo Novatore y Auro d'Arcola (o Tintino Rasi); en Pistoya La Tempra [Entereza] que publicó entre los años 1914 y 1916, mediante la introducción de la Dichiarazione [Declaración] estaría disponible también para los anarco-futuristas. El pintor Attilio Vella se une al movimiento futurista y al anarquista; y el ácrata Cesare Cavanna es también un conocido tipógrafo futurista. Un elemento distintivo tanto del movimiento anarquista como del futurista es que lo subversivo, en el futurismo, se convertirá en «La Subversión Lingüística», es decir, la palabra se convierte en «acción directa» o «violencia», como en la obra de Filippo Tommaso Marinetti Bellezza [Belleza]. Tal elemento «subversivo» es utilizado en Parma por el grupo encabezado por Renzo Provinciali, estudiantes de izquierda vinculados al Círculo Libertario de Estudios Sociales en 1911. Para algunos autores este elemento está bien definido como en Il canto dei reclusi [La canción de los reclusos] de Buzzi, Sette scaricatori di carbone [7 descargadores de carbón] de Cavacchioli, Monumento alla fiamma [Monumento a la llama] de Cangiullo. También en periódicos libertarios como La Folla [La Multitud], Il Proletario Anarchico [El Obrero Anarquista], Iconoclasta! [¡Iconoclasta!], Fede [Fe], Vita [Vida], Il Proletario [El Proletario], Vertice [Cima], el lenguaje utilizado propone la palabra como un «elemento subversivo» con su característica acción directa, incluso en los textos de carácter social. Las relaciones entre el Futurismo y los anarquistas fueron estrechas y ocultadas durante muchos años, ya que el fascismo fagocitó a sus figuras más significativas o percibidas como tales; cuya consecuencia lógica fue incluir a todo el Movimiento Futurista dentro del fascismo sin profundizar en su trayectoria histórica…
De gran interés son los experimentos tipográficos para la preparación de las obras teatrales del dramaturgo Virgilio Gozzoli en Pistoya, que se publicaban en artículos dedicados al único número de esta obra desde 1911 hasta 1915. Otras obras como Parole in libertà [Palabras en libertad], así como la publicación editada por Virgilio Gozzoli que repite en L'Italia Futurista [La Italia Futurista] y en La Folgore Futurista [El Rayo Futurista]. Los primeros anarquistas de la posguerra están cada vez más alejados de Marinetti, de hecho Renzo Provinciali ya había hecho un análisis de Marinetti y el marinettismo en el Manifiesto, en el que da a entender cómo este movimiento tarde o temprano terminaría esclavizado al Capital y, peor aún, a la reacción o al fascismo, aunque en la época del Manifiesto el fascismo no había surgido todavía. El «Programa Político» de Marinetti, publicado en 1923, tuvo la oposición de la izquierda libertaria, principalmente por Pietro Illari y Vinicio Paladini. El grupo de La Spezia que siempre gravitó en torno al Libertario de Pasquale Binazzi, Renzo Novatore, Tintino Persio Rasi (Auro d'Arcola), Giovanni Governato y Renzo Provinciali de Parma, seguirán un proceso «futurista» relativamente con paralelismos respecto al movimiento de Marinetti, pero sin ningun trato con él, y mucho menos con el fascismo, como hizo la mayor parte de los personajes citados, la no cooperación derivará en la militancia antifascista. Cuando el Futurismo italiano apoya a Mussolini y lo ayuda en su llegada al Poder, los anarquistas abandonarán el Movimiento definitivamente.
Fuente: Wikipedia en italiano (Traducción libre de El Aullido).
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