CONTRA LAS REVOLUCIONES ARTIFICIALES
Una vez más, la hipócrita propaganda 'democrática-liberal' de los medios de comunicación de la oligarquía occidental apoya protestas de la oposición de uno de los Estados del antiguo bloque soviético. El resultado de estas «revoluciones» ha sido el mismo en todos los países que las han sufrido desde la caída de la URSS: la implantación de regímenes autoritarios que aplastan toda protesta, la profundización de las políticas de corte neoliberal que benefician al sector de la oligarquía que impulsaba las protestas a costa de más pobreza y desigualdad social, una política exterior sumisa a los intereses de potencias extranjeras, y una política económica sumisa a los intereses de empresas multinacionales.
Esta vez le ha tocado a Bielorrusia, antaño la república europea más pobre de la URSS y más afectada por el desastre de Chernóbil, y hoy con un PIB que casi triplica el de Ucrania gracias a haber logrado mantener su independencia política y económica, evitando convertirse en un satélite de la oligarquía rusa. Mientras las repúblicas bálticas y Ucrania, las más ricas de la URSS, se transformaban en regímenes neoliberales de ideología ultraderechista aliados a EEUU y la OTAN que se dedicaron a desindustrializar sus países, en Bielorrusia la derrota a comienzo de la década de los 90 del gobierno nacionalista debido a la falta de apoyo popular hizo posible dar marcha atrás en la implantación del modelo neoliberal, permitiendo mantener buena parte de los beneficios sociales del modelo soviético. De esta forma, su población no cayó en la miseria ni tuvo que emigrar, y el gobierno siguió honrando la memoria de los partisanos, en lugar de homenajear a los colaboradores del nazismo, como pasa en el resto de Europa oriental.
El éxito económico y la política exterior independiente de Bielorrusia son lo que molesta, y no los derechos humanos, excusa usada sistemáticamente por Occidente para justificar su injerencia en los asuntos de otros países. Demasiadas veces hemos visto como en nombre de la democracia y los Derechos Humanos se ha bombardeado e invadido países, veremos como en nombre del medio ambiente y el planeta nos pueden imponer medidas económicas duras para pagar transiciones energéticas que beneficien a los principales responsables de la degradación de los ecosistemas. O ahora mismo en nombre de nuestra seguridad sanitaria se violen los derechos de libertad de expresión y de movimiento. Amparándose en causas nobles nos imponen otras injusticias y se valen de un discurso responsable para que las aceptemos. Que nos hablen de la defensa de los valores democráticos en Bielorrusia o Venezuela mientras apoyan a opositores de extrema derecha y golpistas les hace más despreciables.
Desde
Amor y Rabia condenamos este nuevo Maidán organizado por Occidente, que en caso
de triunfar provocará el hundimiento del nivel de vida de la población de
Bielorrusia y dará lugar a la imposición desde el Estado de un modelo
neoliberal combinado con la difusión de la ideología de un nacionalismo
heredero de los colaboracionistas de los nazis. Y denunciamos la ceguera de la
inmensa mayoría de la izquierda, movimiento libertario incluido, al apoyar
sistemáticamente unas «revoluciones de colores» patrocinadas por Washington,
que no son otra cosa que golpes de Estado al servicio de los intereses del
Capital occidental.
«Puedes engañar a
todo el mundo algún tiempo.
Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.»
ABRAHAM LINCOLN
https://revistaamoryrabia.blogspot.com/2020/09/comunicado-contra-las-revoluciones.html
Así que para ustedes los anarquistas bielorrusos tendrian que quedarse en su casa y mirar la revuelta por televisión?
ResponderEliminarPodría ser que sí, no todo enemigo de nuestro enemigo ha de ser nuestro amigo. Si ellos consideran que el fin justifica los medios, es su problema.
ResponderEliminar