El 19 de julio de 2022, el Parlamento ucraniano aprobó las leyes 5371 y 5161. Las organizaciones sindicales del país, en medio de un empobrecimiento y masacre de la población, solicitan todo el apoyo internacional para revertir leyes que atacan de forma directa a la clase trabajadora.
Secretaría de RR.II. de la CGT
Los derechos de muchísimas personas sufrirán un gran retroceso. Este proyecto queda fuera de los convenios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) atacando directamente normativas como el 132, 158 entre otros.
Lo que más nos llama la atención es que no cumple un mínimo de normas reflejadas en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea; recordemos que, supuestamente, uno de los motivos del conflicto que se vive es la incorporación de Ucrania a Europa.
Este proyecto de ley deja fuera del amparo del Código Laboral de Ucrania a todas las empresas con menos de 250 empleados, que representan más del 80% de las empresas del país. Negando de derechos laborales y sindicales a más del 90% de las personas trabajadoras. Estas leyes discriminan y reducen a los empleados de estas empresas el derecho a negociar convenios colectivos, dejando a la patronal la puerta abierta para fraccionar las grandes empresas y así negarles los derechos laborales a todas las personas trabajadoras del país.
También elimina la limitación de la jornada laboral de 8 horas en la industria. Una medida que, una vez más, refleja una circulación libre y impune del capital y las grandes fortunas. Mientras gobiernos nos imponen fronteras imaginarias.
Además este proyecto de ley priva a los sindicatos ucranianos de denunciar y amparar el despido de trabajadores y delegados sindicales. Dejando en una situación de desamparo a la población trabajadora y a los delegados sindicales que velan por los derechos de estos trabajadores.
Desde CGT denunciamos el intento de los Gobiernos de ampararse en guerras o crisis para denigrar a las personas trabajadoras. Denunciamos a los gobiernos que priorizan el enriquecimiento de una minoría a costa de los derechos de la clase trabajadora, dejándolas siempre en situación de vulnerabilidad ante la patronal. Una vez más, vemos como gobiernos se olvidan de los derechos que tiene el pueblo y que ha costado tantos años de lucha conseguir.
Basta ya de mirar hacia otro lado; que Putin y el Gobierno Ruso sean unos sátrapas sanguinarios, no justifica que el Gobierno Ucraniano de Zelenski se comporte de manera caciquista y dilapide los derechos laborales de la clase trabajadora ucraniana.
Por ello desde CGT solicitamos al Gobierno del Estado Español y a la Unión Europea que demuestre públicamente y de forma contundente la exigencia de la derogación de un proyecto que delimita una la libertad de todas.
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