En la ciudad de Valladolid, durante la II República, un numeroso grupo de vecinos residentes en la calle Nueva de la Estación*, cercana al ferrocarril del Norte, solicitó que se cambiase el nombre de dicha calle por el de Francisco Ferrer Guardia, en recuerdo del mismo.
Don Francisco Ferrer Guardia, pedagogo racionalista nacido en Alella (Barcelona) en 1859, fue ejecutado en el castillo de Montjuic en octubre de 1909, como uno de los jefes de las revueltas de la llamada «Semana Trágica» de Barcelona.
En Valladolid existieron varias escuelas laicas, racionalistas o modernas, como La Escuela Moderna, regentada por el maestro racionalista Federico Forcada y apoyada por un grupo de obreros que hicieron labor de propaganda en los talleres de Ferrocarriles del Norte. Como consecuencia de ello se formó un núcleo de socios protectores. La Ilustración, creada por Miguel Campuzano García. Cerrada un tiempo después a causa de la oposición clerical.
También en aquella época se publicaron en Valladolid periódicos de contenido pedagógico libertario. Se editaron Escuela Libre, La Enseñanza Moderna y La Escuela Moderna. Estas publicaciones gozaron de la colaboración, entre otros, de profesores formados en la escuela creada por Francisco Ferrer en Barcelona; fueron los casos de José Casasola, Calderón o el propio Forcada.
Por acuerdo del Ayuntamiento, de 6 de agosto de 1932, la calle Nueva de la Estación pasó a llamarse «Calle de Francisco Ferrer».
A continuación reproducimos el extracto del acta del Pleno Municipal que aprobó este cambio de nombre:
Calle de Francisco Ferrer. Designación con este nombre a la calle Nueva de la Estación.Se da cuenta de un dictamen de la Comisión de Gobierno, en el que propone que se acceda a la petición formulada por numerosos vecinos de la calle Nueva de la Estación, en instancia que se acompaña, para que se cambie el nombre de dicha calle por el de Francisco Ferrer.El señor Carnicer dice que siempre se ha opuesto a los cambios de nombre de las calles.El señor García Conde hace constar que cuando se dio el nombre de D. Francisco Zarandona a una calle, el señor Carnicer no se opuso.El señor Carnicer manifiesta que no lo recordaba porque fue hace veinte años; pero fue un caso excepcional. Para cambiar el nombre de una calle hacen falta varios requisitos, entre ellos el de que la persona cuyo nombre se dé a la calle haya fallecido hace diez años, por lo menos.El Sr. García Conde dice que Ferrer fue asesinado por los señores La Cierva y Maura, jefes políticos del Sr. Carnicer entonces.El Sr. Carnicer afirma que otro requisito es el de que lo solicite la mitad de los vecinos de la calle. Se han cambiado los nombres de algunas calles, y para ello han sido suprimidos los que ostentaban, de vallisoletanos que habían hecho grandes beneficios a la provincia y eran personas de relieve.No discute las condiciones de la persona cuyo nombre se propone para sustituir el actual de la Calle Nueva de la Estación, pero le parece raro que a estas alturas la Comisión de Gobierno proponga el nombre de Francisco Ferrer para designar la Calle Nueva de la Estación, que es una calle típica que no representa más que a los elementos ferroviarios. Propone que no se acepte la propuesta de la Comisión de Gobierno.El Sr. Moreno declara que no es la Comisión de Gobierno la que propone el cambio de nombre, sino los vecinos, los cuales han presentado una instancia con número de firmas suficiente, y la Comisión cree que se debe acceder. Por su parte, entiende que es muy loable el propósito de los vecinos y suscribe la petición. No considera preciso exponer los antecedentes de la personalidad de Ferrer, que fue asesinado de manera vil por los esbirros de la Monarquía desaparecida, que eran los jefes del partido político en que militaba el Sr. Carnicer. A parte de esto, Ferrer tenía los suficientes méritos para que sea designada con su nombre una calle de la ciudad. Recientemente en Madrid se ha dado el nombre de Francisco Ferrer a la antigua calle del Príncipe.Insiste en que no es la Comisión la que hace la petición, sino los vecinos.El Sr. Alcover opina que la instancia tiene dos partes: una, honrar la memoria de un ciudadano que fue vilmente asesinado; y otra, evitar a los vecinos la confusión que origina el nombre de la calle Nueva de la Estación con el de la Estación. Se muestra conforme con el dictamen.El Sr. Carnicer insiste en sus manifestaciones anteriores, y añade que el argumento empleado por el Sr. Alcover no tiene fundamento porque los vecinos saben de sobra dónde empiezan y dónde acaban las calles de la Estación y Nueva de la Estación. Lo único que se conseguirá con el cambio de nombre es perjudicar a los vecinos.Sometido a votación nominal el dictamen, se obtuvo el siguiente resultado:VOTARON EN PRO:Sres. García Conde, Polanco, Moreno, Alcover, González (D. Eusebio), Vega (D. Santiago), González Cuervo, Valseca, Caballero, Cabello, de los Cobos, Tena, Vallejo, Vega (D. Valerio), Lamarca y Presidente. Total, dieciséis.VOTARON EN CONTRA:Sres. Carnicer, Cuenca y Fernández de la Torre. Total, tres. El Ayuntamiento aprobó el dictamen y acordó de conformidad con el mismo.
No obstante, el 12 de agosto de 1936 la Comisión Gestora Municipal acordó la reposición del anterior nombre de esta calle: Nueva de la Estación.
JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ MOLINA,
Valeriano Orobón Fernández. Anarcosindicalismo y Revolución en Europa.
Valeriano Orobón Fernández. Anarcosindicalismo y Revolución en Europa.
Nueva de la Estación (calle)
Al seguir edificándose casas por los terrenos que constituyeron la huerta llamada «de Nuevo» fuera de las puertas de Tudela, de Fructuosos García y otros, se dio a la calle formada frontera a la cerca del ferrocarril del Norte el nombre de «calle Nueva de la Estación», por ser una especie de prolongación de la calle de la Estación. Mas al advenimiento de la segunda República española se la cambió el rotulo y por acuerdo del Ayuntamiento de 6 de Agosto de 1932 se la puso el de «calle de Francisco Ferrer», en recuerdo a Don Francisco Ferrer Guardia, pedagógo y revolucionario, el cual nació en Alella (Barcelona) en 1859 y fue ejecutado en el castillo de Montjuic (de Barcelona) el 13 de Octubre de 1909, como uno de los jefes de las revueltas de la llamada «Semana trágica».
Volvió a reponerse el nombre de «calle Nueva de la Estación», por acuerdo de la Comisión gestora municipal de 12 de Agosto de 1936.
JUAN AGAPITO Y REVILLA,
Las calles de Valladolid.
Las calles de Valladolid.
* El nombre de la calle Nueva de la Estación ya no existe, forma parte de la actual calle de la Estación. Originalmente la calle de la Estación ocupaba el trayecto que hay entre la plaza de Colón y la calle de Labradores, la prolongación que llega hasta la calle de San Isidro era la calle Nueva de la Estación.
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